ゐ ECLIPSE ☄️ ˖ ࣪ ٬

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Shõyo siempre fue una persona muy hiperactiva, le costaba concentrase en algo, (que no fuera el voleibol) como clases o incluso sus deberes en casa cuando su madre le dejaba encargado hacer la limpieza o lavar los trastes. Pero ese día en especial paso toda la tarde desde que salió de la secundaria hasta las 12 y media de la madrugada investigando sobre el autismo y las personas con TEA.

Leyó, leyó y releyo tanto hasta que los artículos, entrevistas a psicólogos y demás, se quedarán gravadas en su cabecita. Eran al rededor de las 2:30 am cuando su cabeza no daba para más. Aquel pequeño calló rendido a morfeo sobre su computadora la cual tiempo después se apagó automáticamente. Ya en la mañana se encontraba con una tortícolis del demonio, y tenía más ojeras que ojos en su carita, todo por tratar de comprender un poco más a su amigo de aquella rara condición.

Pese a todo aquello, el cansancio no fue lo suficientemente grande como para que no se levantará decidido a conocer más a el rubio, en el se encontraba una curiosidad muy grande por saber que cosas podrían ocurrir cerca del mayor. Hinata Shõyo era demasiado curioso, y el Tsukishima Kei era un nuevo tema en el cuál el pondría toda su atención.

No era que quería usar a Kei como un experimento social o algo por el estilo, el quería saber, siempre quería saber el " Porqué" de la cosas, eso a veces lo metía en problemas, pero el nunca aprendía de sus errores, Shõyo era terco también, y siempre lograba lo que se proponía. Demasiado codicioso, la determinación siempre la tenía al mil, o simplemente el rubio le interesaba más de lo que el cree, nadie sabe, ni siquiera el mismo sabe que cosas a veces está sintiendo.

— MAMÁ!! PORQUE NO ME DESPERTASTE!?! VOY A LLEGAR TARDÍSIMO! —Exclamo Hinata al ver la hora en el pequeño reloj que tiene sobre su escritorio, 07:30, tenia clases a la 8:00 y solo faltaban 25 minutos para que el portero decidiera cerrar la entrada de la secundaria y no dejarlo entrar hasta la próxima clase, así que se colocó el uniforme y saliendo como alma que lleva el diablo, corrió saltando los escalones de su casa hasta llegar al primer piso, tomando un tupper con comida que tenía una pequeña notita con "Shõyo bebé<3" en rojo, que le había dejado su mamá, para finalmente tomar si bici afuera de su casa y pedalear con todas las fuerzas que no sabia que tenía, llegando casi a tiempo y rogándole al don que lo dejase pasar o el director lo mataría por eso, ya era la tercera vez en la semana que llegaba tarde a sus clases matutinas. Subió tan rápido como pudo hasta su salón en el segundo piso, encontrándose con la increíble noticia de que su profesor estaba enfermo y no tendrían la primera clase.

— Tienen que estarme jodiendo ~ —Murmuro enojado el bajito, literalmente sentía que su corazón se saldría de su pecho por todo lo que corrió, y esa sensación de llegar tarde a clases que es sumamente estresante, para llegar y ver qué el profesor no iba a dar clases, era de lo peor.

— Ya que.... — Tomó su respectivo asiento junto a Kei, quién como siempre estaba en su burbuja, o así aparentaba, tenía un cuaderno con diseño de dinosaurios muy bonito, de esos que traen stickers y esas tonterías adorables, estaba dibujando pequeños animalitos, algún personaje de algún manga que Hina desconocía.

— Llegas 10 minutos tarde, si el profesor estuviera dando clases tendría que ir a la oficina del director a pedir nuevamente un pase, es la cuarta vez que llegar tarde — El rubio soltó de la nada sin despegar su vista de sus garabatos, solo hablaba, Tsukishima Kei rara vez hablaba, pero cuando lo hacía, hablaba hasta por los codos.

— Lo sé, lo siento. no volveré a llegar tarde a partir de mañana, lo prometo. — contestó el contrario haciendo un mohin.

— Llevas tres clases diciendo lo mismo. Es inútil que prometas cosas y no cumplas con ello, mi mamá dice que las promesas, aunque sean difíciles de cumplir, tenemos que hacer nuestro esfuerzo por lo prometido. — De repente el salón estaba en silencio, todos mirando al rubio quien ahora se centraba en ver al pelinaranja mientras tenían una conversación tan fluida y relajada.

— Está vez es enserio. Lo prometo. —le sonrió al de lentes que en cuanto acabo su charla con el más pequeño, volvió sus ojos sobre su cuaderno.

— Tiempo después se quedaron en silencio, a Kei le gustaba el silencio, era tranquilo, pero en ese momento se sentía incómodo, por lo que saco sus auriculares, colocando las canciones que su mamá le enseño cuando era pequeño, las cuales lo hacian sentir mejor. Shõyo se quedó dormido eno que tocó la tabla de su escritorio, Tsukki notando aquello cerró su cuaderno colocando sus brazos cruzados sobre la mesa y su cabeza sobre estos, en posición de descanso, mirando al pequeño Shõyo, quién esa mañana se cargaba las ojeras más grandes de que el rubio jamás vio. De repente sintió ganas de tocar el cabello naranja de este, se veía suavecito como el pelaje de su gatito, o el cabello de su mamá. O sus peluches de dinosaurios, pero se contuvo, recordó que su madre le hablo sobre que no podia ir por la vida tocando a las personas a su antojo sin antes pedir permiso. Y no podía despertar a Shõyo ya que recién se había dormido, entonces también recordó las veces que despertó a su hermano mayor a media madrugada llorando porque le había pasado algo, o porque tenía una pregunta que no le podía hacer ni a mamá ni a papá; Entonces su hermano le decía en un susurro casi grito, "No puedes despertar a las personas cuando recién se acaban de dormir a menos que sea una emergencia!"

—Bonito... —Susurro Kei antes de cerrar sus ojitos y dejarse llevar por la música y la paz que lo envolvió en ese momento



























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Cat_cromatic

U R O Kei? - Tsukihina [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora