Capitulo 4

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— Solo es una pregunta casual. No tienes que contestar si así lo prefieres —. 

Celia Hills. La chica de hermosa cabellera azulina y unos lentes rojos sobre su cabeza; estaba dispuesta a darme el mejor tour de calidad con respecto a la academia. 

No iba alejada de su cometido. 

En lo que llevamos del recorrido por la academia, cada paisaje era mejor que el otro, y cada explicación que salía de su boca era mucho mejor qué el otro. 

Sí. Es verdad que las nubes grises inundaban las puntas del castillo de piedra, dando una vista de penumbra y antigüedad; sin embargo, no ocultaba en absoluto las hojas verdes de los arboles. Todo alrededor era verde, oscuro y mágico.

Arboles enormes rodeaban el lugar causando una vista naturalmente bella. En los pasillos con dirección hacia afuera, justo en los arcos que formaban la ventanas sin vidrio, daban una vista esplendorosa; pues estos eran adornados con hermosas enredaderas de color verde y hermosas flores de diferentes colores, dejaban disfrutar la hermosa vista de afuera, dándole un plus más.

El aíre desprendía un olor a tierra mojada y a lluvia.

El inicio a clases era notorio. Se podían observar a varios grupos caminar divididos por secciones. En el pasillo por donde íbamos no estaba repleto de alumnos, y si había alguien, estos pasaban rápidamente. 

Estaba anonada.

Estaba tan sumergida ante las hermosas vistas que la academia me brindaba qué desgraciadamente no había escuchado con claridad lo que me había preguntado Celia. 

— ¿Perdona? Lo siento no te oí  — pregunté avergonzada. 

Celia me miró parpadeando varías veces, para luego soltar una sonrisa genuina. 

— La academia a la que ibas no era como está ¿no es así? — preguntó divertida, a lo que yo reí. 

— En lo absoluto. Creó qué... con los candiles que vi en el último pasillo son más qué suficientes para hacer tres más de mí escuela — solté honestamente. 

— ¡Oh, es cierto! — sorprendida tapó su boca con ambas manos. — Tú has convivido con los humanos — reveló emocionada. — De eso trataba mi pregunta... ¿Cómo son ellos? ¿es verdad que son amables? ¿Cómo reaccionaron ante tus poderes? ¿se asustaron? —. Su rostro se iluminaba conforme las preguntas iban saliendo de sus labios. Su entusiasmo y su lindo rostro hizo que una calidez se expandiera por mí pecho. Su deseo por conocer a la humanidad, se me hizo tan extraño. Por lo regular son los humanos quienes nos preguntamos por la existencia de seres míticos o de algún ser desconocido. 

Celia pareció notar mi desconcierto y rió nerviosa. 

— Sí, lo sé. ¿Es extraño, no? —, una leve sonrisa adorno sus labios. — Que pregunte sobre los humanos...siendo una hada debe de ser absurdo —. Su voz cargaba con una carga de desconfianza. 

Fruncí mi ceño, disgustada por esa expresión en su rostro. El cambio abrupto de luz a oscuridad, hizo un revoltijo en mí estomago. Una extraña sensación de protección se instalo en mí interior. 

— No es extraño — Dije firme. El sentimiento de sentirse inferior solo por no gustarte las cosas que ha todo mundo le gusta, y te interesa cosas que todos ven por malas o raras. El sentimiento del rechazo y  la burla... estaba tan familiarizada con esos sentimientos. No quiero que alguien tan bueno y carismático se relacione con ellos. — La curiosidad no es un crimen. El privarte de información sí —. Finalicé. El rostro de Celia estaba completamente rojo y el mío no tardo en estar igual. — Yo...  yo... — Carraspee un poco, para disimular un poco mi nerviosismo. — solo digo que... no tengas miedo de esconder tus gustos. 

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2023 ⏰

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