Escribo esto como un grito ahogado desde lo más hondo de mi ser, principalmente porque soy incapaz de extraer de mí todo el amor que siento dentro por este el mundo en el que vivo, ojalá ser capaz de vivir siendo la luz del resto de personas, ojalá pudiera por fin dejar de ser el hombre más hermético del mundo, ni siquiera convertirme en un santo, simplemente poder ser más sincero con quien soy para los demás.
Cuando empecé a escribir esto me sentía mal por razones que ya no importan, no solo porque el título no fuera verdad (uno jamás está solo en este mundo tan grande, por favor tened esto presente) porque lo que yo deseo es repartir felicidad a todo el mundo que sea posible, sincerando la parte más oculta de mi ser, la que siempre cree en la esperanza, la que nunca se apaga hasta en los peores momentos y en la que confío más que en nadie.
Me confieso, soy tímido, inseguro y menos capaz de lo que trato de mostrar a los demás, también me importa la opinión ajena (sobre todo de quienes quiero, la gente cercana a mí, no podría ser Adán si no fuera porque existen para verme) y no siempre me gusta ser ni el chiste del que otros se pueden reír ni el cascarrabias que solo sabe ser constantemente negativo, peco de todos los vicios conocidos incluyendo el de querer a los demás más que a mí mismo y viceversa, según me sienta o me convenga.
Pero sobre todas las cosas ya no deseo ninguna de esas cualidades, o al menos quiero tratar de dejarlas de lado por la esperanza, para convertirme en alguien mejor que ayude a curar este nuestro mundo, porque cuando miro a mis alrededores pocas veces veo esperanza (excepto sorprendentemente últimamente), y siento que más que nunca la gente necesita creer, no por religión o cultura, simplemente confiar en que todo vaya a mejor y trabajar en ellos mismos y en su entorno para lograrlo.
Y sé que puede parecer que nos hayamos rendido, pero la esperanza jamás muere, no digamos "la esperanza es lo último que se pierde" como un simple dicho, interioricemos su significado, yo sé qué es eso porque nunca dejaré que se me escape, y sé que hay gente buena de verdad en este mundo.
Porque incluso el niño que perdía a su mejor amigo sin saberlo sigue creyendo en su regreso.
Porque incluso el adolescente que no sabía adonde estaba yendo sigue confiando en encontrar su rumbo.
Porque incluso el imbécil que sigue acordándose del error de hace un año confía en despertarse algún día y no tener que recordar la carga en su espalda del recuerdo.
Porque incluso el escritor fracasado confía en llegar a una sola persona en este nuestro planeta para hacerla feliz.
Porque incluso el adulto lejos de todo aun puede confiar en que este es nuestro mundo y tenemos que reclamar nuestra propia felicidad.
Porque toda persona, feliz o infeliz sabe que el amor es su verdadero anhelo en su corazón, el amor por este nuestro mundo, nuestra gente y nuestra felicidad y esperanza. Por favor, no dejéis nunca ni de querer ni de creer, porque eso es y siempre será el núcleo del ser humano, jamás lo olvidéis, os quiero mucho más de lo que puedo aguantar.
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Palabras ahogadas en el océano de mi mente
RandomAquí está todo lo que me sobra, los pensamientos que siento que podrían ser interesantes si los exteriorizo, espero ser capaz de ser original o interesante algún día, busco sonar profundo, aunque suelo acabar sonando elitista y prepotente.