En un mundo donde los Dioses de todas las mitologías existen y tienen a sus protegidos, los cuales fueron premiados por sus poderes. Empieza a reinar el caos cuando el creador del todo, baja a la Tierra para resolver el caos qué una secta ha empezad...
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Curon Venosta, Bolzano ;
El sonido de las pequeñas olas parecían relajar los sentidos de la extraña figura que estaba sobre la punta de un campanario que sobre salía de un lago en el norte de Italia. La extraña silueta posicionada en la punta del campanario, parecía estar en una profunda meditación por la forma en la que encontraba sentada, en posición de flor de loto con sus manos sobre sus piernas con las palmas abiertas hacia arriba.
━━ Mi señor, ¿no cree que debió llevar a cabo su Plan B? ━━ El tono de voz del hombre que caminaba sobre el agua, daba a entender que no le hacia mucha gracia el estar de vuelta a la vida.
La silueta no hizo ningún movimiento en lo más mínimo y siguió en lo que parecia ser su meditación del medio día. El hombre de rasgos judíos, piel morena levemente bronceada y barba perfectamente hecha en forma de candado; acomodó su túnica blanca y la banda guinda que colgaba de su hombro izquierdo a su costado derecho.
━━ Pareces ansioso, Eisaa. ━━ No había sido necesario que la silueta extraña volteara para mirar el lenguaje corporal de su acompañante y saber de esa información.
E
isaa*¹, como había dicho la aún desconocida presencia que se llama su acompañante. Solamente camino aún sobre el lago rodeando la gran torre del campanario, no entendía porque quien lo había traído quiso visitar primero ese lugar.
━━ Mi señor, ¿ya ha pensado en un nombre mortal? ━━ La pregunta trajo de vuelta al presente al desconocido de piel palida con rasgos británicos y una larga cabellera plateada, y el cual no traía ropa; finalmente había abierto sus ojos mostrando un brillo de consternación ante el hecho de que no había pensado en ningún nombre con el que Eisaa y los demás mortales pudieran identificarlo.
El par de ojos dorados miraban a algún punto fijo de la diminuta playa que había a algunos metros de ellos. Nunca había pensado que debía de tener algún nombre como sus demás hijos, y aparte ellos nunca de habían tomado la molestia de ponerle uno. Sin mencionar que eran muy pocos los que se lograban acordar de él.
Eisaa sabía por lo que había pasado el creador de su Padre durante los últimos siglos, mucho antes de que él hubiera nacido.
━━ ¿Qué le parece si por mientras me dirigo a usted como ❝Edevane❞? ━━ Dorado y café se encontraron, realmente esperaba el hombre que estaba sobre el agua no haber ofendido a quien en el mundo mortal se le podría conocer como su abuelo.
