I hate coins

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Habían pasado dos años en los que no se había tocado más el tema hasta que seis meses atrás decidieron hacerlo, la persona que había sido la elegida, por una moneda, para salir embarazada iba todos los meses a cita médica para poder saber si podía llegar a estarlo, y si, ahora mismo miraba la prueba con los ojos llenos de lágrimas pero no por tristeza, si no la mayor felicidad que podía tener en toda su vida, hoy pasarían cosas buenas pero ésta a superado todas, se apoyó del lavabo y sonrió en grande, debía salir y decirle que todo salió como esperaban.

Al principio fue difícil pero luego de un tiempo comenzó a sentirse bien con la idea de ella ser la embarazada, sin importar todo lo que debía arriesgar para ello, porque quería tener un hijo con su novia, porque la amaba y deseaba poder darle todo lo que quisiera, en éste caso ambas querían dar ese rrab paso, luego de bastante tiempo de relación, además de que ya no eran tan jóvenes como quisieran ser, al salir del baño se la encontró y con un fuerte abrazo me hizo saber lo que habían estado esperando por medio año.

"Estoy embarazada". Susurró con una pequeña sonrisa en sus labios, la contraria la agarró en peso y dio vueltas mientras celebraba. "Ahora te toca tener el papel que tanto querías". Dijo en un suspiro cuando la bajó y la sentó en el sofá. "Soy la mujer más afortunada de este mundo". Estaba muy segura de ello, bajó la mano a su vientre y se quedó mirando a la mujer de su vida, Momo, que parecía estar más emocionada que cuando tuvieron su primera vez. "Te vas a doblar el pie o algo así, deja de saltar". Frunció las cejas.

Ya sospechaban que estaba embarazada por las actitudes de Minatozaki, se la pasaba casi todo el día de mal humor, tenía mareos y náuseas, casi siempre quería comer algo, cosa que no era muy normal en alguien que se cuidaba tanto, así que tampoco fue mucha sorpresa. "Hey". Se cruzó de brazos. "Yo puedo seguir bailando, solo te llevo un mes". Soltó una carcajada y negó con la cabeza, era la chica más linda que existía en todo el mundo. "¿Cuándo fue que dijeron que venían?". Se encogió de hombros y miró el reloj del teléfono, se supone que ya deberían estar ahí.

Se preocupó pero lo dejó pasar, aunque habían llegado ayer por alguna extraña razón decidieron ir a su casa el día después, o sea hoy, estuvieron todo el día diciendo excusas que parecían la cosa más graciosa del mundo y que se suponía debían creer pero cada cosa era más estúpida que la anterior, no esperaba menos de dos personas que no saben mentir con normalidad, aún así, decidieron creerles porque parecía que tenían una gran sorpresa que lo sacudirá todo, apretando los labios siguió con la mirada fija al reloj, escuchaba de fondo a su novia celebrando por lo del bebé pero ella seguía metida en eso, en:

¿Cuándo podré ver a Mina?.

Claro que estaba emocionada de estar embarazada y ser madre, porque sabía que era un nuevo comienzo de una historia alucinante pero aún así seguía pegada en saber más de una de las personas más importantes en su vida, su corazón se acelera cada que las agujas del reloj se mueven y ahora lo único que hay en su cabeza es eso, el saber en dónde se encuentra su mejor amiga y la pareja de ésta, no puede negar que le agrada Chaeyoung.

Es una chica muy buena que ha hecho feliz a Myoui y eso basta y sobra para que le caiga bien, espera que la haya tratado como se lo merece, así como ella lo hizo cuando vivieron juntas, porque si llega a recibir una sola queja, va a ir y asesinar a la coreana, le da igual lo que pasa después, siempre va a proteger a su pingüino porque es el ser más puro que conoce en todo el mundo, aún sabiendo de lo que es capaz de hacer para estar bien consigo misma, es menor y debe cuidarla.

"Mi amor". Dijo con un mohín, Sana no le estaba prestando nada de atención por tener los ojos fijos en un aparato que da la hora, parece que es la única que está emocionada por esa noticia que habían estado esperando por tanto tiempo, se sentó en el sofá y busco la forma de llegar al nivel de relación que parecía que tenía la menor, tampoco es que quería fastidiarla y conociendo a su nueva versión de seguro le pega un grito que la hace llorar. "Chaeyoung me acaba de avisar que vienen en camino". La peli gris al escuchar eso volvió a la realidad y sonrió en grande.

purple ; 𝘀𝗮𝗺𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora