MALOS Entendidos

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¿Estás bien? - ¿Sana inmediatamente se acercó alarmada a la pobre guardia que había caído justo encima de Mina, la chica guardia se veía cansada, - esta es la clase de guardias que reclutas?, de verdad?,- Sana comenzaba a desesperarse con la actitud que su amiga estaba teniendo el día de hoy. – Cállate y ayúdame, esto es tu culpa también- Mina agarro a la guardia por los hombros y la alejo de su cuerpo, puso una cara de disgusto al ver las aruñadas en la piel de la joven guardia, tal vez se había pasado un poco. Dejo que sana la cargara.

Llevémosla a mi oficina- ...

Sana iba concentrada con Nayeon en sus brazos, cargándola al estilo nupcial, se sorprendió de lo pequeña que era y lo pesada que se sentía, claro, para sus fuertes brazos no era nada, pero la chica sí que pesaba, ¿a dónde estaba todo ese peso que se sentía? Llegando al ascensor Mina le abrió las puestas y juntas subieron a su oficina.

Sana además de ser amiga de Mina desde que eran pequeñas, ella era la socia del área de seguridad en la compañía de Mina, su padre había formado una empresa de seguridad en el sector privado y el padre de Mina al ver que era una empresa con alto rendimiento y buenos resultados le ofreció un contrato como socio comercial a cambio de seguridad para su compañía. De allí que se conocieran desde la cuna.

Seguiría metida en sus pensamientos profundos si no sintiera que cierta castaña se retorcía en sus brazos, al ver esto decidió bajarla o eso intentó, pero la realidad es que la chica solo se había acomodado en su cuello y volvió a dejar de moverse – se ve que le agradas- al escuchar eso se sonrojo inmediatamente, había olvidado que Mina seguía ahí, la miro a través del espejo del elevador y solo pudo resoplar ante la mirada burlona que esta le lanzaba. Llegaron al último piso que es donde estaban sus respectivas oficinas e iba a entrar a la suya cuando Mina la llamo.

Sana... ¿Tienes botiquín de primeros auxilios? - Esto confundió a Sana que rápido miro a Mina a los ojos.

¿Está herida? - Ante esto Mina aparto la mirada y torció la boca en evidente vergüenza, estaba claro que algo más había pasado antes de su llegada en el alboroto anterior.

Yo... le tire un golpe en la mandíbula y le aruñe el cuello sin querer- La rubia no supo cómo reaccionar ante esto, su amiga era explosiva, pero esto era demasiado. Sin embargo, sabía que algo debía de haber molestado a su amiga para llegar a tal punto de agresividad.

Bien, llevémosla a tu oficina- Se dio la vuelta y la siguió.

Una vez en la oficina de la pelinegra se separaron en diferentes tareas, mientras la rubia dejaba a la castaña guardia en el sofá de la oficina la pelinegra se fue al baño en busca del botiquín que siempre guardaba en caso de emergencias. Ella solía necesitarlo más de lo que le gustaba admitir así que estaba bien preparado con todo lo que necesitaban ahora.

Cuando llego con Sana y se acercó a la castaña pudo observar por primera vez el golpe que le había propinado a la chica guardia, el cual ya se había puesto morado con rojo y seguro mañana seria casi negro, de verdad que había descargado toda su furia con ella. No se sentía bien verla así por su culpa, era muy seguro que la causa de su desmayo fuera una contusión cerebral a causa de su golpe, debido a que su hobbie era el boxeo profesional sabía que sus golpes eran hasta mortales si los daba sin cuidado. Y este sí que lo había dado sin pensar.

Sana hizo una mueca de dolor al ver también el golpe que adornaba la quijada de la chica guardia, tomo el botiquín que le ofrecía mina y saco alcohol, pastillas para el dolor, gasas, una crema y apósitos para el arañazo.

Con el alcohol la despertaron, necesitaban tenerla consiente debido a la potencia del golpe que recibió, pero la chica se veía un poco desorientada, Sana miro a Mina. – lo siento- Mina se disculpó, Sana sabía que ella lo decía en serio, podía verlo en la mirada de la chica, pero también sabía que no era ella quien debía recibir esas palabras,– mmm sana, ¿ella tiene alguien que la venga a buscar? se hace tarde.

Tenía razón, ya eran las 8 de la noche, y aunque Nayeon ya estaba despierta, ni siquiera se veía en condiciones de pararse por su cuenta.

¿Nayeon? ¿hay alguien que te pueda venir a buscar? - la chica que se estaba esforzando por enfocar su mirada correctamente asintió – Momo, Hirai Momo, es mi hermana mayor- a duras penas pudo pronunciar, intento enderezarse, pero al mover su cabeza su mandíbula le envió fuertes punzadas de dolor, solo pudo quejarse y dejarse caer sosteniendo su herida.

-La llamaré, Mina, sabes más de esto que yo- dicho eso ella salió de la habitación dejando a las dos chicas solas, en un silencio incómodo.

Soltando un suspiro Mina se acercó a la chica golpeada, pidiéndole permiso para acercarse primero al ver que la guardia la miraba con ojos alertas, la ayudo a enderezarse, tomo una gasa de su botiquín y le puso alcohol para desinfectar, miro a la chica y le pidió que se acercara, primero se encargaría del arañazo en el cuello.

Ver como la castaña se tensaba y contenía la respiración a causa del dolor no era agradable, la hacía sentir culpable, ella no era así y sabía que se había pasado.

Si su padre supiera esto le estaría reprochando su honor y su respeto, respeto por los demás y honor por ella misma y por quien era.

Podía ver que el arañazo en su cuello no fue menos doloroso que el golpe en la mandíbula para la chica frente a ella. Hizo una mueca al ver como aun salía algo de sangre de la herida en su cuello. Una vez que termino de curar y proteger con los apósitos las heridas se apartó de ella, no queriendo incomodarla más.

Se fue a sentar en sima de su escritorio en lo que esperaban a que la rubia mujer regresara, en ese momento, se dedicó a observar a la castaña, no se veía muy bien, aparte de los evidentes golpes, se notaba algo pálida, también se notaba más joven que ella, al parecer era parte del nuevo equipo de seguridad que Sana había contratado. Se sintió aún más culpable, justo cuando estaba por ir a disculparse de una vez por todas Sana entro de repente, asustándolas a las dos.

Nayeon? - había pasado directamente a la mujer más joven ignorando a su amiga – ya llamé a tu hermana, ¿Cómo te sientes? - había algo en la mirada de Sana que a Mina le intrigo, la rubia tenia sujeta a la joven guardia por el lado sano de su mandíbula, estaba inspeccionándola, se notaba genuinamente preocupada por aquella chica, como si la conociera de antes, Mina decidió que luego hablaría con ella.

Dejando de lado sus pensamientos decidió centrar su atención en la chica guardia, Nayeon, de verdad que no se veía bien, parecía que se estaba yendo en el sueño incluso estando allí sentada, iba a decirle a la rubia, pero esta se le adelanto. – Nayeon, necesito que estés despierta, no puedo dejar que te duermas, es muy probable que tengas una conmoción cerebral- la rubia, que se había arrodillado para estar al nivel de la castaña se paró cuando escucho pasos en el pasillo.

Cuando se iba a acercar a la puerta, esta se abrió de golpe mostrando a dos mujeres altas.

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2022 ⏰

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Take it slow (Minayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora