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Chuuya camina por los pasillos de la mafia y siente que muchas personas lo observan.

«Espera» Piensa y sube la mano a su cuello «Ay mierda»

Se quitó el parche y no se lo volvió a poner por pelearse con Dazai.

Suspira, está bien, no es tan grave como Dazai lo hace parecer, al menos no tan grave para Chuuya.

Siente como le tocan el hombro, generalmente reacciona al instante, pero está en la mafia y quiere evitar romperle un brazo a alguien importante sin tener razones válidas primero.

Observa y es una mujer pelirroja, usa un hermoso kimono rosa.

—Niño, está prohibido caminar sin un inhibidor por ahí —

—Lo sé, es culpa del bastardo de Dazai—

Observa el rostro de la mujer transformarse en cierta preocupación.

—Oh por… ¿Él te hizo algo?— Ella personalmente no lo creería capaz de abusar de alguien, pero todos en la mafia sabían de lo obsesionado que Dazai estaba con el chico frente a ella.

¿Y si ella se equivocó? Mataría a Dazai, ella se lo advirtió cuando Mori lo ascendió a ejecutivo, que no hiciera mierdas como esas.

—¿Aparte de hacerme rabiar por ser un maldito idiota con Akutagawa? No, en realidad no—

Kouyou parece más tranquila, ahora que lo piensa, Chuuya no parece asustado o herido, solo irritado.

—Bien, acompáñame, te daré algunos parches—

Chuuya termina siguiendo a la mujer.

—¿Cómo se llama?—

—Ozaki Kouyou —

—Yo le llamo Nakahara Chuuya —

—Lo sé —

Chuuya se queda en silencio por un momento.

Observa a la mujer, ella es alta y tiene una postura que transmite confianza y elegancia, también lo vio en sus manos.

Ella tiene las manos de una guerrera.

—Usted es muy bonita Kouyou-san — le dice a Chuuya le parecen bonitas las personas fuertes.

Kouyou le sonríe.

—Gracias, niño, tú también eres bonito, supongo— Le responde.

Cuando llegan a la oficina de Kouyou ella toma una caja de su escritorio y saca un parche. Ella, después de todo, es menor de 21 años, aún es inseguro para ella usar medicamentos.

Chuuya toma el parche y quita el papel que cubre el adhesivo antes de pegarlo sobre su glándula odorífera.

—Gracias, señorita — Le dice e inclina ligeramente la cabeza.

—No es la gran cosa, puedes irte—

Chuuya mete las manos en sus bolsillos.

—Señorita ¿Dazai planea intentar hacerme algo? Usted parecía asustada —

Kouyou se sienta en su silla de escritorio y suspira.

—No, en realidad no lo creo, Dazai es un chico obsesivo, molesto y algo psicótico, pero jamás sería un abusador— Comenta —Es solo que… Él parece estar muy obsesionado contigo, entonces temí equivocarme en mi juicio —

—Ya veo, gracias señorita — Chuuya se inclina en despedida y está por irse, pero la voz de Kouyou lo detiene.

—Chico—

El mas fuerte del SuribachiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora