¿Estoy enamorado?

Capítulo 8:Flores y polvo

Ya pasó un mes desde que la peliblanca y el demonio empezaron a convivir

Durante ese tiempo, entre los dos crearon una rutina

Durante el día el pelinegro se la pasaba con la ojiazul, ella siempre parecía estar cómoda con la precencia del mayor y el, con tal de no aburrirse, se quedaba a su lado

En la noche el hombre salía a buscar su tan añorada flor mientras la peliblanca se quedaba en casa limpiando y leyendo algunos libros

Era una mañana como cualquier otra, con la diferencia de que en este día la peliblanca no salió a entrenar después de desayunar

Al pelinegro le pareció un tanto extraña esa acción, durante el mes que ha estado con la chica todos los días sin falta salía a entrenar después de desayunar, ese era el primer día en que se rompía dicha rutina

-Kibutsuji-San- se escucho la voz de la ojiazul al otro lado de la puerta del pelinegro

-¿Me permite pasar?- Preguntó la chica

-Pasa- tras decir esas palabras la peliblanca agradeció en bajo y abrió la puerta

-Vine a limpiar- la ojiazul consigo traía barios trapos, cubos de agua, escobas y algunos plumeros

-¿Eh?-

-Yo cada mes limpió meticulosamente toda la casa, si no le molesta me gustaría iniciar con su habitación-

*Todos los días limpia la casa y cada mes la limpia a fondo, con razón esta tan impecable todo* pensó un tanto impresionado

-No tengo problema con que limpies- casi al instante de que dijo eso, la peliblanca se puso en acción limpiando

Primero quito todo rastro de polvo ya sea del piso, mesas, estantes o paredes con la escoba y los plumeros, siguió limpiando todas las paredes y pisos con los trapos y por último trajo unas flores rojas de afuera de la casa, las coloco en un florero y las acomodo en la mesa de la habitación

-Estas flores creo que me recuerdan un poco a usted- dijo la peliblanca terminando de acomodar el florero en la mesa

*¿La flor le recuerda a mí?* sintió un pequeño cosquilleo pero lo ignoro

-¿Porque te recuerda a mí?- le daba un poco de curiosidad el comentario de la chica, durante el mes que llevaba con ella se había dado cuenta que nunca decía nada con la intención de ofender o criticar, por lo general terminaba halagandolo así que le interesaba que tipo de cosa maravillosa diría de el está vez

-La verdad no tengo una razón en específico pero creo que es por el hermoso color rojo que tiene, me recuerda mucho al color de los ojos de usted y me parece muy bonito- exactamente como el pelinegro pensó, ella solo lo terminó halagado y fue un halago que de cierta forma le pareció adorable, aunque adorable no es una palabra que se repita seguido en su mente

-Y ¿Como se llama esta flor?- Preguntó con tranquilidad

*Quiero recordar el nombre de esta flor que segun ella se parece a mí*

-Pues es una Amaryllis roja, es una flor que me gusta mucho- dijo la chica con una pequeña sonrisa

*Amaryllis, tiene buen nombre* fue lo único que pensó el pelinegro

-Bueno, ya terminé con esta habitación pero como ya es hora de comer, iré a preparar la comida, ¿Le gustaría comer algo en especial? - volteo a ver al hombre ya estando en la puerta de la habitación

-Nada en especial- la chica solo asintió y se retiro

Después de comer la peliblanca se levantó de la mesa

-Si me necesita puede hablarme, yo seguiré limpiando- tras decir eso se retiro del comedor a seguir con sus labores de limpieza

*¿Porque se empeña tanto en
limpiar? * pensó el pelinegro y se retiro a su habitación

*Dejó todo completamente impecable* paso su mano por la pared

*No hay ni un rastro de polvo*

A lo lejos se podía escuchar como barrian y tallaban las paredes con gran dedicación

*Parece una loca limpiando tan dedicadamente todo* salió de su habitación y siguió el ruido

Al estar en la misma habitación en la que se encontraba la chica le habló para llamar su atención

-Jara-

La chica ante el llamado dejó lo que hacía y volteo a ver al pelinegro

-Kibutsuji-San, ¿Nesesitas algo?- La ojiazul empezó a levantarse del suelo

-¿Porque te esmeras tanto en limpiar?- decidió preguntar sin más

La pregunta tan directa confundió un poco a la peliblanca, pero no mucho después contestó

-Pues, el polvo me es muy molesto, aveces hace que me pique un poco la nariz y su olor me desagrada, por eso mismo vivo en un lugar rodeado de flores- concluyó sin más la ojiazul

*No le gusta el polvo, solo por eso se pone a limpiar todo como una loca*

-Bueno, Kibutsuji-San, ¿Se le ofrece algo más?- Preguntó mientras tomaba un plumero

-No, nada más era eso- dijo y se retiro de la habitación

*Siempre contesta todo lo que le pregunto sin rechistar, ¿Si la convirtiera en demonio sería una sirviente leal? Sí, pero sería una molestia lidiar con ella en los primeros momentos después de la transformación* simplemente descartó la idea y dejó las cosas como estaban

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Publicó un capítulo después de tanto tiempo, pero bueno, aunque sea actualice

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Bye bye