EL HÉROE Y LA "VILLANA"

Capitulo II

Fortune love un juego de citas popular entre las adolescentes con ansias de un amor platónico, con un chico sacado de la fantasía cuyos rasgos no son nada menos que perfectos.

Que adolescente no quería enamorarse de un principe apuesto y astuto, de un hombre que solamente con la mirada te podría encantar, entre algunos otros que por derecho propio también son perfectos.

Y para la mala suerte del hombre conocido como emiya shirou, su hermana mayor Illya de convirtió en una fanática de ese juego de citas, se argumentaba diciendo que la curva de dificultad era cada vez peor a medida que se progresaba, y con eso y algunas artimañas más había logrado convencer a shirou que jugará ese juego con ella y poder completar todas las rutas en el menor tiempo posible, cosa imposible por una simple razón, un respetable lord de la torre del reloj poseía ese récord con varias horas por encima del segundo lugar.

Y en más de una ocasión había tratado de convencer a rin, para que pida ayuda a su maestro aunque sin llegar a ningún resultado fructífero.

— Vamos oniichan tu rival en esta ruta es sofia la hija menor del duque, aunque sigo pensando que es una copia mía —

Un caballo tan blanco y puro como la nueve en contraste con unos ojos rojos como la sangre, y una piel blanca y delicada como el papel las fino, era básicamente las similitudes entre Illya y Sofía, en cuanto a personalidad la única característica que compartan era el tener un hermano que siempre velaban por sus preciadas hermanas.

— Está bien está bien Illya no seas tan impaciente —

Incluso con tadas las similitudes entre ellos dos y los hermanos ficticios, había una cosa sobre nombre que le molestaba basándose en la descripción de personaje, y es que Sofía era una brocon, o otras palabras solamente quería a su hermano para ella solamente.

Antes de darse cuenta aquel recuerdo ya había terminado o mejor dicho de los mejores sueños que ha tenido, ahora aquel fuego que lo consumió cuando era niño ya no lo atormentaba cada noche, aunque no despareció por completo era un pequeño alivio.

— Aquí vamos de nuevo —

Aunque en su anterior vida ya estaba acostumbrado a la rutina de su día a día, La vida como príncipe era con creces más monótona, durante la mañana clases de equitación y piano, aunque a eso último su hermana menor allan es mucho mejor que el y que Gerald.

Por otro lado Gerald sobresalía en casi todos los ámbitos posibles, aunque no llegando al punto de ser un prodigio, y el bueno hacia lo que estaba en su alcance incluso en los términos de aprendizaje de magia, seguía siendo un pésimo magus, aunque a diferencia de su vida pasada ahora poseía más circuitos de alta calidad, quizá sea por ser de sangre real, si rin lo viera ahora seguramente estaría celosa de sus reservas de od.

Incluso ahora puede que aún no tenga acceso a UBW, pero aún conserva su maestría en agarré estructural y refuerzo, y por consiguiente proyección.

Incluso si aún le costaba aprender otros tipos de magecraft, aún era un experto en su magecraft como ningún otro siendo solamente superado por Archer, por mucho que lo odie y odie admitirlo era la realidad.

— Como extraño tener mi propia cocina — Una de las cosas por las cuales cualquiera estaría felíz exepto el, sería tipo de cocina y dimensiones de la misma, no era lo mismo cocinar en un lugar pequeño y personal dónde todo estaba al alcance, que en un lugar enorme y amplio para varias persona, realmente extrañaba su cocina.

Después de un desayuno que desde su punto de vista era demasiado ostentoso, su día transcurrió con normalidad para su pesar, hasta que pasada la tarde a punto de que el sol de ocultará, uno de los criados le entrego una invitación dirigida a el para asistir a una fiesta de té, y como príncipe simplemente no podía rechazarla y estaba prácticamente obligado en ir.