IV

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Caminaban juntos, muy incómodamente, había un silencio que invadía todo el lugar, mucha incomodidad.
Eduardo se movió ligeramente hacia la derecha para golpear con su hombro un poco a Elizabeth.
-Y... ¿Qué te gusta hacer?- Eduardo rompió el incómodo silencio.
-Me gusta ver películas ¿a ti?
-Leer libros.
-¿ES EN SERIO?-pregunto Elizabeth en un tono burlón.
-Sí, ¿a ti no?
-Ni de loca ¡Los detesto!
Se rieron juntos.
-¿cuánto tiempo llevas saliendo con tu novio?-pregunto Eduardo
-Dos meses, masomenos.-contesto Elizabeth con tono de aburrimiento.
-¿por qué no te escuchas feliz?
-No soy feliz, el no me entiende y siempre quiere todo a su manera, es aburrido estar así, de no haber sido por su culpa yo estaría echada viendo pelis y no en esta tonta iglesia rodeada de gente que no conozco-respondió en un tono de alivio, como si tuviera rato queriendo sacarlo.
-ya, te entiendo, yo tampoco he querido venir, he venido casi a rastras.
-¿volvemos adentro?-pregunto Elizabeth
Caminaron hacia la entrada de la iglesia, ahí estaba Daniel, con una cara furiosa viendo a Elizabeth y al chico alto que la acompañaba.
-Ahí esta mi novio, esta furioso.-dijo Elizabeth con tono de preocupación
-¿me pasas tu número? Así podríamos salir algún día a ver películas o por un helado - pregunto Eduardo a Elizabeth.
-Claro, déjame lo anoto.-
Eduardo acompaño a Elizabeth a donde estaba Daniel.
-Cuídala hermano, te la pueden robar.- dijo Eduardo a Daniel con una sonrisa en la cara.
Eduardo se alejó y volteo a ver a Elizabeth y le hizo una pequeña sonrisa y un guiño de ojo.
-¿Quién era y por qué estaban juntos?-pregunto Daniel enfurecido a Elizabeth.
-Un chico que he conocido cuando me has dejado sola ahí adentro.

Elizabeth tomo sus cosas y fue hacia la parada de autobús.

¿Qué nos pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora