1- Felicidades.

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— ¡No!, no, no —repetí mil veces.

—¡Sí! —grito mi hermana, Vanessa.

—¡No!—grite, deje la prueba en la mesa y me senté en una silla—Esto está mal —dije en mi cabeza.

—No, no está mal —dijo mi hermana—ya está en la edad de estar en estado.

Me pare de la silla bruscamente, me sentía enfadada, a la vez feliz y molesta al mismo tiempo.

—Tú tendría que estarme gritando, en decirme los mal que estuvo; no estando ahí feliz y decir que ya tengo edad —dije.

—Ya era tiempo quería ser tía —dijo en su defensa —Laura no soy mamá para estar diciendo eso, ya tienes veinticinco años, ya sabes defenderte.

—Necesito ir al hospital, seguro que esa prueba está mal; no, no puedo estar embarazada —dije agarrando las llaves.

—Te acompaño —dijo mi hermana y salimos del apartamento.


4 Horas después.


—¡No!, no, no y no —repetí mil veces.

—¡Sí!, si, si y si —dijo mi hermana.

El examen había salido positivo, sentí como si mi mundo ya no existiera, como cada pedazo iban cayendo en mi cabeza, estoy embarazada. Respire profundamente y lo bote por la boca, un mareo de repente me vino, yo me agarre de Vanessa y ella me sostuvo.

—Tienes que estar relajada, Laura, no es bueno para él bebe —me dijo y me sentó en una silla del hospital, gente pasaba mirando.

—Vanessa ¿qué voy hacer con mi vida? esto no estaba en mis planes —dije con más tranquilidad.

—Tranquila, el destino lo quiso así, ¿qué vas hacer con él bebe?—pregunto; no estaba de ánimos saber lo que quería hacer, en mi mente paso la palabra aborto.

—No lo sé —dije parándome, el hospital me tenía enferma—vayámonos a casa.

—Vale—contesto. Al salir iba más adelante que Vanessa, pase por la puerta y choque con alguien, me iba a caer al suelo pero este me agarro la cintura y me atrajo a él.

Tenía el cabello largo, hasta los hombros, color castaño, sus ojos era de un marrón.

—Lo siento —dije separándome.

—Tranquila no pasa nada —respondió.

—Laura, ¿estás bien? —dijo mi hermana acercándose a mí. Yo la miro.

—Sí, estoy bien —dije, me voltee al chico pero ya no estaba.

Caminamos, apenas tenía un día de embarazada, no recuerdo como sucedió, tan solo sé que fue en aquella fiesta a la que fui, pero no recuerdo más nada, todo me da vuelta en la cabeza cuando trato y hasta me mareo por esforzarme.

—¿Quién es el padre? —pregunto Vanessa. Yo me tense, trague con dificultad. Me encogí de hombros.

—No lo sé —conteste algo incomoda.

—¡QUE! —Grito ella —¿Como que no sabes? —pregunto.

—No, no lo sé —dije, no encontraba las palabras.

—Fue en aquella fiesta, ¿no? —dijo.

—Tal vez... —conteste.

— ¡Ay!, Laura, mis padres no le gustara nada —dijo.

—Por eso no se lo vamos a decir hasta que encuentre al padre —dije apresurando el paso en aquella calle, ya iba hacer de noche.

Mis padres nos tuvieron muy jóvenes, nos han cuidado demasiado, siempre nos decía que disfrutemos nuestra vida, la cual es muy corta. Pero Vanessa piensa diferente, es como mi tía Leilla, ella piensa que estar embarazada a esta edad estaba bien, Vanessa trato de quedar embarazada pero le encontraron que es estéril. Esos días fueron duro para ella, pero ya lo está superando, creo.

Al llegar a la casa, las luces estaban apagadas; en eso se perdieron solas; lo que más me llamo la atención fue el enorme fichero que decía con letras grandes y coloridas "FELICIDADES". Varias personas aplaudieron y fueron abrazarme.

Yo estaba todavía sin creer lo que pasaba, estaba atónica, me abrazaron personas que conocía y las que me llevaba bien.

— ¡Laura! —Grito Set, me abrazo fuerte y me levanto—felicidades, mi amor, quien lo diría, voy hacer tío —sonrió.

—Mi niña, felicidades —dijo Marta, una genial persona, tenía como unos cuarenta años.

—¡Mi loca! —Grito Cely —felicidades —dijo abrazándome de golpe.

En eso, sacudí la cabeza y reaccione.

—¿Co...Como se enteraron? —pregunte pero no era necesario decirlo. Vanessa.

—Lo siento, hermanita pero ellos lo necesitaban saber —dijo.

—¿No me digas que no nos iba a contar? —dijo Set poniendo cara de perrito.

—Claro que si... —dije, mentira, esto no se lo iba a decir. En eso Cely destapo la botella de champagne.

—¡No ensucies la alfombra! —dijo Vanessa.

—Ya es tarde —dijo Cely, viendo cómo se chorreaba la botella.

Marta pasó cuatro copas, Cely la fue sirviendo.

—Falta una —dije —voy por ella...

—No, tú no tomaras—dijo Set deteniéndome.

—¿¡Que!? No se vale —dije—estábamos celebrando que quede embarazada...

—No, tienes que cuidar a mi sobrino —dijo él. Era mi mejor amigo de la infancia, su cabello era rubio y de ojos verdes.

—Agsh —dije algo molesta, algo que me gusta, beber, me lo quitan.

—Toma, para que no digas que no hiciste un brindis —dijo Vanessa pasándome un vaso de refresco; yo al principio le fruncir el ceño pero lo acepte.

Al final, Marta se tuvo que ir ya que su ex esposo había dejado a su hijo en su casa. Se despidió de mí y luego de todos y se fue.

—Mi loca, ¿qué prefieres niña o niño? —pregunto Cely. Algo dio vuelta en mi estómago, no estaba segura de tener al bebe, no sabía qué hacer y no tenía tiempo de hacerme esas preguntas.

—Cely apenas se enteró hoy, dale tiempo—dijo Set.

—Vale, vale —dijo Cely.

—Tranquilos chicos, yo quiero que sea niña —dijo Vanessa dando a su cuarta copa un sorbo.

—Yo quiero que sea niño, así juega fútbol conmigo —dijo Set.

—Si es niña, también puede jugar fútbol —contesto Vanessa.

—No es lo mismo—replico Set.

Mientras que ellos discutían sobre el sexo del bebe, yo no sabía qué hacer, mire a un lado y Cely me estaba viendo, ella a pesar de no ser tan juntas, sabía lo que me pasaba; ella se acercó a mí y yo suspire.

—Hey, tranquila, ya vas a ver que puedes salir de esta —me dio pasando su mano por mi hombro y yo me recostaba en ella; mientras veíamos como Set y Vanessa seguían discutiendo.


¿¡Quien es el Padre!?/ ¿Raura?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora