❝Eres el adiós que jamás sabré decir❞

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Parecías tan feliz, lleno de energías y tu suave aura complementaba perfectamente la cálida brisa del verano

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Parecías tan feliz, lleno de energías y tu suave aura complementaba perfectamente la cálida brisa del verano. Las flores a nuestro alrededor teñían el suelo de vibrantes colores, fue un día fabuloso que deseaba profundamente que nunca acabará. Sin embargo, no fue así. Tu sonrisa... Tus mejillas coloradas por el incandescente sol, mi reflejo en tus pupilas con ese verde tan característico en ellas y aquellos delicados labios que moría por probar, era una vista indescriptible. Me sentía el chico más afortunado del mundo por tenerte allí a mi lado.

Nos sentamos sobre el suave pasto y de manera involuntaria posaste tu cabeza en mi hombro... recuerdo que en ese instante mi mente era un caos, me había convertido en una máquina de nervios desde que te conocí. No obstante, era excelente conteniendo el temblor de mi cuerpo, no podía permitir de ninguna manera que vieras lo que ocasionabas en todo mi ser.

De forma involuntaria tome tu mano, vaya que eras cálido... irónicamente, dijiste que yo estaba demasiado frío. Me abrazaste justo después de eso, buscando refugio del sofocante calor que nos envolvía.

En ese instante no sabía que hacer o decir, mí mente estaba hecha un caos. Me preguntaba una y otra vez si aquello sería una muestra de cariño más allá de una simple amistad, si acaso esa era la señal que había estado esperando de tu parte como un indicio de afirmación ante mis dudas.

Te percataste de mi nerviosismo, tus hermosos ojos me miraban fijamente tratando de comprender que era la que me sucedía. Los latidos desenfrenados de mi corazón, mis labios entreabiertos intentando transmitir palabras y sentimientos que se negaban a salir a flote, el nudo en mi garganta, tu expresión de confusión, el embriagante aroma a girasoles y tulipanes mezclados con tu perfume olor café... no pude resistirme.

Te besé, como nunca antes lo había hecho con otra persona. La delicadeza era la protagonista de nuestro primer beso... éramos tan inexpertos en aquel entonces, te aferraste a mi camisa como si tú vida dependiera de ello, mientras mis manos se posaban suavemente sobre tus mejillas sonrojadas acariciándolas de manera sutil y fugaz.

Ambos estábamos sumergidos en las desconocidas sensaciones que el otro nos provocaba, olvidando todo a nuestro alrededor sin siquiera saberlo; por esos cortos momentos fuiste el centro de mi universo. Sin pretenderlo, despertaste a mi corazón del gélido invierno en el cual había estado inmerso en toda su existencia.

Fuiste el primero en separarse, hiperventilabas apresuradamente apoyando tu brazo en mi hombro. Debo aceptar que la cantidad de expresiones en tu rostro fueron demasiado graciosas pero lindas a su manera, todo en ti era perfecto. Segundos después, cuando te repusiste de la falta de aire, nadie dijo nada, ya que no hacían falta palabras para entender lo que el otro deseaba compartir.

Los tenues rayos de sol iban dando paso al atardecer, pintando el cielo de tonos anaranjados y rojizos. Nos volvimos a sentar, pero esta vez tomados de las manos apreciando con tranquilidad la obra de arte creada por la naturaleza misma. Los nervios habían desaparecido y en su lugar me cobijó un sentimiento de comodidad y armonía. Me acerqué lentamente a tu mejilla dejando todo mi amor en ella por medio de un diminuto beso. Eso pareció recordarte algo... lágrimas descendieron arbitrariamente de tus ojos ese día, era la primera y única vez que te vi llorar, intenté consolarte de todas las formas distintas que conocía, fue inútil. Por más que te pregunté que te ocurría no obtuve respuesta.

◤El ultimo día que te vi◢ [Canada x Colombia] One-ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora