Sergio había llegado a casa hace cinco días, no hemos podido hacer el amor, aunque él muere de ganas y yo también, lo tiene prohibido y no quiero que le pase nada. Esta mañana al despertar sentí como me besaba y no pude evitar sonreír ante el roce de su barba con mi cuello, era tan placentero despertar con él a mi lado después de tanto tiempo, tuve que aguantar las ganas para prenderme de sus labios, adoraba ese sabor a cereza que tenían.
Decidí bajar a hacer el desayuno, al estar terminando sentí unas manos en mi cintura y besos en mi cuello, Sergio no podía levantarse, me giré rápidamente y me topé con su rostro.
-Que haces levantado?.-pregunte nerviosa analizando su herida.-Sergio, no debes moverte de la cama.-susurre nerviosa.-
-No me pidas que no me mueva, ya tengo suficiente con no poder hacerte el amor como quiero hacerlo.-su voz estaba llena de pasión.-Déjame estar aquí contigo, por favor!!!.- pidió susurrando y me di cuenta de que estaba en ropa interior, no podía negarme.-
-Vale, pero nada de moverte... siéntate allí.- señalé la silla y él asintió.- Hoy vienen los chicos a comer, Andrés tiene información sobre...- sus manos en mi sexo me interrumpieron.-¿Sergio, que haces?.-mi voz no salía tan fuerte como antes, en lugar de eso solo hablaba por medio de gemidos.-
-Mi vida, estoy convaleciente, pero no exactamente por esta herida.-Susurro en mi oído y metió dos de sus dedos.-Te extrañe, te extrañe muchísimo.-Susurro en mi oído, arquee la espalda y enterré mis manos en su cabello.-Joder, Raquel.- gemí al escuchar como sonaba mi nombre en su voz.-
-Sergio, te puedes lastimar.-gemí con los ojos cerrados, pero no trataba de alejarlo, aunque quisiera cuidarlo, no quería que me dejara de tocar.-Amor, detente.- susurré como pude y él se detuvo, saco su mano y la llevo a su boca.-Joder Sergio.- gemí al ver lo que acababa de hacer segundos atrás, apague la estufa y lo tome de la mano para llevarlo hasta la habitación, subir las escaleras antes era difícil ahora era más sencillo.- Siéntate.- susurré y él obedeció.-
Caminé hasta él y me quité la camiseta, quedé en bragas, me detuve frente a él y sus manos me tomaron de la cintura llevando mi cuerpo más cerca de él, beso mi vientre, sus manos tocaban mi glúteo y los amasaba con una tranquilidad y amor que me tenía completamente sumida en ese momento.-Te amo.- susurro antes de quitar mis bragas y dejarme totalmente desnuda ante él, coloco las bragas en la mesita de noche y sonreí avergonzada (¿por qué? No lo sé).-Te quiero hacer el amor, quiero escuchar como te corres.- sus palabras me tenían totalmente cachonda.-
Me dispuse a besarlo, disfrutar de esos labios y de esas manos que no me habían tocado en semanas y extrañaba demasiado, el sabor de sus besos, sus ojos castaños observándome con aquella profundidad que me hacía sentir segura y desnuda a la vez, extrañaba su cuerpo pegado al mío en cada despertar.-Te extrañe demasiado mi vida.- me senté a horcajadas sobre el, sonreí victoriosa al sentir su erección y el sonido del móvil nos interrumpió, Sergio gruñó fuerte y acto seguido me cogió del cabello y devoró mi boca, me olvidé del sonido y lo empuje suavemente haciendo que su espalda chocará con la cama, bese sus labios y baje por su cuello, abdomen hasta su bóxer, nuestras miradas se encontraron y en el momento que me dispuse a liberar su erección un golpe en la puerta nos interrumpió.-JODER!!!!!.-la voz de Sergio salió cargada de rabia y molestia, no puedo negar que estaba frustrada por semejante interrupción, pero no hice más que hundir mi cara en la colcha negra de la cama.-
Me levanté y me coloqué algo de ropa, no quería que un guardia o cualquier otro que no fuera Sergio me viera en estas fachas, caminé hasta la puerta y al abrir vi a Simón, uno de los guardias de Sergio, se suponía que debía estar en la puerta de la casa.-Simón que sucede?.-pregunte preocupada, mi voz estaba cargada de rabia, aunque no se notaba demasiado estaba furiosa.-
-Señora, disculpe que Interrumpa, pero no estáis a salvo aquí, debemos irnos ya!!!.- su voz era grave y llena de preocupación, pero no alzaba la voz y mucho menos mostraba desespero.-
-Raquel, vístete y busca lo que necesites, pasaporte, DNI y ropa, venga cariño!!.- la voz de Sergio me saco del trance donde me había sumido gracias a la preocupación, corrí al vestidor y busque todo lo que me dijo Sergio, además de eso también busque la ropa y cosas de él, como sus medicamentos, gasas no sé por qué me preocupaba por algo que podíamos comprar después, creo que era el miedo a que le sucediera algo en el camino y su herida se abriera.- Simón, que sucede?.- escuche como Sergio se vestia y le preguntaba al joven guardia..-
-Señor, tenemos un aviso de que hay movimientos sospechosos por la zona, creemos que puede ser..-Se hace un silencio y Sergio le ordeno que se fuera y segundos después apareció en el vestidor, tenía solo una camiseta verde oliva, camino hasta sus pantalones y se colocó los primeros que vio y continuó con los zapatos, pero al sentarse se quejó y automáticamente corrí a ayudarle.-
-¿Puedes no ser tan brusco al sentarte?.- me tenía preocupada.-Sergio, quien es River Hansen?.-pregunte preocupada y el me miró sorprendido y espantado.-
-¿Qué sabes tú de River?.-estaba sorprendido, confundido y preocupado.-Raquel, que cojones sabes de ese hombre?.- su voz se elevó.-
Simón apareció corriendo y nos tuvimos que apresurar, Sergio cogió las bolsas deportivas y me cogió de la mano, salimos corriendo escaleras abajo, subimos a una camioneta blindada, Simón junto a Fernando nos acompañan y otros dos guardias iban en la camioneta de atrás.
- A donde vamos?.-estaba preocupada.-
- A Navarra.- comencé a llorar, estaba nerviosa, él me abrazo y beso mis labios, sé que estaba preocupado y enfadado.-Tranquila.- susurro y beso mi sien.-Te amo.-
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Amor A Prueba De Balas
Mystery / ThrillerEn sus vida se unieron dos palabras que no deberían haberse unido jamás "Amor y muerte". Raquel era heredera de una gran fortuna,pero la tragica muerte de su padre la llevo a convertirse en una delincuente,enamorada de quien no debia y en el mundo...