2 - Cafetín

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Mi alarma suena, ya tenía los ojos abiertos, no había dormido nada en todo la noche, no sabía qué decisión tomar al tema del bebe. Si darlo en adopción o abortarlo.

Me senté en la cama, mire alrededor de mi cuarto, pase mi vista por el reloj y luego al armario; los volví a pasar al reloj.

9:15 am

Mi cuerpo sintió un ánimo de apuro y de que iba tarde al trabajo. Me pare de la cama y fui al armario, agarre una ropa al alzar, me voy al baño y me encierro por unos segundos.

Salgo ya arreglada, volví a mi cuarto.

—Toc, toc, a alguien se le hizo tarde —dijo mi hermana apoyándose en el marco de la puerta.

—Cállate —fue lo único que dije, me estaba poniendo mis zapatos, al terminar me fui a la sala corriendo a la cocina, mi hermana venia atrás de mí.

Abrí la nevera y lo primero que vi fue café.

—Genial —conteste, por lo menos me calmaba el hambre mientras tanto.

Pero en eso Vanessa me arrebata la jarra de café.

— ¡Hey! —dije de forma de protesta.

—No, no puedes tomar solo esto y comer en el almuerzo, acuérdate que tienes a un bebe.

Bufe.

— No tengo mucho tiempo para prepararme un desayuno de lujo —dije algo molesta —dame la jarra —le pedí extendiendo la mano.

—No.

— ¿Entonces que como? —Dije —no puedo irme si nada en el estómago.

Vanessa comenzó a mirar el lugar, como si estuviera buscando algo; en eso vio la cesta de frutas, que solo ella comía, yo también la comía pero poco.

— Esto —dijo acercándose a la cesta y agarro una manzana color verde, me la tiro y yo la agarre.

— Pero...

—Si quieres llegar a tiempo es mejor que vayas saliendo ya —dijo apuntando el reloj.

9: 24 am

—Maldición —dije, dándole un mordisco a la manzana, agarre el bolso que estaba en el mueble y corrí a la salida y antes de cerrar la puerta escuche la voz de mi hermana.

— ¡No te esfuerza mucho! ¡Y no cargues cosas pesadas! —grito desde la cocina.

—Tsk —dije algo molesta. Cerré.

Al llegar al trabajo, ya el cafetín había abierto, me pare y mire por el vidrio, había mucha gente, esperando que atendiera su orden y en la caja había una cola que solo se veía en fechas de festivo; me aleje del vidrio, respire profundo, entre.

—Laura ¿dónde has estado? —esta era la voz de Tany, la que atendía en la caja.

— Lo siento, tuve un día agitado —dije y le regale una sonrisa.

—Vale, apúrate para que nos ayudes —dijo ella, aceptando mi excusa.

—Sí, jefa —dije y me fui a cambiar lo más rápido que pude.

Me puse a atender a las personas, lo más rápido que pude, se podía escuchar "lo siento por la espera" "lo siento".

Al terminar con las órdenes y entregas, me senté por un rato en unos de los taburetes, pase mi mano por un momento en mi barriga.

—Laura ¿estás bien? — me pregunto una compañera de trabajo, Alice.

—Oh, sí, muy bien —dije, mentí, estaba cansada.

¿¡Quien es el Padre!?/ ¿Raura?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora