No juzgues un libro por su portada ʰʸᵘⁿˡⁱˣ

Especial

El tiempo pasó volando. Félix estaba más que feliz, sus sueños poco a poco iban cumpliéndose. Ahora era un maestro de baile muy reconocido y Hyunjin se había graduado como un médico, así que, tenía de esposo a un médico profesional.

Así es, ellos se habían casado. Aún recuerda cómo por la emoción se lanzó hacía Hyunjin haciendo caer a ambos en la fuente del parque, por suerte el anillo no se perdió. Empapados llegaron a contarle a sus padres quienes al verlos sólo se echaron a reír felicitándolos. Dos días después ambos pescaron un resfrío.

Rió al recordar lo último. Por suerte ambos siguieron las indicaciones del pelinegro logrando curarse lo más pronto posible para ver los arreglos de su boda.

Llevó el anillo de oro a sus labios, dejando un dulce beso en éste. Una sonrisa se asomó en su rostro, tanto tiempo ha pasado que, naturalmente muchas más sorpresas llegarían con él. Llevó su mano a su vientre.

- Ya quiero conocerte, mi amor - sonrió.

Hace unos días había notado claros cambios en él, en su cuerpo. Y uno de ellos fue su incremento de peso, al principio casi se cae de la báscula cuando ésta le indico que había aumentado alrededor de 3kg en menos de un mes.  Lo dejó fuera de lugar al principio pues siempre había procurado comer sano y de vez en cuando un antojo suyo pero nada más.

Aumentado que junto a Hyunjin salían a correr por las mañanas antes de irse ambos a su trabajo. Lo dejó más confundido.

Fue que su amigo Jisung llegó con él a su rescate después de llamarlo desesperado que le dijo que se hiciera una prueba de embarazo. Recuerda haber reído como loco cuando se lo dijo, pero luego se calló cuando miro la cara de seriedad de su amigo.

Ese día estaban tomando vino y luego de escuchar lo que el castaño le dijo fue que regresó el líquido de su boca a la copa. Sus dudas al igual que sus ansias crecieron.

¿Un bebé? ¿De Hyunjin? ¿En él?

Compró una, nervioso se la hizo más el resultado fue negativo. Un poco desilusionado lo dejó siguiendo con su rutina de siempre.

Hasta el día que fueron a visitar a los padres de Hyunjin.

- ¿De verdad te sientes bien? - le pregunto preocupado.

- Cariño cálmate, estoy bien sólo tengo hambre no es nada - le dio un beso en los labios.

- Bien...

Hyunjin era médico, no era tonto. Había algo ocurriendo con su esposo, siempre se lo encontraba comiendo hielo porque según el rubio le tranquilizaba.

Tenía una ligera sospecha, incluso le dijo que se hiciera exámenes para comprobar si lo que pensaba era cierto. Más Félix dijo que sólo se debía al estrés que tenía.

No seguro del todo compró una prueba de embarazo que siempre traía hasta que la dejó en casa de sus padres la última vez que fueron. No volvieron a tocar el tema porque Félix se notaba mejor.

- ¡Bienvenidos! - su madre los recibió con una sonrisa - La cena está lista.

- Hasta que llegan, tu madre estaba a punto de llamarlos - ésta vez fue su padre quien habló - ¿Cómo te has sentido Félix? ¿Mejor?