2. Detectives por sorpresa💫

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El tren con destino a Daegu seguía su trayectoria en mitad de la noche pacífica y helada, mientras en su interior imperaban el caos y el miedo

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El tren con destino a Daegu seguía su trayectoria en mitad de la noche pacífica y helada, mientras en su interior imperaban el caos y el miedo.

El pánico se había apoderado de todos los pasajeros que se hallaban en el vagón restaurante, así como de los que solo habían oído los disparos desde sus compartimentos y no se atrevían a salir. Los gritos se sucedían cada vez que aquel energúmeno de traje y pelos de loco agitaba la pistola sin cuidado, amenazando a diestra y siniestra.

En un extremo del vagón, Hoseok seguía medio oculto detrás del doctor Min, quien sostenía fuertemente su mano para transmitirle seguridad. A poco más de medio metro de ellos se encontraban el ministro Park y el secretario Jeon, y entre los demás viajeros Yoongi vio a su amigo, el cantante Jin.

— ¡Hablen si no quieren morir! — vociferó de nuevo, pero la única respuesta que recibió fueron más chillidos y miradas de horror.

Entre los pasajeros se encontraba también el segundo maquinista del tren quien, alarmado por el ruido y las voces, había acudido a ver qué ocurría. Si pudiera regresar a la cabina de control, avisaría a su compañero de que era preciso ejecutar una parada de emergencia en la estación más cercana, pero resultaba complicado cuando esa salida estaba bloqueada por el tipo de la pistola. Además, el loco no le iba a dejar ir, y más sabiendo que si el tren se detenía el ladrón se le podría escapar.

— Señor Che, entre en razón por favor — le pidió una mujer mayor que parecía conocerle. — Déjenos marchar...

— ¡Cállese! Nadie va a salir de este vagón y mucho menos abandonar el tren hasta que me devuelvan lo que me han robado.

La puerta del vagón restaurante se abrió nuevamente y el poeta Kim Namjoon fue quien entró en esta ocasión. Cuando se percató de lo que estaba ocurriendo quiso retroceder, pero aquel hombre gritó que no se moviera nadie. Qué momento tan inoportuno había elegido para ir a por agua...

Yoongi dio un paso adelante entonces y tragó saliva porque el cañón del arma le apuntó de frente al percibir su movimiento, mas se mantuvo firme. Hoseok le apretó más fuerte la mano para que no hiciera nada, pero eso no detuvo al joven médico.

— Señor, creo que está cometiendo usted un grave error. Mire a su alrededor, todos estamos muertos de miedo; si el culpable estuviera aquí ya habría confesado.

— No lo creo, alguien tiene que saber algo. ¡Yo sé que alguno de ellos sabe algo! — gritó. Su frente estaba perlada de sudor. — Mi huevo de Fabergé no ha desaparecido por arte de magia. ¡Me lo han robado! Alguno de estos desgraciados es el ladrón... ¡Yo lo sé!

— Q-quizás si alguien revisara los compartimentos... — sugirió un hombre entre balbuceos.

— No me fío — bramó el tipo, sus ojos estaban rojos y desorbitadamente abiertos. — Quiero mi joya y quiero al responsable ahora. ¡Si no se entrega, los mataré uno a uno a todos!

Train to Daegu [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora