Capítulo 1

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2002, Provincia de Ratanak Kirí, Camboya. En la densa jungla se encontró un templo perdido, su forma era piramidal, con escalones en los cuatro puntos cardinales, la construcción se veía hecha por los jemeres antes del siglo XV, la jungla reclamó esas tierras y escondió la pirámide; no había sido visitada por ninguna persona... hasta ahora.

Una expedición arqueológica patrocinada por Weyland Industries está entrando a la pirámide, 3 exploradores entran por el estrecho túnel subterráneo, uno, quién era voltea a ver inscripciones, no parecían a nada hecho por el pueblo jemer. Algo no estaba bien, pero no le importó y sacó su cuaderno para sacar notas. Mientras, otro de los sujetos que llevaba un casco con linterna junto a los demás ve una entrada a otra cámara y pasa hacia ella.

―No se separen mucho, muchachos― dice el líder del grupo

En la cámara había varias protuberancias pegadas al suelo, eran unos objetos ovoides, el tipo se acerca a uno de los ovoides, parecían estar recubiertos de algo parecido al cuero.

―Oigan, muchachos...― Con la espiración de aquél tipo el ovoide reacciona, como si pudiera detectar cuando hay alguien o algo cerca. El ovoide se abre, pétalos carnosos se pliegan hacia atrás en la cima del mismo.

―¿Pero que es eso?― El sujeto acerca su cara para ver por encima del ovoide y saber que es lo que contenía dentro.

Una criatura se ve dentro de la misma, enrollada sobre sí misma, parecían un par de manos huesudas amarillentas, su cola era carnosa pero tenía forma de espinazo.

―Oh Dios mi...― El ovoide pareció explotarle en la cara cuando aquélla criatura, impulsada con su larga y enrollada se llega hacia su cara. El sujeto levanta un brazo para bloquear su trayecto pero es inútil, la criatura envuelve con sus dedos la cabeza del sujeto y casi toca sus yemas tras su nuca. El pobre aprieta su dientes contra la probóscide que la criatura está empujando hacia su boca. La cola estrangula al tipo, su boca se abre, la probóscide se mete y baja por la garganta.

El sujeto cae como un muñeco de trapo al que se le desapareció el rostro.


Algunos meses después, en Tailandia, en una aldea remota al lado del río Salween. Gente que se dedica a la pesca y captura de serpientes, las cobras se consideran afrodisíacas. Entre todas las personas destacaba el coronel Samuel Trautman, al final de los 70 años, con su uniforme militar. Después de mucho buscar finalmente lo encuentra bajando de una lancha.

―¡Rambo!― grita el coronel Trautman, Rambo voltea y lo reconoce

John Rambo estaba vestido solo con unos pantalones de mezclilla todos sucios, cabello largo y enmarañado cae sobre sus hombros, una barba desaseada, mirada profunda e intensa.

―Coronel Trautman, hace tiempo que no nos vemos.

Rambo y Trautman van a un pequeño restaurante, ambos sentados.

―¿Como te ha ido en este lugar, atrapando cobras y transportado personas por el río?

―Me ha ido peor― Rambo hace una mueca irónica.

Trautman suspira y hace la silla hacia atrás.

―¿No has pensado en volver a América? ¿a Bowie, Arizona? ¿a casa?

La forma en que le habla Trautman es como la de un padre preocupado por su hijo.

―No eh hablado con mi padre desde que me alisté para ir a Vietnam, la vida de civil no es para mí, solo recuerda como me fue la última vez

―Sí, como olvidarlo, casi destruyes todo el pueblo de Hope, Washington con una M60, eres todo un caso, Rambo.

―Usted me hizo así.

La voz de Rambo ha sonado distante, como si realmente no estuviera

―Las tropas invadieron Afganistán, mismo lugar que fuimos a combatir rusos, a veces pienso que sin saberlo ayudé a Bin Laden

―Algunos grupos Muyahidín efectivamente pasaron después pasar a Al-Quaeda durante la anarquía producto del retiro de las tropas soviéticas

Una pausa incómoda se produce.

―En Vietnam volé helicópteros, equipo de millones de dólares, de vuelta en mi país, y eh tratado de vivir tranquilamente, pero no deja de venir y de hacer misiones, y yo acepto por que al final se que es lo mejor que se hacer, y en cierto modo detesto eso, ¿sabe?

―¿Que te parecería si te doy la oportunidad de volver a volar helicópteros y usar equipo de millones de dólares? sin burócratas, como en tiempos del Equipo Baker

Rambo ahora muestra interés en la misión.


Rambo y Trautman cruzan por la calle principal de la villa hasta toparse con un Jeep con una W amarilla, era un vehículo de Weyland Industries, con el eslogan «Construyendo un mejor futuro» junto al Jeep estaban un hombre de alrededor de 60 años, en traje ejecutivo, al verlos acercarse se levanta.

―Sr. Weyland... John Rambo.

El Sr. Weyland extiende su mano para saludar a Rambo, este le responde el saludo.

―Gusto en conocerlo, Rambo, soy Charles Bishop Weyland, el presidente de Weyland Industries, y el joven a mi lado es el agente Garber.

―Mucho gusto, sr. Rambo- Garber extiende su mano a Rambo, quien escanea su rostro, le pareció que tenía una sonrisa forzada, le deja con la mano tendida.

―¿Eres un espía del gobierno?

La sonrisa de Garber se borra.

―Así es, estoy para supervisar la misión.

Rambo voltea hacia Trautman.

―No me gustan los tipos como ellos, como aquél sujeto de la CIA en aquella misión para rescatar prisioneros.

―El solo estará observando, el no es su superior, esta es una operación para rescatar propiedad de Weyland, y quien tiene la última palabra soy yo― responde Weyland.

―¿Cuál es la misión?

―Al parecer hubo ataque terrorista en las instalaciones que tengo en Tailandia en la frontera con Camboya y Laos, no hemos recibido señal alguna, y ya mandé un grupo de contratistas privados...

―Mercenarios...

―Sí, por lo visto también sucumbieron, así que le pedí a la embajada que nos ayudara a rescatar los científicos americanos que hay ahí, le asignaremos un grupo de marines bajo su mando― dice Weyland.

―¿Acepta la misión?― pregunta Garber. Rambo y Trautman cruzan miradas.

―Estoy dentro― Rambo le estrecha la mano a Garber, este le responde y sonríe.―Aunque sea del gobierno no se confunda, soy una buena persona.

Rambo vs. AliensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora