CAPÍTULO III/ MIENTRAS YO ESTÉ AQUÍ NADIE PODRÁ LASTIMARTE

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Narra/Escritora

Ya habían pasado 4 días, Drako no se encontraba por ningún lado, nadie sabía de él, bueno, aparentemente.

Zorman se hacía el preocupado, mucha gente llegaba a su casa a consolarlo por la "perdida" lo cual era un fastidio para el, ya que tenía que esconder a Drako en cualquier parte de la casa, afortunadamente nadie notaba su presencia

Drako no quería irse del hogar de Zorman, le encantaba estar a su lado, abrazarlo mientras dormía, tomarlo de la cintura mientras cocinada o investigaba algo, también lo esperaba sentado como un cachorro cuando esté salía

Zorman se sentía cómodo pero preocupado, Drako hace tiempo le había contado que solo quería estar con el porque no podía contar con nadie más, era triste pero cierto, hace tiempo Tanizen le había contado que Juan le habia quitado toda la atención a Drako y el profeta le empezó a ignorar y tratar mal

A Zorman no le sorprende esa acción, obvio que Juan al tener toda la atención este se vengaría, este siempre fue así

Narra/Zorman

La reacción de Juan es normal, pero sin duda sabía que se estaba pasando, en la noche llegué a casa de lo más normal, cuando no encontraba a Drako por toda la casa, me preocupo demasiado e imaginé lo peor, ¿Que tal si el profeta se enteró de que el estaba aquí y se lo llevó? ¿Y si lo asesino? ¿O si Juan en un arranqué de furia lo mató?
Mis pensamientos no me ayudaban, hasta que encontré a su serpiente

-¿Mamahuevito? ¿Has visto a Drako? ¿dónde está?-

Mamahuevito dirigió su mirada al ascensor

Yo lo tome en brazos y subimos, se resbaló de mis manos y salió del lugar, empecé a seguirlo pero era muy rápido, entramos al bosque, todo estaba oscuro y no podía ver nada, solo sabía que cada paso mi ropa se resgaba y me hacía alguna que otra cortada

Al final mamahuevito se detuvo y yo también para recuperar un poco la respiración.

Al levantar un poco mi mirada me encontré a Drako muy cerca de la orilla de un acantilado, ¿...acaso el estaba intentando...? ...no... NO NO NO NO

corrí hacia el y lo tumbe, hacia un lado, quedando encima de el

-Zorman? Sabía que estarías feliz de verme pero no tan feliz-

-Drako por todo lo que quieras no lo hagas encerio eres muy especial por favor ni lo intentes!-

Drako se levantó confundido y aturdido

-De que hablas? Yo solo estaba disfrutando de las vistas-

-¿Qué? No querías suicidarte?-

-QUE?! Claro que no Zorman, me gustaría hacerlo pero... Me da miedo la muerte- se sentó en la orilla del acantilado, me senté a su lado para acompañarle

-gracias por cuidarme Zorman, no sabes lo mucho que lo aprecio, encerio, estar contigo cada mañana al despertar se siente agradable y tanta tranquilidad-

-Drako, gracias tu sabes que yo siempre estaré aquí-

El me abrazo y sentí su calidez, felicidad y paz, me sentí tan tranquilo, tan tranquilo que ojalá pudiera quedarme ahí para siempre

Después de mucho rato, nos levantamos y nos dirigimos a casa

A lo lejos vimos a mamahuevito en la entrada, pero su reacción era rara, nos mostraba mucho el cascabel hasta nos lanzo una mordida al aire

Drako la calmo y bajamos con el ascensor

-por fin en casa- dije con mucha tranquilidad

-¿Qué bien se siente estar en casa no es así? Pero Drako este no es tu hogar, así que ven por las buenas o tendré que mandarte a la lava de nuevo- ambos logramos escuchar la voz del profeta...

Hay estaba el profeta, en frente de nosostros... No teníamos palabras, pero sin duda estaba muy asustado...






618 palabras

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