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—Dígame

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—Dígame... ¿Ha presentado casos de sonambulismo antes?—Le pregunto la doctora a el joven pelinegro que se encontraba sentado delante de ella.

El chico se sentía nervioso y preocupado. Hablar de su extraño padecimiento jamás le fue cómodo.
Incluso cuando decidió hablarlo con su madre, le resultó totalmente vergonzoso. Y esque las cosas no se dieron de la mejor manera posible.

—Cuando era niño constantemente me pasaba—Contesto— Mi mamá me llevó a el médico y dormía con ella. Por lapsos. Ya que, tenía mucho tiempo sin sucederme. Solo que ahora es diferente...—Murmuró en lo último con cierto tono tímido y sus dedos entrelazados con miedo imperceptible.

La doctora asintió al mismo tiempo tomando nota en una libreta con un bolígrafo demasiado elegante y con una letra casi ilegible.

—De acuerdo... ¿Podría recrearme sus síntomas?—Le pidió ajustando sus lentes y acomodando mejor su mano sobre la mesa para empezar a escribir.

El joven tragó saliva. Sintió sus mejillas enrojecerce con velocidad y sus piernas temblar por una repentina ráfaga de aire y perceptible para él.

—Sí...—Murmuró con miedo en su voz

Ambos se quedaron callados, después de un "Sé que puede ser vergonzoso joven, así que tómese su tiempo" de la doctora. Algo que logró tranquilizar mínimamente a el de ojos cafés.

—Me di cuenta hace unas semanas. Bueno... En realidad mi prima fue quién lo descubrió. Yo no sabía... Nada. Ella me dijo una noche anterior que habíamos tenido sexo—Sintio un revoltijo en su estómago de hecho en tan solo volver a imaginar ese hecho, que en realidad no recordaba. Pero aún así, le dio asco —No le creía... Porque, bueno... En realidad no creo que alguien tome por cierto el que le digan "Ayer en la noche tuvimos" Sin recordar absolutamente nada, ni mucho menos haberlo hecho con mi prima—Hizo una énfasis en la última palabra, pués ciertamente está mal tener sexo con tu prima—Después, comencé a notar... cosas extrañas... Por ejemplo... Habían mañanas que amanecía desnudó. con las sábanas manchadas... Como si me hubiera masturbado.—Susurro con vergüenza—al principio no le tome importancia, Sin embargo mi mamá  comenzó a preguntarme que hacía en las noches. Debido a eso que en la noche se escuchaban gruñidos y eso. Lo peor era que no recordaba nada. No recordaba tocarme ni soñar cosas así. No entendía lo que me pasaba. Así que decidí contarle a mi mamá todo, incluso lo de mi prima... Y ahora estoy aquí— dijo terminando de explicar —¿Qué es lo qué me pasa?— el ojos cafés Intento relajarse , A la vez que la doctora lo miraba.

—Sera sonambulismo sexual...—Murmuró la doctora con cierto tono de sorpresa. El pelinegro frunció el ceño.

—¿Qué?— Pregunto confundido mirando a la doctora fijamente.

—Había escuchado de esto, Aunque. Jamás había tratado de un paciente. Es un trastorno derivado del sonambulismo  muy extraño y poco común. Probablemente padezcas de sexomnia.

—¿Sexomnia...?— la voz del pelinegro sonó un poco distorsionado debido a la confusión que le invadió al segundo que esa palabra desprendió de los labios de la doctora.

—Muchos creen que es a falso o es un mito. La sexomnia consiste en tener sexo o prácticamente estimulantes sexuales mientras se está dormido. Es un padecimiento extremadamente Inusual y sumamente problemático— Dijo la doctora. El joven la miro espantado.

—¿Tengo sexo dormido?..— Susurró sin creerlo

—Se trata de una patología poco común del sueños. Se define como la aparición de conductas sexuales. Durante la frase de sueño profundo.

—P-pero... ¿Por qué no recuerdo nada?

—Al despertar, se permanece un estado de amnesia y se desconoce lo ocurrido, tal y como el sonambulismo solamente que la sexomnia se caracteriza por la práctica de estimulantes sexual. Varían entre la masturbación, el sexo oral, el coito anal o vaginal hasta cosas más sencillas como simples sonidos.

—Y... Y... ¿Puedo curarme?—El pelinegro estaba pálido. Estaba sorprendido. La doctora se encogió los hombros.

—Ni siquiera se conocen las causas concretas que lo originan. tampoco la solución. Es cuestión de control.

—Pero, debe haber una manera de evitarlo... No puedo estar así para siempre —La doctora sonrió suavemente y se encogió los hombros.

— A menos que la idea de dormir encerrado bajo llave te agrade, tendrás sexo con desconocidos Inconscientemente, Mientras duermas.

𝗦𝗘𝗫𝗢𝗠𝗡𝗜𝗔  (𝗥𝗢𝗗𝗥𝗜𝗩𝗔𝗡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora