La de flequillo miró el cielo, era primera vez que se quedaba hasta tarde en YG School y sinceramente era hermoso. Desde la azotea podía ver toda la ciudad de Seúl bañada bajo un cielo naranja.
La puerta detrás de ella se abrió de golpe, chocando contra la pared y la respiración acelerada de una chica rompió el silencio del lugar, sin embargo Lisa no se volteó.
—Lisa...
—¿Unnie?—preguntó, la pelinegra detrás de ella no podía verla, pero estaba sonriendo —, Jungkook se lo dijo, ¿no? Ese idiota no sabe guardar un secreto.
Jisoo sonrió ligeramente y caminó hasta ella, posicionándose al lado de Lisa, sin mirarla, solo mirando el cielo en donde ya podían ver la luna creciente, se estaba haciendo algo tarde.
—Eres Lalisa Manoban, tienes 17 años y amas bailar—relató de forma suave —, naciste en Tailandia pero estás aquí porque tú padre es un chef reconocido con su propio línea de restaurantes. Tienes un grupo de baile formado por los mejores bailarines de la escuela, la mayoría de ellos son tus dongsaengs, son; Lee Minho, Lee Felix, Choi Yeonjun, Hirai Momo y Jung Hoseok.
—Sabe mucho de mí, unnie—la volteó a ver —, pero le faltó algo.
—Estás enamorada de una linda chica de 19 años que está a punto de salir de la escuela, y va a estudiar actuación una vez salga.
Lisa asintió —Usted me gusta, ¿ya sabía eso, unnie?
La mayor soltó una leve risa, y pasó su brazo por los hombros de la pelirroja, atrayéndola a ella.
—Eres muy linda, ¿Lo sabías? Oh, ¿también sabías que eres completamente mi tipo? Y, para acabar, ¿sabías que me gustaría que fueras mi novia?
Lisa rió, y la miró alzando levemente su ceja —¿Sabía que me gusta desde quinto grado?
Otra vez, ambas rieron.
Nadie dijo nada, no había necesidad de decir más palabras en ese momento. Finalmente la luz del sol había desaparecido y solo quedaba la noche bañada de estrellas.
Allí mismo, el la azotea de la escuela sin saberlo, dos chicas se dijeron su amor sin decirse ni una palabra. Todo empezó a través de cartas, y todo terminará con en suave beso, un beso que ninguna jamás va olvidar.
Lisa, jamás olvidará ese momento, porque su querida unnie la estaba abrazando, le había correspondido y eso era un sueño.
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Querida unnie...
Te amo.
Atte; Lisa
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