Los encantos de la casa Black

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Era demasiado fácil para Regulus conseguir lo que que quería, en realidad, toda su vida ha sido así.

¿Entonces qué era lo diferente esta vez? Lo diferente sencillamente tenía nombre y apellido: Severus Snape.

El Slytherin un año mayor que él, enemigo a morir de su hermano mayor, amigo de sus primas y mejor amigo del prometido de Narcissa. Un mestizo que a pesar de serlo, sabía que su madre recibiría con los brazos abiertos por ser el hijo de la difunta Eileen Prince, una de sus antiguas en Hogwarts.

Pero parece que acercarse a él es lo suficientemente complicado como para que se sienta frustrado con solo el pensamiento y sus amigos lo vean con rostros de pena por su situación. Detesta eso, él no necesita la lástima de ellos.

Pero Barty no hace más que rodear sus hombros con su brazo y atraerlo a la conversación, sacándolo de su línea de pensamientos tristes.

"¿Aún llorando porque Severus no te da atención? Pensé que ya habías superado eso" le dijo, aunque por lo menos tuvo la decencia de bajar la voz.

"Desde primer año me tiene a sus pies, ¿Qué esperas que haga, idiota?" Se quejó Regulus, haciendo una mueca.

"Mh, no lo sé, tal vez..." 

"Ser una persona normal y confrontarlo" lo cortó Evan dándole un mordisco a su pan de chocolate. La mirada que le dio Regulus ni siquiera movió un pelo en él. "Es la verdad, amigo. Llevas babeando por él desde que lo viste, podrías ser una persona normal y hablarle, es amigo de tus primas ¿no? Pídeles que te presenten y listo, todo será pan comido, así mira" Evan volvió a darle un mordisco a su pan, y recibió un golpe por parte de Pandora.

"Como les encanta molestarlo, como si ustedes no se hubieran tardado cinco años en darse cuenta de sus sentimientos por el otro" les recordó, y luego sus brazos cruzados se recargaron en la mesa. "Podrías empezar con algo sutil, creo que da tutorías de pociones"

"Pero él no las necesita" la cabeza de Barty se inclinó hacia un lado mientras intentaba entender el porqué del comentario de su amiga, y se fondo se escuchó una suave risa de Evan.

"No le gusta ni siquiera dar las tutorías, Avery me contó que el año pasado casi maldice a Mulciber por haber agregado semillas de anís a una poción por accidente" Regulus se acomodó hacia atrás en su asiento, sin dejarse caer pero logrando mirar el techo del Gran Comedor.

"Necesitas una buena estrategia, porque recuerda... Eres un Black" le recordó Dorcas, entrando por fin a la conversación.

"¡Eso es incluso peor! No me anima para nada" Casi lloriqueó el heredero de la casa Black.

"Tampoco esperaba que lo hiciera, pequeño Black" se burló la chica nuevamente, y esta vez llevó su mano hacia el cabello de Regulus, despeinándolo un poco, "sin embargo, recuerda que no solo eres un Black, eres el hermano de Sirius Black. Creo que sería más sencillo si fueras hermano de Narcissa, pero como no es así..."

"Tengo que lidiar con el desastre de mi hermano"

"¡Exacto!"

"Oh, será la operación: conquistar a un Slytherin gruñón" Nombró Pandora emocionada.

"Correción, Dora, recuerda que todos los Slytherins son gruñones" se burló Evan, "yo lo llamaría, 'Operación: Los encantos de la casa Black' por Regulus Black"

"Me gusta ese nombre" y a penas Regulus aprobó, pudo divisar al chico dueño de sus pensamientos levantarse con dos libros en sus manos, hablando tranquilamente con Narcissa.

Y Regulus se levantó de golpe, asustando a Barty a su lado, pero sin importarle mucho. Arregló su postura y observó a sus amigos de forma decidida.

"Voy a mostrarle a Severus que no soy como mi hermano, sostén mi varita, Barty, necesito pensar cómo hacerlo"

"Ya se le zafó un tornillo por tu culpa" dijo Barty, mirando a su novio.

Se levantó luego siguiendo a su mejor amigo hacia la biblioteca, porque este trabajo merecía dar sus frutos, y él siempre acompañaría a Regulus en lo que se planteara, incluso si era imposible como enamorar al chico más intocable de Slytherin, y tal vez de todo Hogwarts.