Reina Moon SAGA MOON (libro 4)

5. ¡Ella no puede ser mi mate!

Mateo 

- ¡¿no puede ella ser mi mate?!- digo caminando de un lado a otro en mi habitación

- cálmate un poco Mateo, estas muy alterado- me dice Erick

- no puedo estarlo Erick, yo estaba seguro que Gianna era mi mate-

y claro que lo estaba

- pero desde que te transformaste o ella se dieron cuenta que no eran mates Mateo, ahora debes entender que Gianna no es la chica para ti-

- me niego, ella es la chica que quiero- digo

- pero no lo que la Diosa Luna quiere- 

-¿por qué tenemos que hacer lo que ella nos diga?- 

- ¿será porque ella es nuestra creadora?-

- desde pequeño, siempre me preocupe por Gianna, desde que mi tía Alexia estaba embarazada la cuidaba, sabía que ella sería importante para mí, ¿o me dirás que es instinto animal?- 

Erick solo queda callado

- no deberías de hablar así de la Diosa Luna- dice Jeffrey entrando a mi habitación 

- perdón, pero es la realidad, no acepto a mi mate, inclusive no sentí nada por ella cuando la vi-

-¿enserio?- pregunta Erick sorprendido

- lo que pasa es que estas enamorado de Gianna-

- pero aun así, cuando miras a tu mate no tienes ojos para alguien más- dice Erick

-no puedo estar con Brenda si yo estoy enamorado de Gianna- digo sentándome en la cama 

- me di cuenta que estas enamorado de Gianna, porque tu lobo la quiso marcar, pero debemos respetar los destinos de la Diosa Luna, por muy duros que sean- habla Jeffrey

- no puedo- digo

- claro que puedes y lo harás, ese es el trato que Gianna y tú tuvieron ahora como los adultos y ejemplos reales que son, deben cumplir su palabra- 

Jeffrey tiene razón, pero no puedo, me niego

- chicos no es por molestar, pero el Alfa y su familia ya llegaron- dice Valeria entrando a mi habitación

- no quiero ver a mi mate- digo

- debes que Mateo, pon de tu parte así como lo hará Gianna- dice ella saliendo de la habitación

- te esperamos abajo, y controla a Max- dice Erick

Diez minutos después estoy listo para bajar al primer piso, camino lento ya que no quiero ver a nadie no puedo soportar esta tristeza que tengo. 

- al fin llegas- dice Brenda levantándose de su lugar

- perdón por la demora, pero tuve que resolver unos problemas - digo

- no te preocupes hijo, es normal de ser un beta- habla la mamá de Brenda 

- bueno ahora que Mateo a llegado, podemos pasar a la mesa para degustar de nuestra cena- habla Gianna con voz firme, como si nada hubiese pasado

no puedo evitar mirarla, lleva un vestido corto hasta la rodilla de color negro, unos tacones negros que hacen resaltar el color blanco de su piel, lleva el cabello suelto pero bien peinado. Nunca voy a dudar de ella, es la chica que quiero y no puedo ni quiero perderla.

Caminamos al comedor para cenar, claramente Brenda se puso a mi lado, algo que tenía que disimular que me agradaba. David el hermano de Brenda me daba unas pequeñas miradas, cosa que no me daba miedo.