💜 ¡¿POR QUE ME PEGA ZORRA?! 💜

PARTE 1: 💜EN LAS CALLES💜

Y ahí estaba Jimin, sentado en una pequeña banca, al lado de un pequeño árbol y una bolsa de basura con toda su ropa y algunos zapatos..

Desde pequeño se dio cuenta del apego que tenía a amigos o desconocidos pero cuando se trataba de familia, siempre buscaba alejarse ya que nuca se sintió cómodo de cómo lo veían por tener gustos "diferente" con ropa y demás. Y no es como sino amará a su familia, a pesar de lo mal que lo hacían sentir con una mirada que fácilmente se podría interpretar como asco, solo no estaba hecho para convivir con ellos.

Finalmente se cansó de la homofobia disfrazada de "inocentes opiniones" por parte de estos, tomó sus cosas, decidido, sin mirar a atrás, camino diez, treinta minutos..una hora..tres horas.. hasta que llego a otra ciudad, en esa banca se encontraba aquel chico, meditando su situación...

...

...

- ¡ CARAJO! no tengo a donde ir - exclamo el delicado chico

No lo había meditado muy bien...bueno después de todo era solo un chico de diecisiete años con las hormonas al cien, con problemas familiares y de egocentrismo.

El clima empezaba a empeorar, hacia mucho frío y era muy tarde, debía encontrar un lugar en donde quedarse antes de que muriera debajo de un puente por la baja temperatura de esa ciudad en las noches, aunque eso no pasaría ya que Jimin prefería morir primero antes que estar con pobres.. aunque en ese punto la diferencia entre un pobre y Jimin era mínima.

Este fue interrumpido abruptamente de sus pensamientos cuando escuchó un fuerte escándalo viniendo de una calle cerca de donde se encontraba, decidió acercarse cuando de repente una cegadora luz roja lo cubrió, había comida, tragó, gente por doquier y sobre todo un ambiente muy sexual, bastante "abierto"

- woooow, esto es increíble - miro con sorpresa a varias parejas del mismo sexo dándose "amor" en medio de la calle

Jimin venía de un pueblo muy reservado y el hecho de que él se auto perciba como gay no sólo sorprendió a su familia sino a él mismo también.

Cuando de repente sintió una mano en su hombro - oye niño, ¿que te pasa? ¿Por que te quedas ahí parado? Acaso eres un ¿pervertido de mierda? - dijo el hombre de labios gruesos.

-N-no y-o yo no soy..- dijo el rubio viendo al mayor con una mirada intimidante, aunque bastante sexy a su parecer, con esos labios, Uff y su cabello... ¡carajo! el tipo realmente es guapo.

-Oye oye cálmate, no tienes de que temer, aquí en el barrio rojo nos sobran los pervertidos. - miró más a detalle su rostro - aunque con tu cara... diría que no pasas de los dieciséis, lo cual es muy peligroso estando en este lugar, así que te sugiero que vuelvas con tu mami antes de que te metas en problemas...- cuando callo en cuenta del buen cuerpo que tenia el joven - o te la metan - dijo por lo bajo.

-¡no soy un pervertido! Estoy....emm..buscando trabajo, por lo tanto no soy menor de edad, acabo de cumplir dieciocho - mintió descaradamente, fingiendo seguridad para que este le creyera - ademas no tengo a donde ir...

-dudo un poco, pero la poca benevolencia que tenia le recordó cuando llegó a ese lugar por primera vez, estaba asustado, solo y confundido - mierda...debes estar muy desesperado para tener que venir a este lugar a buscar trabajo, pero bueno no te juzgo, con ese cuerpo podrías ganar mucho dinero.

-eh? - pensó un poco en las palabras del mayor, poniéndose rojo al instante - YO NO SOY UNA MALDITA PUTA! -dijo el rubio llamando la atención de todo aquel que iba yéndose...o viniendose en ese sexoso lugar.

- okey pervertido, ya me canse de socializar, toma - dijo entregándole una tarjeta con su numero y dirección del prostíbulo en donde trabajaba - si buscas trabajo en este lugar créeme que la pasaras mal, pero con nosotros no sufrirás por dinero.