– ¡No hay más tiempo!, ¡Ella tiene que estudiar aquí!, ¡Ella tiene que volver a su hogar, al mundo donde pertenece. Su lugar de origen! – Espetó con voz ronca.
Una habitación iluminada únicamente por las luces que generaban las velas instaladas en las paredes. Cortinas que parecían escalonas de fuego, por como caían sobre el gran ventanal; Sin duda servirían como manto para los hombres en pena. Un escritorio tallado de honorables robles, barnizado de pies a cabeza, dándole un toque más elegante, exaltando aun más el color y su brillo natural.
Solo había una ventana descubierta. Pequeña, pero suficiente como para dejar pasar un rayo de luz, proveniente de la hermosa luna. Llena para variar. La cual, también se encontraba a la vista de aquella ventana. Junto con esa vista, también se sumaban las copas de arboles frondosos y enormes. Las hojas danzaban al ritmo del viento. Pequeños puntos amarillos se podían observar sobresalir en la oscuridad, entre los huecos, sobre las ramas: se veían los ojos de criaturas desconocidas que se hacían notar en las profundidades...
Sin duda, una vista bastante temerosa para todo aquel que no este acostumbrado a la oscuridad.
– Guarda la compostura Roy. La cuestión aquí no es el tiempo, sino lo que dicte su padre.–
Entre las profundidades del gran bosque, justo donde el primer pino hacia su aparición. A las afueras del pueblo de Inazuma; Rodeada de enormes robles y finos pinos, se hallaba escondida la prestigiada Academia Royal; Donde dos de sus profesores se hallaban entre un debate o no, más bien, el inició de una discusión. Un lió.
– ¡Qué!, ¿Un tipo que ni siquiera le presta atención? ¡Bha!. Bazofia pura Lina. –
Lina Schiller y Roy Brown: Dos grandes magos y maestros de la prestigiada Academia Royal. Solo que el ultimo nombrado es un integrante de la orden:
Una organización que establece el balance correcto en inazuma, se encarga que toda criatura viva en armonía.
La academia rige con formar formidablemente y correctamente a todo aquel que posea magia: Magos, Hechiceros, brujas y hadas; Estás ultimas cargan con una enorme responsabilidad, por ende, se enfocan más en ellas, justamente para volverlas aptas para resguardar la paz y el equilibrio elemental de Inazuma: Fuego, Agua, Tierra, Aire, Fauna, Naturaleza y Hielo; son los elementos que sostienen al mundo de Inazuma.
Cada hada posee un elemento en particular, su existencia es primordial en inazuma, son el sustento; y es por eso que el peligro que corren es alto. Debido a esa razón es por eso que se formo la orden: Por culpa de aquellos seres que prefirieron alojarse en el lado oscuro y obtener el poder antes que la armonía.
Aquellos seres fueron llamados los desterrados. No cuentan con ser de solo una raza, toda criatura sobrenatural era bien recibida si el deseo era el mismo: La exterminación de las hadas. Según sus ideales, es imposible que una criatura tan delicada y "débil" se ha la encargada de portar los poderosos elementos.
Son ellos los culpables por la cual ahora, las hadas corren peligro y obligatoriamente están bajo el cuidado de un protector: Un guerrero cuya habilidad se le es otorgada desde su nacimiento: Reflejos dilatados, inteligencia dotada, velocidad y lo más importante... inmunidad y control de los elementos. Las hadas se les atesora y cuida por ser ellas quienes portan dicho elemento. El caso es así:
Las hadas son la fuente y el guerrero es el arma.
– Que no sea amoroso con ella, no quiere decir que no la quiera. El la ama. La protege. –
– ¡¿De quién?! ¿De nosotros? ¡Su gente! – La mujer presente solo lo miró con ojos fríos e hizo un ademan de hablar pero inmediatamente fue callada. – Cállate Lina. No intentes defenderlo. El imbécil se la pasa bebiendo como si no hubiera un mañana. Da gracias, que la chica a sabido sobrellevarlo desde los seis años. –
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𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓘𝓷 𝓣𝓱𝓮 𝓕𝓪𝓲𝓻𝓲𝓮𝓼
FanfictionVivir engañada toda tu vida, y que de la nada, un completo desconocido llegué y te muestre un mundo, al cual eres completamente ajena de mente, pero no de raíces.. Un sueño para muchos y una realidad para Camelia Travis. La vida de Camelia era tota...