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CAPITULO DIEZ
La primera hija
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Si bien el matrimonio de Laenor y Naerys era muy extravagante, no solo porque Naerys era una joven mujer de veintiséis años y su joven esposo de veintidós quienes poseían una vida mas que activa en cuanto la noche llegaba. Uno de los requisitos de Laenor era que tan pronto sus primogénitos tuvieran la edad necesaria para viajar visitarían a su hermana mayor, lady Laena Velaryon quien ahora estaba casada con Daemon quien alguna vez había sido el gran amor de la vida de Naerys.
— ¿Tienes todo? — Clarie una de las criadas que estaban al servicio de Naerys estaba haciendo las maletas de los pequeños príncipes, la misma quien había ayudado a Naerys a traerlos al mundo —
— Si, princesa — la joven castaña le dedico una corta sonrisa —
— Bien.
En cuanto cayo la tarde el barco ya había zarpado, los dragones Seasmoke y Sarys sobre volaban el navío, en cuanto llegaron a Pentos, fueron recibidos por el príncipe de la ciudad quien los llevo hacia el matrimonio recién formado de Laena y Daemon.
— Oh, hermano! — Laena corrió hasta su hermano quien la recibió con los brazos abiertos de par en par con un Aelon medio dormido, Naerys y Daemon solo se miraron en silencio. ¿Que mas podrían hacer o decir? — Ven vamos a cenar — tomo su mano y lo guio hasta el comedor, Naerys tenia en brazos a Baelor quien le sonreía al príncipe —
La cena fue incomoda por un lado Naerys jugaba con su primogénito y este reía con felicidad bajo la mirada de amor de Laenor y de deseo de Laena por el otro estaba Daemon celoso de la vida que pudo tener, de la que deseo y la que sigue deseando.
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