✴ Omega rebelde ✴ (Rusmex)

7.5 ♡

~25 años atras~
//Historia sobre la juventud de Francia y Uk//

E

l invierno apenas dejaba la solitaria cuidad en reposo, los árboles navideños apenas eran quitados de los hogares, pues en pleno Enero el sol abrigaba los árboles desnudos y secos.

Entre esos árboles con frío, un joven de piel clara y con los ojos azul escartala buscaba paz con cada paso, con cada suspiro y anhelo deseado a encontrar un buen lugar para pintar.

- ¡Quítate! - mencionó un Omega con voz jadeante quien pasaba de prisa, zapateando sus finas zapatillas blancas.

El joven alfa sólo lo miró irse, desaparecer, perderse, esfumarse entre tantos olores divinos. No tuvo de otra que seguir con su camino.

Tras un buen rato encontró su paradero final, un banco público fue su soporte, y un estanque su inspiración.

- Ho Francia~ no esperaba verte aquí, ¿que tal la escuela cariño? - hablo una anciana de tercera edad, acercándose al joven y acariciándole sus greñas.

- Aún no inician, quiero aprovechar un poco más las vacaciones - Respondió el francés guardando sus pinceles.

- Ya no hay gente mi amor, no creo que consigas hacerle retrato a nadie por ahora - Comentó la anciana rebuscando en su desgastada bolsa un par monedas.

- Quizás no lo hay, pero confío que sea lo contrario - Antes que la anciana entregue en dinero el francés tomo las manos de la anciana dándole un tierno besito.

- Tan dulce~ no tienes que rechazarlo, se que lo usarás para algo bueno - Tomo las manos del francés y poso el puño de monedas en la palma manchada de pintura del alfa.

- Muchas gracias~ pero no gastaré esto - agradeció el francés antes de meter el dinero a su bolsa izquierda.

- Perdre un enfant, tu le veux pour ta carrière universitaire - [Lose niño, lo quieres para tu carrera univercitaria]

- Si eso mismo, por eso digo que le daré un buen uso - El francés sin nada más que agradecer ayudo a la señora a cruzar la calle y la que seguía, sus cosas nadie las tocaría.

Nadie quiere cosas viejas.

De regreso, el alfa pensaba irse del parque, no había nadie a quien pintar, dinero por ganar u algo que hacer, mejor debía irse a preparar algo de pan para salir a repartir.

Sus pensamientos inundaron sus ideales, no tenia idea de lo que pasaría, o mejor dicho, a quien conocería...

- ¡STUPID! - Ahí otra ves, el mismo Omega del camino, tenía los ojos rojos, la vos rota y el alma destrozada, pobre alma en pena.

Y no, no era por el Omega, si no por el alfa.

- Hey, vous allez bien? - [Oye, ¿estas bien?] Preguntó el francés luego de tomar valor para acercarse y hablarle.

- ¡A TI QUE TE IMPORTA! ¡VETE! - Grito de mál humor el Omega, mostrando su rostro y sus mejillas rojas

Uno.

Dos..

Tres...

Y ahí surgió, el primer contacto visual más hermoso que tuvo el francés, un Omega joven y asustado, sollozo y confundido, quizás no tanto, quería golpearle... pero que bien se veía.