Epílogo

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Gulf

Los periodistas agolpaban la habitación, los actores sentados frente a la mesa, sonriendo para las fotos. Gulf se sentía extasiado, después de un poco más de seis meses, al fin habían terminado de grabar la película y podría tener el tiempo libre que tanto había esperado.

—Ha sido un arduo trabajo —exclamó el director al micrófono— hemos hecho un gran equipo y ahora viene el trabajo de edición para que podamos anunciar el estreno.

—Esta es una pregunta para Gulf —dijo una de los periodistas— ¿Regresarás a casa ahora?

—Este es un gran país y amaría quedarme por un tiempo, pero mi visado no me lo permite, sin embargo, espero volver pronto, esta vez como un turista.

—¿Mew Suppasit tiene relación con esa decisión?

Sintió sus mejillas enrojecer, pero agradeció el maquillaje que no lo dejaría en evidencia y sólo sonrió.

—Tuve el agrado de compartir el tiempo con él durante estos meses, espero que la ONU le permita un tiempo libre para acompañarme cuando decida regresar.

Todos se largaron a reír y algunos periodistas quisieron hacer más preguntas personales, pero se les recordó que la conferencia trataba del término de grabación de la película y pronto estaban todos de pie, posando para las fotos.

Respiró aliviado cuando se subió al vehículo que lo llevaría hasta el departamento que compartía con su novio desde que llegó a Ginebra. Aunque Mew no estaría en casa para recibirlo.

Sabía que no era justo comparar la relación que tuvo con su ahora exesposa a la que tenía con Mew, pero a veces recordaba lo fácil que era convivir con ella, porque nunca tenían problemas, cada uno tenía sus tiempos de trabajo y compartían lo que les quedaba, incluso a veces ni siquiera eso. Sabía que desde fuera la gente los veía como una pareja ideal, que se amaban y cuidaban, pero la verdad es que solían ser tan indiferentes el uno con el otro que no era capaz de entender cómo duraron tanto. Por eso no pudo culparla por serle infiel.

La firma de los papeles de divorcio y el anuncio público del término del matrimonio fue un trámite. Aunque muchas fans no podían creerlo y se formó un caos en redes sociales, al final la respuesta de cada uno fue la misma, sus trabajos los distanciaron y de pronto se dieron cuenta de que no había una relación que salvar, que seguían siendo buenos amigos y esperaban lo mejor para cada uno en sus vidas venideras.

Jeff significó algo más complicado que requirió de muchas conversaciones y verdades no dichas durante años, rencores que cada uno se guardaba, porque, aunque hayan sido criados como hermanos, Jeff siempre sintió que estaba en segundo lugar, cuando Gulf decía haber hecho todo lo posible por verlo feliz, sobre todo después de la pérdida de su padre. La distancia entre ambos dolía y su mamá lo llamaba diciéndole que debían arreglar las cosas, pero Gulf entendía que ambos necesitaban un tiempo para sanar sus propias heridas antes de volver a ser algo parecido a lo que eran o, quizás, una relación completamente nueva, desde cero.

Quien siempre estuvo ahí, fue Mew.

Gulf entendió que eso de que el amor basta para que todo sea un dulce deslizarse por la nueva vida en común, era una mera historia de cuentos.

Al principio todo fue hermoso, sobre todo los besos. Caricias con las que soñó años atrás, la realidad era mucho mejor y el calor de su cuerpo al reaccionar al deseo en los ojos de Mew, su propio deseo ardiendo bajo la piel. Riendo cuando Mew le dijo que debieran esperar, tener un periodo de romance y coqueteo, como una pareja normal, lo que se convirtió en el juego de Gulf por tentarlo y hacerlo desistir.

Y fue glorioso, no estaba seguro si por el hecho de tener sexo con un hombre o que haya sucedido con el que había sido su amor platónico desde la adolescencia.

Verdad o Reto - MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora