Yo no tenia idea

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Sergio

Estaba revisando unos papeles en la oficina cuando se presentó la inspectora Sierra, me dijo que tenía información que me interesaría y me pidió que la acompañara, me negué y me soltó la bomba Se dónde está Raquel Murillo. Solo pude pensar en una cosa ·La chica de los ojos avellanas apareció,¿ estará bien?·

Salimos de las oficinas sin llamar mucho la atención, pero eso es imposible cuando eres el director del cuerpo nacional de inteligencia, todos necesitaban firmas, hablar sobre un caso o solamente lamerme las botas, los despache a todos con un grito que sacudió la sala completa logrando que todos callaran y continuarán con su trabajo; salimos de la institución y caminamos aproximadamente dos calles hasta que llegamos a una calle casi desierta sino fuera por tres personas que caminaban con la vista en sus móvil diría que era una calle fantasma, <<¿Cómo pueden caminar con las miradas puesta en esos aparatos?>> fue lo único que pensé y es que la verdad nunca fui fan de tener móvil pero debía por mi trabajo. La voz de Sierra me sacó de aquel pensamiento.

A: Marquina, suba al coche.- dije viéndolo y vigilando que nadie nos viera, baje la mirada y Raquel estaba un poco nerviosa.-

La observe determinadamente unos minutos y subí un poco inseguro al coche, vi como subió al coche y al mirar por el retrovisor vi aquellos ojos avellana que me gustaron en cuanto los vi. <>

Raquel trató de hablar y la detuve.

-Se quien es, se como se llama y sobre todo se de quien es esposa...y me imagino que usted está aquí para entregarse.- dije y ella solo me analizaba.- ¿Va a decir algo o solo se quedará callada?.-pregunte serio.-

R:¿Término?.-pregunte seria y el asintió sin quitarme la mirada <> fue lo9 unico que pude pensar.- Aquí no podemos hablar. Debemos ir a un sitio seguro.- dije viéndolos.-

A: Yo conozco un sitio.- dije y al tratar de encender el coche Marquina me detuvo.-

-Hablaremos aquí o no hablaremos.- dije viéndola.-

R: Si quieres obtener la información que tengo será mejor que vayamos a otro sitio.- dije viéndolo y él no confiaba, su mirada lo decía y la verdad no lo culpo en esta situación yo no confiaría ni en mi madre.-

-Esta bien, pero vamos donde yo diga.- dije viéndolas y Sierra la miró como pidiendo aprobación y ella bufó.-Eso o me bajo ahora mismo.- dije viéndola y ella alzó las cejas <> y asintió.-Perfecto.- dije y le di la dirección del Hanoi a Sierra.-

Raquel

Nos pusimos en marcha hacia el lugar que Marquina había sugerido, mi móvil no dejaba de sonar y yo estaba nerviosa pero no lo demostraba o eso creía yo.

S: Va a contestar o que?.-pregunte serio sin dejar de ver la vía.-

-Es usted muy entrometido, Marquina.- dije viéndolo y atiendo la llamada de Silene.-Dime, estas bien?.-pregunto en susurro y sentí la mirada de Alicia y Marquina sobre mí.-Silene, escuchame..se que no lo quieres hacer, no lo debes hacer solo gánate su confianza.- dije nerviosa volteando mi cuerpo hacia la ventanilla.-

Si: Raquel, no puedo tenerlo una vez más sobre mí...no puedo con esto.- dije molesta.-Te llamare después que viene Ángel.- dije y termine la llamada.-

-Joder!!!.- dije molesta.- Esta información tienen que utilizarla muy bien.- dije viéndolos.-pero antes debo decirles que tienen un infiltrado de Alberto en la policía.- dije viéndola y Alicia me miró con el ceño fruncido.-

A:¿Lo conozco?.-pregunte viéndola y ella asintió.-

-Ambas.- dije viéndola y note la mirada de confusión de Marquina.-

S:<<¿Se conocen desde antes?>>

A:¿Antoñanzas?.- pregunté y ella negó, Pensé durante unos minutos y no me podía creer que fuera él, él era el menos que me imaginaba.-No es el...no puede ser ese imbécil.- dije con rabia, me molestaba no haberlo sospechado.- Me cago en todo.- dije furiosa y golpee el volante.-

S:Me están dejando fuera de todo esto y les recuerdo que soy pieza importante.- dije viéndolas y las dos me miraron seria.-¿Quién es el infiltrado? .-pregunte viéndolas.-¿Vosotras os conocéis de antes?

A: Marquina relájate, Si, nos conocemos de antes somos amigas de años aunque algunas no tomaron buenos caminos.- dije viendo a Raquel, quien bajó la mirada.- Y el infiltrado es un imbécil que tenemos en común.-dije viéndolo y volviendo la vista a la vía.-Hemos llegado.- dije y él se bajó caminó hasta el bar y volví.-

S:Entra por allí.- dije indicando el garaje privado.-Ya estamos a salvo.- dije y ellas bajaron del coche, entramos al bar y bajamos hasta una oficina privada que tenía allí, el bar era de Andrés y yo decidí incorporar esta oficina para venir a despejar la mente.- Sentaos.- dije y nos sentamos en la mesa redonda que había en medio de la oficina con muebles de lana.-Ahora si puedes hablar, Murillo.- dije viéndola directamente a los ojos.-

Marquina me miró directamente a los ojos y por primera vez pude descubrir que a pesar de que su mirada era profunda e intimidante como la de un león cuando te acecha, era bonita, estaba nervioso y su mirada lo decía todo...tenía rabia acumulada. Aparté la mirada y suspiré que lo que contaría no era fácil de contar, así que busqué valentía desde lo más adentro de mi ser.

-Lo primero que debes saber, el infiltrado es Ángel Rubio, subinspector al mando del caso del secuestro con rehenes a la casa de la moneda, recuerdas.- dije y el asiento con el ceño fruncido.-

S: El secuestro de hace 4 años, si, si recuerdo.- dije serio.-Cómo fue que nunca se supo que Ángel era amigo de Alberto.- dije viéndolo.-

A: Ese imbécil donde ve dinero ve vida, Alberto no es amigo de nadie...solo lo tiene como peón en todo este juego.- dije serio.

-El controla todo mis movimientos y el tío ya no es el mismo de antes.- dije viendo a Alicia.-

S: Vale, Sierra junto a uno de mis hombres se encargaran de el...pero, Murillo dime algo para que no te espose aquí mismo y te condene por complicidad en un doble asesinato y en una amenaza hacia a mi.- dije viéndola serio.-

-Yo no sabía que matarían a esos hombres ni que te iban a amenazar...no tenía idea de que ellos irían a ese restaurante, yo me quería acercar a ti y pedirte protección..no quiero seguir con todo esta mierda, la verdad solo quiero hundir a todos estos cabrones y que Alberto pague por la muerte de mi padre.- dije seria-

Amor A Prueba De BalasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora