La Doceava Vida de Severus Snape

Parte 0

Capítulo 0

"Seres inmortales y almas rebeldes"

P.O.V. Sor

¿Sabes qué eres? 

¿De dónde vienes? 

¿Cuál es tu propósito? 

¿Por qué vives? 

Todos los humanos alguna vez se han hecho alguna pregunta que lo  deja con más dudas que respuestas, y es normal, porque los programamos para que así sea, para que piensen y sean capaces de ver más allá del mundo tangible. 

Todas las preguntas que alguna vez haz hecho o harás tienen una respuesta y esas respuestas yacen en tu interior, no, no es nada filosófico, realmente están dentro de ti, bueno, técnicamente es así porque dichas respuestas están grabadas en tu alma y es tu deber encontrar la conexión con esta para así obtener las respuestas que tanto ansías, pero "¿por qué es mi deber encontrar yo las repuestas?" te estarás preguntando o lo habrás hecho alguna vez, bueno, porque de no ser así tu alma nunca podrá madurar y llegar a ser como yo, un ser inmortal capaz de crear otras almas mortales que con cada encarnación maduran un poco más hasta ser inmortales. 

Increíble, ¿verdad? Al fin tienes a algo a lo que aspirar después de tu inminente muerte. 

De nada. 

Ahora viene un gran "PERO" (siempre hay uno).

Pero ser un ser como yo es un proceso que tarda muchas vidas y adquirir la capacidad de crear almas es otro proceso aún mayor y mucho más tedioso, porque no, no todos los seres inmortales son capaces de crear almas, hay diferente tipos de seres inmortales y cuál serás tú lo escoges a lo largo de tus muchas vidas y las decisiones que tomes, pero ¿sabes qué es más difícil aún? Que cuando al fin ya seas capaz de crear un alma esta cumpla con aquello para lo que fue creada. 

—¿Qué haces, Sor? —cuestionó una voz suave tras de mí sacándome de mi monólogo interno. 

Como de costumbre estaba ocupando mi lugar en el Salón de las Visiones supervisando que todo fuera en orden en las vidas de mis creaciones. Todo estaba perfecto a excepción de una de mis creaciones. Solté un suspiro de frustración y me alejé del espejo en el que se podía apreciar el reflejo de un hombre que moría lentamente por el veneno de una serpiente mágica.

—Otra vez murió —dije con pesar apartando mi vista de aquel fatídico reflejo.

—Oh —fue la simple respuesta de mi visitante, no tenía ni que preguntar de quién hablaba porque bien sabían todos cuál de mis creaciones me ponía de ese humor cada vez que fracasaba en su misión de vida.

Y es que no era para menos, Sual, el alma que habitaba el cuerpo conocido en aquella realidad como Severus Snape, ha tenido la misma misión durante más de diez vidas y en ninguna ha estado cerca de cumplirla.

No lo voy a negar, más que lástima o desagrado sentía mucha vergüenza ajena hacia esa pobre alma (nunca mejor antes dicho). 

—Esta es la vez número once —me quejé con amargura —. Se supone que para este punto ya debería ser capaz de cumplir con las lecciones de vida, se supone que... —mi voz se fue apagando poco a poco demostrando mi agotamiento —. Solo quiero que tenga una vida feliz, solo una ¿es mucho pedir? —dirigí una mirada llena de rencor hacia el reflejo de Severus para ver cómo la luz finalmente se apagaba en sus ojos.