-Tengo demasiado sueño, esta ha sido una semana bastante agitada. - decía Ron tendido en un sofá cerca de la chimenea, mientras Hermione le acariciaba el cabello.
-Lo sé - comentó la chica - es bastante difícil ponernos al corriente después del año que perdimos.
-Créeme Granger, no se perdieron de nada interesante. - añadió una voz desde el otro lado de la habitación, donde estaba estudiando.
-¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que dejes de llamarme por mi apellido, Pansy?
-Ya, ya. Lo siento Hermione, pero tienes que aceptar que hemos tenido un gran avance.
-Jajajaja eso si Hemrs las cosas han mejorado mucho entre ellos y nosotros. Mira que llevarnos bien con el grupo del hurón albino...
-¡Hey! - protestó Draco - ya te he dicho que no me digas así, comadreja
-Jajajajajaja sabes tan bien como yo, que te encanta ese apodo.
-Sabes que, no voy a dignificar eso con una respuesta. -respondió Draco con su aire de superioridad característico que ahora solo usaba como broma. Todos rieron ante su cara.
-Herms, cuéntame un cuento para que me duerma.
-¿Cuál quieres?
-Ammm no lo sé. Cuando visitamos al papá de Luna, Harry y tu mencionaron unos cuentos que no son de Beedle el Bardo, cuéntame alguno de esos.
-Claro. ¿Has oído sobre Rapunzel, Caperucita roja, Cenicienta o Blancanieves?
-Jajajajaja qué nombres tan extraños tienen. No, jamás los había escuchado.
Todos voltearon interesados, incluso Draco lanzó una mirada de curiosidad en dirección a ambos.
-Bueno pues, te contaré sobre ellas. ¿Alguien más quiere oír las historias? -preguntó Hermione al resto de sus compañeros. Todos los que estaban ahí asintieron y se pusieron en círculo alrededor de ellos. Todos excepto Draco quien, manteniendo esa fachada de tipo duro que tanto le gustaba, se limitó a jugar con su varita, sin embargo se acercó un poco para poder oír lo que dirían.
-Bueno comencemos. Tomen en cuenta que las historias que les contaré no son exactamente las que cuentan los muggles, le agregaré un poco de las cosas que he aprendido durante estos años en el mundo mágico, para que ustedes puedan entenderlas mejor.
Hace mucho tiempo en un reino muy lejano había un panadero muggle y su esposa, quienes eran muy felices pero deseaban más que nada un hijo.
A lado de su casa vivía una bruja que le gustaba la herbología y tenía su propio jardín en el cual cultivaba muchas plantas tanto muggles como mágicas. La bruja mantenía sus plantas bajo un hechizo para que la gente no se acercara, sin embargo la mujer del panadero admiraba sus hortalizas.
Un día la mujer muggle le dijo a su esposo
>>Cariño. En verdad se me antojan demasiado las hortalizas que cultiva la vecina, no he visto en el pueblo ningunas parecidas, por favor consígueme algunas.
>>Pero sabes que la vecina es una bruja, si me descubre robando en su jardín, puede hacerme algo
>>Por favor, sabes que no te lo pediría si no fuera importante. Consigue algunas para mi, ¿si?
El esposo aceptó y esa tarde decidió entrar al jardín de la bruja a robar algunas de sus hortalizas.
La bruja tenía hechizos protectores en su jardín por lo que, cuando el panadero entró, ella se dio cuenta, sin embargo vio que solo tomaba algunas plantas comestibles así que la primera noche lo dejó pasar. Lleno de valentía, el panadero entró la noche siguiente, la bruja notó que el muggle regresaba a robar más hortalizas de su jardín por lo que decidió salir a enfrentarlo amablemente.
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Habia una vez...
FanfictionHistoria donde Harry y Draco quedan atrapados en un hechizo que los obliga a ir pasando por los cuentos clásicos. Después de la guerra, solo algunos de los chicos regresaron para terminar su último año de estudios en Hogwarts. Como eran pocos, la pr...