Otro día más en esta cárcel a la que el resto de personas llaman instituto.
Las vacaciones de verano terminaron para nuestro solitario Daniel, un chico de 16 años, con pocos amigos y una gran obsesión por los vídeo juegos. Se encontraba preparándose para comenzar de nuevo el instituto, al salir por la puerta de casa vio a Peter uno de sus amigos, juntos se dirigieron al instituto mientras hablaban de su verano, lo cual no era muy interesante.
Al llegar a su destino dieron un gran suspiro, entraron al edificio y caminaron hacia su clase, cuando entraron por la puerta vieron varias caras conocidas y algunas nuevas. Estos se sentaron en sus respectivos asientos y esperaron a que el profesor llegara.
. . .
La hora de salida llegó y cada estudiante de aquel instituto se fue directamente a casa, Daniel al llegar a la suya tiro la mochila a un lado y se sentó en la silla de su escritorio. En esta vio una pequeña carcasa de videojuego junto con una nota.
Papá: Hijo, mi jefe me a regalado este juego para ti. Espero te guste.
La curiosidad llego, encendió el ordenador y puso el juego en marcha. Al principio todo era normal, aunque se veía un poco pixelado, pero eso no le importo. Metió el nombre de su jugador; Dan_8 y le dio al play. Su personaje era bajito y con gorra azul, empezó a moverlo, este caminaba de una manera lenta como si le costara hacer lo. Más adelante vio un pequeño cofre, el cual abrió, de este salio una nota que decía...
Bienvenido a Sylverstown, Dan_8.
Hemos sido atacados por los Mogarts, un grupo de seres invasores. Necesitamos tu ayuda para liberar al pueblo de esta amenaza, si los vences serás bien recompensado joven guerrero. Pero si pierdes algo peor que la muerte te espera...
Para continuar pronuncia la palabra Sylverstianos.
Daniel al pronunciar estas palabras sintió una presión en el pecho que hizo que se desmayara, a los segundos abrió los ojos lentamente. Lo primero que vio fue un cielo azul con las nubes más blancas que había visto, este se puso de pie con cuidado y miró a su alrededor, no se encontraba en su cuarto sino en el videojuego.
Esto puso sus defensas al máximo, trato de llamar a sus padres, pero nada paso y con miedo empezó a avanzar, a lo lejos vio unas pequeñas casas de colores y formas particulares. Este decidió acercarse, cuando llego vio a algunas de esas casas destruidas, recorrió la pequeña aldea en busca de señales de vida, no dio resultado...
Un sonido lejano llamó su atención, al girarse en aquella dirección vio unas sombras bastante altas, cuanto más se acercaban mejor se vei a sus siluetas. Cuando por fin pudo verlas con claridad, vio a unas personas altas, de piel rosada, con armaduras y armas afiladas. Daniel entró en una de las casa para esconderse de esos seres, este espero a que se marcharan para poder salir y seguir su camino.
Al marcharse, este salió de su escondite. Decidió seguir a aquellas cosas, pero desde una distancia prudente. Pasó por varios lugares, pero había uno en especial que le llamaba la atención, era un castillo. Daniel quería seguir a los seres rosados, pero la curiosidad pudo con él, camino hacia el castillo, pudo ver aldeas destruidas y algunas quemadas.
Cuando finalmente llegó al castillo trato de entrar por la puerta, estaba cerrada. Miro por los alrededores y vio una ventana que estaba cerca de un árbol, con cuidado lo escalo y llegó a la ventana por la que entró. Dentro vio varios cuadros, la única diferencia que había era que tenían el pelo de colores diferentes. Subió por las escaleras y ya arriba del todo vio la habitación del rey, estaba todo patas arriba como si alguien hubiera entrado. Miro por toda la habitación hasta que su mirada se clavó en un punto fijo, había un cuadro torcido encima de la cama, Daniel se acercó y quitó el cuadro.
Detrás de este se encontraba una caja, en la que había una carta;
Si alguien lee esto, lo más probable es que los Mogarts ya me hayan ejecutado y lo único que nos queda es esperar al guerrero que nos salvará de esta invasión.
Por favor joven guerrero, sálvanos a todos.
. . .
Estaba atrapado en una jaula, no tenía escapatoria, solo podía aceptar su destino. Hasta que una luz se hizo presente en aquella oscura habitación, algunos de los aldeanos que ayudó por el camino, vinieron a salvar le de una muerte segura. Los pequeños aldeanos distraian a los Mogarts, mientras Daniel abría la jaula
La pelea se convirtió en batalla, los Sylverstianos le abrieron paso a Daniel, para que pudiera ir a la azotea del castillo y enfrentarse al líder de los Mogarts. Rápidamente subía por la gran escalera, al llegar arriba del todo vio al rey atado y al líder de los Mogarts apuntando le con una espada.
—¡Suelta le!— gritó Daniel enfadado.
—Mi nombre es Tatunn, líder de los Mogarts y tú serás mi siguiente presa después de este estúpido rey— Este alzó su espada para clavarse la al rey, pero Daniel puso su espada por el medio deteniendo lo, la lucha comenzó. Las espadas que empuñaban se movían ágilmente y al chocar sonaba un retintineo particular, la pelea era agitada y feroz, se movían por toda la habitación esquivando las espadas del contrario.
De un rápido movimiento, Tatunn le quitó la espada de la mano a Daniel, ahora este se encontraba indefenso, pero una idea vino a su mente. Corrió hacia la ventana y agarró la cortina, con ella envolvió a Tatunn cegando lo, este se tambaleaba de un lado a otro y Daniel con todas sus fuerzas lo empujo haciendo que cayera por la ventana. Tatunn había muerto...
La guerra había terminado, los Mogarts perdieron, estos huyeron del lugar al ver a su líder yacer en el suelo. Los Sylverstianos ya eran libre de la amenaza. El pueblo entero hizo una gran fiesta a su salvador, llena de colores. pero Daniel debía regresar a casa.
—A sido un placer estar aquí, pero ahora debo regresar— Este pronunció la palabra que le hizo llegar al videojuego. Al hacerlo apareció otra vez en su cuarto, miro al ordenador y vio unas palabras escritas...
YOU WIN.

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/|Mini cuentos|\
RandomEstas historias son mini cuentos, van a ser de todos los tipos. Espero que os gusten <3