Sexo y Sexualidad

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La sexualidad es una de esas cosas que todo el mundo sabe lo que es, pero que no es fácil definir: la vivimos, la sentimos, la experimentamos y sabemos que afecta a nuestras relaciones con los demás. Sin embargo, tal vez por este conocimiento intuitivo que tenemos de ella, la sexualidad también genera un montón de dudas o de confusiones. Además, la sexualidad es ambigua, porque para cada persona significa cosas diferentes.

No confundas sexo y sexualidad

Sexo es lo que nos distingue como hombre o mujer, en función de ciertas diferencias en los caracteres celulares, morfológicos, fisiológicos y psicológicos.

La sexualidad es un concepto distinto, más rico, que no se reduce a los órganos genitales. Es una dimensión humana que representa todo nuestro ser. Todo nuestro cuerpo es sexuado; esto implica que podemos obtener placer a través de cualquiera de sus partes, desde la piel hasta los propios genitales.

La sexualidad es

• Una fuente de comunicación y placer.

• Una forma de expresar la afectividad.

• Una manera de descubrirse a sí mismo y al otro.

• La satisfacción del deseo y del impulso sexual.

La sexualidad también puede ser una actividad reproductora cuando libre y responsablemente se desee asumir.

Porque sexualidad y reproducción no son lo mismo, ni tienen necesariamente que ir ligadas, el objeto de la planificación familiar es:

• Poder disfrutar de la sexualidad en su riqueza y amplitud, desligando la actividad sexual de la reproductora.

• Poder decidir el momento de tener un hijo.

La sexualidad, en definitiva, es un concepto siempre abierto y, en gran medida, muy personal: la idea que cada persona tiene de la sexualidad depende de su carácter, de su situación afectiva y social, de la educación que ha recibido, de su modo de pensar, sentir y relacionarse con los demás. De ahí que, aunque tenemos sexualidad desde que nacemos, la forma de entenderla y manifestarla constituye un proceso de aprendizaje, condicionado por la educación sexual y las vivencias personales.

La sexualidad forma parte del ser humano desde su concepción, evolucionando a lo largo de la vida y el entorno social condiciona este desarrollo.

Los conocimientos sobre la sexualidad y las actitudes varían según la edad, el sexo y el nivel sociocultural. Por lo tanto surgen dudas ante concepciones negativas, informaciones y creencias erróneas que limitan la capacidad de tomar decisiones respecto a cómo vivir tu propia sexualidad.

En estos momentos la sexualidad en los adolescentes y jóvenes está mediatizada por la televisión, cine, publicidad,... hacia el acto sexual, pero esto es sólo una parte de un todo mucho más complejo estimulante y enriquecedor para el individuo (como la amistad, las relaciones con otros, el sentimiento de afecto, cariño, complicidad y comprensión entre dos personas). La sexualidad en el ser humano es bastante más que el coito y, expresiones como abrazos, caricias, besos forman parte de la relación sexual y son tan satisfactorios como las anteriores.

La sexualidad incluye todo un mundo de relaciones afectivas y sentimientos que constituyen una facultad humana esencial.

Una sexualidad saludable nos permite disfrutar de una vida plena.

LO PRIMERO, ES INFORMARTE ADECUADAMENTE.

Seguro que habrás oído comentarios como...

• "Los jóvenes no necesitan información sobre la sexualidad "... Los jóvenes tienen una gran necesidad de información en este aspecto y lo más probable que si no se les da, la reciban de fuentes inadecuadas independientemente de que los adultos quieran o no, generando con frecuencia dudas, ideas erróneas, miedos y falsas expectativas.

¿Vale la pena la educación sexual?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora