La Doceava Vida de Severus Snape

Parte 1

Capítulo 01

"Madurar"

Bien, estaba claro que su vida siempre había sido una mierda, pero tener que vivirla dos veces ya era demasiado.

Siendo aún adolescente y con recuerdos de una vida que aún no había vivido (y un cambio de imagen no deseado) Severus sentía que alguien en el universo en serio le odiaba lo suficiente como para hacerle vivir todo eso dos veces —o mostrarle lo que viviría, aún no estaba seguro—. Su mente era un revoltijo de recuerdos y sensaciones extrañas, se sentía como si estuviera fuera de su piel.

—¡Severus! —la voz de Lily se escuchó por todo el corredor, pero él no volteó a verla.

Sentía un nudo en el pecho que le hacía querer echarse a llorar cada vez que pensaba en Evans y había tratado de evitarla todo el día debido a eso, pero la pelirroja no tenía planes de dejarlo ignorarla, así que volvió a gritar su nombre un par de veces más hasta que lo alcanzó.

—¿Por qué no te detienes? ¿No me escuchas? Wow, tu cabello.

La pelirroja se quedó sorprendida al ver los mechones blancos que se escapaban de la capucha de su túnica, mientras que él permanecía estático en su lugar perdido en los brillantes ojos esmeralda de su mejor amiga.

"Te extrañé tanto" pensó dentro de sí "Pero la vimos ayer" le recordó una voz en su interior y otra vez regresaron esos sentimientos extraños, uno de ellos la nostalgia, como si llevara años sin ver a su mejor amiga y no un par de horas. 

—Juro que voy a matar a esos hijos de perra —de repente el perfecto rostro de muñeca de la chica se deformó en una mueca de ira y el mágico y melancólico momento se rompió.

Por suerte Severus la detuvo antes de que saliera a cazar las cabezas de los Merodeadores.

—No fueron ellos —le dijo con voz seria tratando de mantener a raya todos los sentimientos que se arremolinaban en su pecho.

—Si no fueron ellos, ¿Quién fue entonces? ¿alguien de Slytherin? ¿de otra casa? Dime, Sev y te juro que iré por ellos y los mataré uno a uno y...

"Ahí está mi fiera roja" pensó con ternura mientras la observaba divagar bullendo en ira y ganas de quemarlo todo.

Mientras Lily continuaba su monólogo —uno innecesariamente descriptivo y sangriento— acerca de cómo mataría a los culpables del estado de su amigo, Severus recordó todas las cosas hermosas que habían vivido juntos y lo que vivirían también y no pudo evitar sentir amor, un amor que iba más allá del tiempo y pronto se dio cuenta de que no era el tipo de amor que era romántico, sino que era el tipo de amor que un hermano sentiría por su hermana, ese deseo de querer cuidar, mimar y proteger, y aunque por mucho tiempo creyó que eran sentimientos románticos al fin entendió, en ese mismo instante, que solo veía a Lily como una hermana menor.

Una que, aparentemente, era capaz de asesinar a otros por él. 

Genial.

—Lily —le llamó suavemente poniendo fin de esta forma al interminable discurso homicida de la chica, en serio no entendía cómo era capaz de hablar tanto sin atragantarse o morderse la lengua.

La chica inclinó su rostro a un lado confundida. La voz de su amigo era suave y tranquila, hasta podría decir que sonaba relajado, contrario a su modo usual de hablar siempre resentido y enojado, con ese arrastre de palabras y tono pomposo y prepotente que había adquirido de su estancia en Slytherin. Ella lo estudió más detenidamente y notó las usuales ojeras que adornaban sus ojos oscuros que, por primera vez en años, parecían tener brillo y uno muy peculiar, también su postura se veía menos tensa, como si al fin hubiese dejado de intentar de parecer más imponente de lo que en realidad era, llevaba las manos guardadas en los bolsillos de su túnica y esta, a pesar de ser de segunda mano, se veía impecable al igual que el resto de su uniforme; seguía siendo su Severus, pero al mismo no lo sentía como tal.