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Lan XiChen cerró el libro de cuentos dando un profundo bostezo. Pensó que Lan Mei realmente accedería a dormirse si leía un cuento nuevo sobre princesas, pero sus ojitos brillantes color miel ahora eran un par de medias lunas, delatando la sonrisa que escondía bajo las sábanas. Era tan activa e igual de terca que Wei Ying cuando se trata de la hora de ir a dormir y despertarse.

"¿A-Die puede leerlo otra vez?" Susurró Lan Mei, cumpliendo con la única cosa que su padre realmente no quería que pasara. Al igual que Lan XiChen, empezaba a sentir el cansancio en su cuerpo, pasando su puño por sus ojos cada vez que comenzaban a cerrarse. Se negaba a irse a dormir.

"Meimei" murmuró XiChen "¿No prefieres que lo leamos mañana? Papá tiene mucho sueño y ya debemos apagar la luz."

"Pero... realmente me gusta. Aún no me quiero ir a dormir."

La sonrisa que Lan Mei ocultaba se deshizo cuando bajó la sabana, siendo reemplazada por una mueca triste. Lan XiChen sintió el peso de la desilusión de su hija sobre su pecho.

"Ya es muy tarde para leerlo otra vez. Gege también necesita descansar bien, seguramente no podrá hacerlo con la luz encendida."

Lan Mei miró a su hermano mayor dormido al otro lado de la habitación. A sus cuatro años era una fiel admiradora de su hermano, quien siempre la ayudaba y accedía a jugar con ella. ¿Cómo podría ella hacer algo tan horrible como dejar sin dormir a su gege? Ya lo ha molestado varias veces antes con dejar la luz prendida o para dormir junto a él en su cama. Sin embargo, Lan Mei no sabe que su hermano está más que encantado de dejarla dormir con él si ella se lo pide o dejar la luz prendida si de esa forma ella puede dormir mejor, aunque Lan Yuan fuera en esos casos el que no pudiera dormir del todo bien.

"Si MeiMei se va a dormir ahora, Bába y yo podríamos darte una sorpresa mañana..."

Los ojos de Lan Mei brillaron una vez más "¿Una sorpresa?"

"Sólo si te duermes temprano y apagamos la luz."

Meimei tomó su burro de peluche y se apresuró a recostarse, señalando con insistencia su frente. XiChen sonrió y besó la frente de su hija antes de arroparla bien y salir de la habitación tras apagar la luz.

"A-Die."

Lan XiChen fue llamado de nuevo sin siquiera haberse alejado de la puerta. Asomó la cabeza para mostrarle a Lan Mei que seguía ahí.

Lan Mei murmuró "No cierres la puerta..."

XiChen entrecerro la puerta para que pueda entrar un poco de luz a la habitación.

"Descansa, Meimei."

💠💠💠💠

"¿Que vamos a hacer qué?" Preguntó Wei Ying, saliendo del cuarto de baño.

Lan XiChen tuvo que repetirle lo prometido a su hija: "... Darle una sorpresa."

"¿No ibas a dejar de prometerle cosas cuando no quiere irse a dormir?" Preguntó Wei Ying.

¿Pueden culparlo? Es un hombre débil ante sus hijos y su hija le tiene miedo a la oscuridad. Un buen padre siempre buscará hacer feliz a sus hijos y XiChen sólo cumplía con lo que su corazón de padre y las muecas tristes de su hija le decían.

"Ya era su hora de dormir y me sentía demasiado cansado para volver a leer el cuento en ese momento. Se veía muy triste y sabes que no puede dormir con la luz apagada."

"Si tu tío viera esto..."

"Haría lo mismo" concluyó XiChen, rendido ante la verdad. Todos los Lan eran fieles devotos de Lan Mei, la niña que alegraba corazones de simples mortales con una simple sonrisa.

El Amor Es Física, El Matrimonio Química|XiXian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora