¿Qué es lo primero que vez en una persona?¿Sus ojos?¿Su mirada?¿La forma de caminar?¿La forma de hablar? la respuesta siempre es un "tal vez" pero para este chico solo bastó su aroma, su sonrisa, su corazón, tan noble, tan sensible, tan amable, es l...
Para una persona normal la forma más decente de despertarse es con el sonido de la alarma, una música o sonido no muy fuerte ni muy débil, pero para el pequeño omega pelinaranja ser "normal" no era algo que estuviera dentro de su diccionario, el cual se encontraba en su buro a lado de la cama con todas las palabras que conocía; pues ese día se despertó al son de "The Rumbling" con todo el volumen subido, mientras él iba abriendo los ojos tranquilamente, su hermana abrió la puerta de un solo manotazo.
—SHŌYŌ, APAGA ESA MÚSICA HORRIBLE— gritó la pequeña.
—No sabes apreciar la buena música— respondió en tono ofendido, mientras su hermana volvía a cerrar la puerta una vez apagada la alarma. —Bueno a levantarse y arreglarse—
El primer dia de clases suele ser poco interesante, las mismas caras, la misma charla de bienvenida; pero para el omega era un gran día pues empezaba la preparatoria en el mismo instituto al que asistió el "pequeño gigante".
—Shōyō, debes cambiar el sonido de tu alarma, los vecinos volvieron a quejarse— regaño la señora Hinata.
—Lo siento mamá, lo haré, pero como sabes es un día importante y no puedo llegar tarde— inquirió mientras depositaba un beso en la mejilla de su madre.
—Cuídate mucho mi pequeño—
Al salir de casa tomó su bicicleta y se puso en marcha hacia el instituto.
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En otro lado de la provincia, un azabache despertaba al son del sonido de una pelota rebotar, su alarma determinada, tampoco es una persona muy normal de digamos.
—Hermani...— iba entrando la hermana del alfa pero se quedó a media palabra tras ver a su hermano ya estirando de pie.
—Buenos días Miwa— saludó su hermano al verla.
—Aún no entiendo como eres capaz de levantarte con ese rebotar como alarma— hizo una mueca de intriga —Pero a lo que venía era a decirte que mamá y papá ya se fueron de viaje; yo me tengo que ir a la universidad y me quedaré en la residencia por los proyectos que tengo que hacer—
—No te preocupes Miwa, estaré bien— respondió cortante mientras tomaba el pomo de la puerta del baño.
En la familia Kageyama todos eran alfa a excepción de la madre que era beta, cuyas personas con este segundo género son muy pocas.
Para Kageyama Tobio el primer día de clases es como cualquier otro día, porque no puedes recordar la cara de personas con las que no tienes interacción... algo normal para él,pues no habla mucho.
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—Bueno eso es todo por hoy, se pueden retirar— la maestra se despidió de sus alumnos.
La mayoría de los estudiantes se dirigían a sus clubes, muy pocos se iban a casa, otros pocos se iban con sus alfas o sus omegas o mejor dicho sus parejas.
