Capítulo 6

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Nota: Aprovechando que puedo incrustar más de un vídeo dentro del mismo capítulo, pondré algunos con música de fondo para cada escena.

Por fin llegan a las entrañas de la bóveda, Trautman se queda en el auto. El lugar era lúgubre, sigue caminando y ve que hay una habitación con la puerta abierta, es la armería donde seguro Garber ya pasó, toma algo de munición para el M16A2 aunque no encuentra combustible extra para el lanzallamas. Mientras sigue caminando por las instalaciones, ve un cuerpo en el piso; era Garber, que a un costado tenía un ovomorfo vacío pero tenía  un abrazacaras en su cabeza, pero no era igual a los otros, este era más grande y de un tono más claro. ¡Una reina! pensó Rambo; de seguro ese crearía uno de esos xenomorfos que sería la reina y esta pondría los huevos. No supo si dispararle y que el ácido le derritiera la cara o dispararle de forma más rápida con unos tiros. Prefirió dejarlo que se le geste el quebrantapechos y muera como lo hizo Kat. De repente el abrazacaras comenzó a moverse, su cola estaba desenrollando de Garber, Rambo rapea al abrazacaras, este sale volando, cuando este intenta reincorporarse, Rambo le dispara. 

―Coronel Trautman, encontré un abrazacaras diferente a los demás, más grande, hasta logró soltarse de Garber para atacarme― le habla a Trautman por la radio.

―Tal vez podía impregnar a más de un portador, lo que ayudaría a la reina a tener su guardia que le protegiera― responde Trautman.

―Pero entonces, si el primer abrazacaras que impregnó a aquél sujeto en la pirámide de Camboya era uno ordinario por lo que apareció en los archivos...

―Tal vez a falta de un abrazacaras real, un abrazacaras común puede desarollar un embrión reina, Rambo.

―¿Eso será algo a propósito creado por lo que sea creó esas cosas?

―Sí, también creo que estos xenomofos fueron creados como el perfecto organismo, tan perfectas que los ingenieros que los crearon no pueden controlar que encuentren otras formas de reproducirse.

 ―La vida siempre encuentra un camino― Dice Rambo para luego seguir su camino. Empieza a ver un cuarto lleno de ovomorfos pegados al suelo, las paredes cubiertas de resina y hay algunos cuerpos pegados a las paredes, se nota que ya tienen tiempo de descomposición, más detenidamente se puede ver el agujero en el pecho. Rambo usa el lanzallamas para quemar los ovomorfos, los cuáles empiezan a explotar, incluso juraría que se escucha un chillido agonizante.

―Ya está despejado, la reina no debe estar lejos,  necesitaré toda la ayuda posible― le dice a Trautman por la radio.

―Voy para allá, espérame― le responde Trautman.

Rambo se quedó parado, y pudo oír que algo grande se acercaba, por lo que saca su arco compuesto con una de las flechas explosiva, empieza a moverse para evitar que lo flanqueen, y mientras se movía por la el nido vio más huevos y lo que estaba buscando: La reina medía mas de 4 metros, estaba estacionada en un rincón, tenía una gran cresta que parecía una corona, y un ovipositor parecido al de las termitas. El vehículo llega a tiempo.

―¡Dios mio! ¡es realmente enorme!― dice Trautman a contemplar aquella monstruosidad.

―¡Dispárale en el ovipositor! así aunque sobreviva no podrá engendrar más monstruos― le dice Trautman y Rambo asiente disparando su flecha explosiva. La reina grita y Rambo se dirige a la torreta donde empieza a disparar, por muy grande que sea, un calibre 50 se encragaría de matarla.

De entre las sombras aparece otro xenomorfo, este medía más de 3 metros y tenía una cresta parecida al de la reina, era un pretoriana y venía a protegerla. Trautman conduce el vehículo de vuelta al elevador mientras son perseguidos por el pretoriano.

 «La secuencia de autodestrucción ha comenzado, autodestrucción comienza en...»

―Odio que todas las bases secretas tengan secuencia de autodestrucción, Rambo; antes solo bastaba con quemar los documentos importantes en un bote de de la basura.

El pretoriano era más pequeño que la reina pero casi el doble de un xenomorfo normal, lograba esquivar parte del fuego, pero aún así Rambo lograba hacerle daño. Finalmente llegan a la entrada del elevador pero se dan cuenta que el elevador no está.

―Alguien o algo subió al elevador, ahora hay que esperar que baje― dice Trautman.

―Garber...― pensó Rambo, ―está impregnado y se va a entregar a Yutani.

―De seguro lo esperan con una jaula lista para atrapar al quebrantapechos, pero no debemos dejar que siquiera tengan un pedazo del mismo e intenten clonarlo o algo así. 

El pretoriano se acercaba más y más, a Rambo se le empezó a acabar la munición, pero necesitaba poner la otra caja ―¡Voy a distraerlo, Trautman! tu prepara la ametralladora― Rambo baja y se pone frente al pretoriano, moviendo su manos para atraer su atención, de seguro no podía verlo, pero sí sentir su presencia; el pretoriano mueve su cola para tratar de golpearlo como si fuera un látigo pero Rambo logra esquivarlo, y a continuación salta sobre el pretoriano para intentar montarlo.

Rambo se sube hasta su espalda, el pretoriano hace de todo para quitárselo de encima, incluso chocar su espalda contra un muro, pero Rambo resistía, así como resistió la tortura en Vietnam.

―¡Listo Rambo!― Trautman deja la torreta para subirse al volante, Rambo salta desde el pretoriano hasta el vehículo en donde usa la torreta para dispararle con todo al pretoriano; el calibre 50 fue mucho para la criatura y empezó a caer y derramando ácido por todos lados, si no hubiera sido por el escudo alrededor se la ametralladora, también le hubiera caído a Rambo. Finalmente el elevador llegar y Trautman acelera. Rambo baja para apretar el botón, de reojo ve como el nido donde estaba la reina empieza a explotar; la autodestrucción ah comenzado. 

Finalmente salen de la bóveda y ambos van hacia la salida de las instalaciones de Weyland, las explosiones ocurren por todos lados, pero logran esquivarlo todo hasta estar afuera, donde ven a Garber esperando a un helicóptero que no era de Weyland acercarse.

―¡Es mío!― dice Rambo al momento de dejar la torreta para sacar su arco compuesto y su flecha de punta explosiva y apuntar hacia Garber.

―No... no puedo más―Garber empezaba a sentir el dolor en el pecho, se empieza a retorcer de dolor, el helicóptero no baja...

El quebrantapechos sale, Garber lo ve, finalmente obtuvo lo que quería, o más bien lo que Stevens y Yutani querían, solo fue un medio para un fin, una herramienta, Garber cae de rodillas mirando al suelo y la criatura hasta que siente una punzación en la espalda.

La flecha explosiva da en el blanco. Garber y el quebrantapechos real explotan, ahora ya no quedaba ningún xenomorfo vivo. El helicóptero se aleja.

―Al fin acabó todo, Rambo

―Tal vez...

―Al menos para mí, Johhny.  

Rambo vs. AliensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora