- Recuerdos -

-VI-

"Porque aunque pase el aguacero, siempre vendrá la tormenta..."

--Melanie Fawn--

¿Que como? - Dije saliendo de mis pensamientos.

¿Me estabas escuchando? - Oigo que dice mi gran amigo.

No, lo siento, estaba en mi mundo... - Digo mirándole, viendo de nuevo sus grandes ojos verdes que podrían iluminar incluso más que el sol, él solo saco su linda sonrisa al darse cuenta de mi mirada, mientras bajaba su cabeza y la volvía a subir para verme.

Decía, ¿qué quieres comer? hay para elegir dos platos, salmón al horno con salsa de albahaca y tomate, o lomo de búfalo con pescado y puré de patatas y ensalada como acompañantes - Dijo imitando un acento medio raro, entre francés e italiano, mirando la carta.

Déjame con el lomo de búfalo ese, parece más completo, aunque no soporto el pescado... - Digo haciendo una cara de asco.

Tranquila, lo pones en mi plato, y si quieres pido lo mismo y te dejo mi lomo - Dijo cerrando la carta y dejándola en la mesa, para dirigirse hacía a mi.

Al oírle decir eso no puedo evitar sentir un vuelco en mi corazón, empezando a palpitar más fuerte, entre lo que iba ha hacer por mi y que lo que pensó mi mente, había una gran diferencia. Me tachareis de loca... Lo sé, pero es que ese chico me volvía demente. Lo dicho, me tiene cual adolescente hormonada...

¡Muchas gracias! - Es lo único que pudo salir de mi boca.

Para eso estamos - Dijo sonriendo, esa sonrisa tan verdadera, en la cual se le achinaban esos ojos verdes.

Lo dicho anteriormente, este tipo me tiene donde quiere, pena que no se de cuenta y yo no sea capaz de decirle...
A veces odio mi faceta de cagona, pero es que, el miedo de pensar que solo me ve como una amiga, me hace dudar, y mucho.

Yo pediré salmón - Dijo mi madre, por un momento se me había olvidado que estaban aquí...

Búfalo también, espero que traiga mucho porque sino, me muero de hambre - Añadió Hannah con su gran apetito.

¿Cuántas veces has dicho hambre ya? - Le pregunto mientras le miro, solo veo su mirada amenazante.

Que importa, lo verdaderamente importante es cuando vendrá el camarero para pedir - Dijo levantándose de la silla mirando alrededor en busca de este mismo - Ahí está - Añadió mientras agitaba la mano de un lado a otro, llamando la atención de este.

¿Que desean pedir? - Dijo nada más llegar a nuestra mesa.

Era un joven bastante apuesto, pelinegro y ojos color miel, eran super claros. Además de un tono de piel morenito. Una mezcla que le hacía lucir muy guapo. Bastante guapo.

Tres búfalos y un salmón por favor - Dijo mi madre -

¿Algo para beber? Hay vino blanco, tinto, afrutado, también hay bebidas sin alcohol, como zumo de frutas, macedonia, naranja, pomelo o mango, o capaz si desean también hay refresco, Coca-Cola, Pepsi, Fanta, Sprite, Aquarius, un poco de todo - Comentó el ojos miel, como si nada, como si se supiera de memoria toda la carta, mientras escribía en una mini libretita. Lo mire asombrada, ni yo estudiaba tanto para mis exámenes de anatomia o microbiología universal.