Los gemelos Hwang - [Hyunho]

Capitulo 9

Ingresar en aquella casa le produjo un sentimiento de falsedad. Era la primera vez que conocía aquella sensación. Aquel palacio le pareció demasiado grande, demasiada seriedad en la cara de su padre y demasiada rigidez en la de su madre. Negó con la cabeza, estaba siendo absurdo.

- ¿Cómo va todo? - Preguntó el señor Hwang al ver a su hijo ingresar a la sala donde se encontraba con su esposa.

De pronto, Hyunjin sintió asco. Asco de su padre y de él mismo. Asco de aquel lujo y esplendor del que fue su hogar. Se asustó, porque él jamás pensó aquellas cosas antes en su vida. Hyunjin admiraba a su padre, pero de pronto le molestaba verlo.

- ¿Dónde pasaste la tarde? – Preguntó su madre.

-Por ahí...

- ¿Solo? –Insistió la mujer.

-Sí.

Era la primera vez que mentía. No supo si lo hizo por sí mismo, por su hermano o por Minho. Hyunjin hubiera querido ser el hombre que aparentaba frente a Minho y de esa forma poder amar... ¿Amar? ¿Existía el amor en realidad?

-Pareces un poco ausente. –Dijo su madre. Fingió una sonrisa y se giró a preguntarle algo a su padre.

- ¿Cuándo vuelve Sam?

-Supongo que mañana o pasado mañana. Según parece la está pasando muy bien en Nueva York, ya tendría que haber estado acá ayer por la noche.

¿Qué pasaría en el futuro? Si Sam, como decía Minho, no se disculpaba por sus ausencias no habría problemas de que lo descubriera. Pero si lo hacía... ¿Qué reacción tendría Minho? La respuesta no le gustó. No quería el desprecio de Minho, eso iba a dolerle como nunca nada le había dolido en la vida antes.

Cuando su madre salió de la habitación su padre se acercó de inmediato hacia él.

- ¿Cómo van las cosas con el modelo? –Hyunjin alzó una ceja. Tenía que pensar bien la respuesta- ¿Saliste hoy con él?

-No. –Mintió- No.

-Hyunjin...

-No me gusta lastimar a una persona indefensa.

- ¿Desde cuándo te importa eso? –Preguntó su padre dándole una calda al cigarrillo.

-No sirvo para esos juegos, papá.

-Hyunjin, me sorprendes. Esos chicos no tienen sensibilidad. Es estúpido que sientas algún tipo de pena.

¿Qué no tenían sensibilidad? Eso era una mentira. Hyunjin lo creyó así también, pero aquello no era cierto. En aquel pelirrojo había un mundo lleno de emoción, sencillez y sensibilidad. Hyunjin sabía eso.

Sin proponérselo el recuerdo del beso apareció en su mente. Aun podía sentir los labios de Minho temblar bajo los suyos, esa sensación le producía una emoción recién descubierta.

-Ya te lo dije. -Habló serio su padre- Haré cualquier cosa antes de consentir que mi hijo salga con un modelo.

Hyunjin sintió asco. Asco de aquella falta de consideración con los deseos de los demás, sin darse cuenta de que semanas atrás él pensaba lo mismo que su padre.

-Vos y tu hermano están en este mundo para algo mejor. Me entendes, ¿verdad hijo?

-No podemos evitar que Sam elija de quién se enamora. –Dijo- Él no es como nosotros.

-Tu hermano cambiará. No tiene otra opción.

-Ya sabes que Sam tiene un modo de ser y pensar muy particular. –Trataba de convencerlo Hyunjin.