敗北を知らない彼

Capitulo 17

- Y básicamente eso paso.

Siesta estaba un poco incrédula a lo que decía su señorita.

Si bien a estado actuando raro ultimamente, pero no esperaba que fuera por esa razón.

También estaba el hecho de que podría ser un tema de nobles, pero sí de la nada le dicen a siesta que a la persona que ha estado sirviendo tenía un sirviente más en forma de espada, muy posiblemente no estaría tranquila.

Siendo ese el caso, esperaba que no fuera más que una broma para encubrir el cómo estudia, en general la nobleza suele tener las excusas más elaboradas para cosas simples.

- Señorita cómo está segura de que no es un demonio que la llevara por el mal camino.

Louise no estaba muy segura de cómo explicar esto. Quedándose un poco en blanco mientras trataba de hilar una idea coherente que no la hiciera ver cómo una idiota que se dejó llevar por un precio en rebaja.

- Bueno esto... Es algo complicado de explicar.

- Señorita, se que no soy la más inteligente del mundo, pero hasta yo se que una espada que habla es lo mas inverosimil que puede haber.

Siesta tenía un punto, y Louise tampoco tenía una mejor manera de expresarse. Así que sin más remedio procedió a contarle al menos lo que la espada le había contado, su nombre y su pasado así.

- Señorita, estoy muy segura de que todo eso puede ser un engaño.

Siesta volvió la mirada muy molesta a la cosa que se mantenía recargada en la mesa, por mucho que ella no quisiera que estuviera siquiera en su línea de visión.

- Pero no tenemos de otra que creerle solo un poco.

Louise pensó en un modo de poder hacer que esto fuera lo menos incomodó que pudiera mientras estos dos estuvieran juntos, pero no estaba segura si sería una buena idea dejarlos juntos por mucho tiempo.

- Me está llamando mentiroso?

Louise por un instante se congeló por la repentina voz que le llegó desde atrás.

- Señorita, no puedo estar completamente de acuerdo con esto.

- Se que es algo difícil de creer, pero al menos puedes hacer el intento?

Siesta se quedó un momento estudiando la expresión de Louise, mirando esos ojos brillantes que le aseguraban que todo estaría bien, tratando de hacer que aceptara la idea de tener a una existencia tan aberrante como esa espada.

Si bien podria ser posible que en algun momento esto fuera de conocimiento común, siesta no contaba con esta información así que no importaba como lo explicara Louise no podria convencer a Siesta de que no era peligrosa.

- Si usted lo desea, haré un esfuerzo.

Siesta se comprometió a por lo menos soportar la idea de que un objeto maldito estuviera colgando de la espalda de su señorita.

Louise no teniendo motivos por los cuales mantener más este tema decidió dejarlo para después, que si bien habría problemas en el futuro ya los resolvería con el tiempo.

- Ahora vamos a dormir, mañana inician las clases y tengo una nueva rutina por la que acostumbrarme.

Siesta un poco reacia a dejar a su señorita estuvo de acuerdo con la idea. Que si bien se estaba haciendo tarde no era lo suficiente para que el toque de queda estuviera muy lejos.

- Descanse señorita.

Siesta salió de la habitación. Manteniéndose un poco pensativa delante de la