Comenzaba otra mañana y me encontraba en mi camino hacia el lugar en el que estudio, la universidad de Tokio; pero antes de continuar con la historia permítanme presentarme, mi nombre es Aoi ___ tengo 24 años y originalmente vivía en la ciudad de Yokohama, fue tiempo después cuando concluí con mis estudios de preparatoria que decidí mudarme de la casa de mis padres y venir a vivir a Tokio de manera independiente, además de esto, trabajo en una tienda de ropa masculina en uno de los tantos centros comerciales de esta ciudad; en cuanto a mi físico mido 1,63 m, tengo cabello castaño, ojos miel y un cuerpo un tanto voluptuoso, aunque no me malinterpreten no soy una chica a la que le agrade enseñar. Pero en fin volviendo al presente luego de pasar el vecindario en el que vivo, llegué al cruce que me llevaría a la universidad en el que me detuve debido a la gran cantidad de tráfico que fluía a esa hora de la mañana.
Todo iba normal, o eso creía yo hasta que al levantar la cabeza mis ojos se fijaron en un grupo de jóvenes de ¿preparatoria? o eso parecía pues se veían un poco más jóvenes que yo, aunque dejando eso de lado lo que más generó inquietud en mi fue el fijarme más exactamente en uno de los jóvenes que iba a uno de los extremos del grupo: alto, cuerpo trabajado, no muy voluminoso, cabello negro y peinado en un rodete, piel pálida y ojos ámbar. Hermoso, fue el primer adjetivo calificativo que vino a mi mente, seguido a una extraña sensación la cual hacía mucho tiempo no sentía, así es, la jodida atracción. Fue entonces cuando la luz del semáforo cambió y automáticamente me moví, mi corazón latía muy fuerte, así que mientras iba pensando en que nada más podría afectarme, él junto a su grupo pasaron a mi lado siendo el aroma de su colonia el que por un momento me dejó inmóvil, por lo que agradecí cuando mi sentido común volvió, permitiendome continuar con mi camino diciéndome internamente que debía estar loca al sentir este tipo de cosas por alguien a quien veía por primera vez.
Ya un poco más tranquila logré llegar sin más contratiempos a la universidad, donde entré al aula correspondiente para mi clase de hoy tratando de no pensar en el suceso de antes. En ese momento agradecí por primera vez la aparición un tanto molesta y más enérgica de lo normal de mi amiga Konohana Akari.
- Aoi saan~ , que bueno verte ¿Cómo estás? - Dijo la rubia, a lo que contesté un tanto sin ganas como siempre.
- Lo mismo digo Akari, estoy bien, un poco cansada eso es todo.
- ¿Puedo saber la razón?, será que... ¿no estás durmiendo lo suficiente? o ... ummm ... ¡ya sé! ¿te enamoraste? - Exclamó de manera juguetona. Por lo que al oírla decir esto negué, contestándole.
- Puede que no haya dormido lo suficiente, pero no es nada no te preocupes ya pasará.
- De acuerdo Aoi san pero trata de no descuidarte ¿ok?- Solamente asentí, para seguidamente sacar mi agenda de apuntes de mi mochila para tomar nota de lo que explicaba el profesor, quien no hacía mucho había entrado al salón.
....
Las clases transcurrieron con normalidad y la jornada llegó a su fin. Salí del edificio acompañada de mi amiga hasta llegar a la parada de autobús donde esperaría uno para ir a mi trabajo.
-Nos vemos Aoi, cuídate- se despidió la rubia agitando su delgado brazo, gesto al cual correspondí para luego sentarme a esperar el autobús.
Continuará.
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Anhelo (Suguru Geto y ___)
FanfictionEl sentimiento que le producía a ___ el ver a ese chico pelinegro era tan intenso que si la chica contara lo que sentía podían llegar a decirle que era una simple obseción o capricho , cosa que no era así convirtiendose para ella en algo mucho más...