Epilogo

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[Meses más tarde]

Una día, el señor Hwang interrumpió en el salón de la casa de su suegra donde casualmente se encontraban Hyunjin y Minho pasando la tarde con la mujer.

- ¿Ya saben lo que pasó? - Preguntó bastante enojado y alterado.

- ¿Perdiste la empresa? –Preguntó la anciana.

-Menos bromas, mujer.

-Es que pareces tan desesperado. –Se burló esta.

- ¿Qué pasó, papá? –Intervino Hyunjin antes de que comenzaran a pelear aquellos dos.

-Tu hermano.

- ¿Tuvo un accidente?

-Ojalá, eso sería menos peor. –Exclamó molesto- No, el estúpido de tu hermano se casó.

- ¿Qué? –Dijeron Hyunjin y Minho al mismo tiempo bastantes sorprendidos por la noticia.

- ¡Que divertido! –Exclamó emocionada la mujer.

- ¿Cómo? ¿Con quién? –Preguntaba Hyunjin sin entender nada.

-Se casó sin decir nada. Hoy temprano en la mañana me envió un mensaje diciendo que se iba de viaje de luna de miel. –El hombre parecía preso de un ataque en ese instante- ¿Y sabes con quién se ha casado?

La abuela se reía, se estaba divirtiendo con la situación. Y lo que era más curioso aún era que incluso Hyunjin también encontraba divertido aquello, aun por encima del tremendo disgusto de su padre.

- ¿Con quién se casó? - Preguntó al fin Hyunjin. El señor Hwang aflojó el nudo de su corbata antes de responder.

-Se casó con su secretaria.

-Qué novelesco. –Añadió la mujer divertida aun por todo- Espero que te prepares para recibirlos cuando regresen de su viaje de novios. Sam es un gran defensor de nuestros intereses económicos. No creo que puedas privarte de sus servicios.

-Mierda. –Exclamó entre dientes el hombre.

-No podemos sentir pena por vos, querido. –Rio la anciana tranquilamente- Estamos todos muy contentos. ¿Verdad? –Preguntó mirando a Minho y Hyunjin- Ante todo el amor.

-Sos una vieja sentimental. –Rechistó molesto el hombre y seguidamente salió del lugar dando un portazo.

-Estamos de suerte. –Dijo Hyunjin- Todos hicimos en la vida lo que nos pidió el corazón. Tengo muchas ganas de besarte ahora, Minho.

-Hyunjin...-Exclamó Minho con vergüenza ya que estaban frente a la abuela de este.

-No se molesten por mí. Yo miro para otro lado. –Comentó divertida- Me gusta su amor. El día que me muera pongan un gran cupido sobre mi ataúd.

~

En algún lujoso hotel de una paradisiaca isla Sam besaba a su secretaria, o mejor dicho esposa.

- ¿Qué va a decir tu padre? –Preguntó la joven.

-Te amo, mi vida. –Dijo Sam ignorando su pregunta.

-Pero tus padres...

-Te amo. Ámame vos...

Ella lo amaba. Había esperado tanto tiempo a que su jefe se le declarara, y un día, casi inesperadamente, su jefe se convierte en su marido.

Un mes después, cuando regresaron a Corea, un grupo de personas los esperaban en el aeropuerto. Su esposa lo tomó fuerte de la mano, los nervios recorrían todo su cuerpo.

-No tengas miedo. –Susurró Sam en su oído luego de depositar un pequeño beso en su mejilla- Cuando esta mi abuela presente, significa que todo va a ir bien. Y no olvides una cosa. Soy el mejor abogado que tienen y la empresa me necesita. Eso lo sabe bien mi padre.

Hyunjin sonrió cuando cruzó mirada con su hermano y este le guiñó un ojo divertido por lo que les esperaba a continuación.

Al final los dos habían obtenido aquello que su vida tanto había necesitado. Se podría decir que todo les había salido bastante bien a los gemelos Hwang.

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Los gemelos Hwang - [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora