capítulo 39.

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La suavidad de las sábanas le acariciaron al despertar, el calor de un cuerpo abrazado a su espalda le hicieron voltear y mirar a la persona que estaba a su lado. Sus rebeldes cabellos le cubrían un poco la cara así que con un suave movimiento de su mano los apartó, en ese momento sus ojos se abrieron, permitiéndole ver esas orbes cafe que tanto amaba...

Buenos días...- dijo tímidamente gun

Buenos días - Le acaricia la mejilla y luego se sigue hasta el hombro para dejarla finalmente en la cadera del rubio - ¿Cómo te sientes?

Muy bien - Se acerca más recostándose en su pecho - todavía me parece que es un sueño que estemos juntos y que - Se sonroja - bueno ya sabes...

Que hayamos hecho el amor - off le alza la barbilla para mirarse a los ojos y finalmente besarle...

Si - Le besa la punta de la nariz con cariño - Creo que ahora debemos levantarnos y desayunar...

No necesariamente - Lo recuesta en la cama y se sube besándolo con deseo provocando que gun se estremezca de pies a cabeza - hay otras cosas que podemos hacer...

Eso creo - Vuelve a ser besado por su pareja y comienza a sentir caricias que le encienden poco a poco...




Desde el balcón de la suite bebía un jugo de naranja recién hecho, sobre su cuerpo tan sólo llevaba un albornoz blanco de seda. De pie junto a la puerta-ventana recibía la brisa marina y podía ver tanto a la playa como a la habitación en la que dormía su ahora esposo.

En ese momento miraba al mar y un ruido le hizo volver la mirada, sonrojándose hasta la base del cuello al ver al chico de ojos café claro completamente desnudo, seguía dormido en la cama pero al voltearse la sábana se movió y calló a un lado.

Dejó el jugo en la bandeja que estaba en la mesa del balcón y acercándose tomó la sábana tirada en el piso para cubrir a tay, pero al inclinarse una de las manos del más alto le tomó y haló para dejarlo caer en la cama, para cuando se dio por enterado de lo que había pasado estaba boca arriba en la cama y tay sobre su cuerpo le besaba ardientemente.

¿Desayunando sin mí? - Le sonrió seductoramente...

Es... es que... no quería despertarte...- contesto new entrecortadamente

No me importa despertar... si es a ti a quien voy a ver cada mañana...- le respondió para después sonreírle

La sonrisa de su esposo le hizo sentir mariposas en el estómago y su nervio empeoró al sentir las manos de tay desanudar su albornoz y abrirlo para dejar al descubierto su piel blanca.

¿No quieres comer algo? - Susurró new sintiendo su cara ardiendo.

Eso es precisamente lo que voy a hacer mi ángel...

New sintió la boca de tay invadirle y explorarla con lentitud, sin dejar sitio libre de caricia, tomó aire cuando sus bocas se separaron, sus ojos aqua se toparon con los cafes de su amante y sus bocas rojas por el beso sonrieron simultáneamente...

Tay terminó de abrir el albornoz y lo deslizó por los hombros de New para dejarlo desnudo bajo su cuerpo, era contrastante el rostro rojo de su esposo con la palidez del resto del cuerpo, no tan pálido pues aún tenía algunas marcas rojas que le dejó la noche anterior, y de las últimas noches desde que llegaron a disfrutar de su luna de miel semanas atrás.

Se recostó sobre su cuerpo y le besó con suavidad, deslizando sus labios por la barbilla hasta llegar a ese suave y níveo cuello que le volvía loco, los primeros gemidos de su castaño amor le encendieron rápidamente y llegando hasta la clavícula no pudo evitar morderle levemente para dejarle una marquita de propiedad. Bajó por ese suave pecho hasta llegar a los sonrosados pezones.

¿Bailamos? •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora