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𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 03

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"¡Noah!

"Yo..." antes de que pudiera decir que no podría comer con él porque no se encontraba bien, el sonido de una silla siendo arrastrada la detuvo.

Noah se había levantado de su asiento y caminó hacia ella y sacó una silla para que ella se sentara.

Ella dio unos pasos hacia atrás, sorprendida por sus rápidos movimientos.

Era una invitación a comer juntos. Adele se sentó, mordiéndose la comisura del labio.

Justo cuando quería levantarse para que Noah empujara la silla con facilidad, Noah la empujó con facilidad mientras aún estaba sentada.

"Gracias", dijo cortésmente. Noah se paró justo detrás de Adele e inclinó la cabeza. Pronto, hubo un olor a hierro y madera quemados en la habitación.

"¿Solo estás comiendo eso?" Noah frunció el ceño ante la fruta.

ensalada y sopa servida para Adele.

Su voz áspera y baja resonó en sus oídos y nerviosamente se agarró los extremos de la falda y respondió: "¿Perdón? Ah, sí. No tengo mucho apetito por la mañana".

Solo comió lo suficiente para aliviar sus dolores de hambre tan temprano en el día.

Noah chasqueó la lengua y tomó la muñeca de Adele, "Por eso estás tan delgada".

"¿Disculpa? ¿Qué quieres decir?" Justo cuando Adele estaba a punto de levantar la cabeza, Noah soltó su muñeca y volvió a Su asiento.

Se tocó la muñeca ardiendo sintiéndose avergonzada por su palabras.

Su cuerpo estaba  más carnoso, a diferencia de las  delgadas mujeres nobles .

Ella no entendía lo que él quería decir con que ella fuera delgada.

¿Y por qué me agarró la muñeca?

Cuando Adele levantó la cabeza, sus ojos se encontraron con los de Noah mientras bebía su agua.

No sabía qué decir y soltó: "La cerca del jardín está un poco vacía".

Adele quería aliviar de alguna manera la incomodidad mientras comían juntos.

Aunque se arrepintió de haber dicho eso cuando vio su expresión fría.

"¿Si y?"

"Bueno, ese lugar originalmente se dejó como un terreno baldío para plantar flores. Debe ser un poco estrecho para que entrenen los caballeros".

Mientras Adele jugueteaba con su cuchara y hablaba, el tenedor de Noah se detuvo.

Pensamientos llenaron su cabeza acerca de  donde los caballeros entrenaban, y también, de una mujer que caminaba por el jardín, riéndose con sus doncellas.

Miró directamente a los ojos de Adele, "Debería haber obtenido el permiso de la dueña. No pensé en eso".

Adele agitó las manos ante la repentina disculpa:

"No, no quise decirlo así. Además, ¿qué quieres decir con 'dueña'? El puesto solo está vacío porque él no está aquí.”

Cuando el esposo de Adele abandonó el castillo, Noah naturalmente se convirtió en el propietario.

Aunque tenía veintiséis años y no tenía esposa. Así que la propietaria no era Adele, era un asiento vacante; tal era la ley del Imperio Astriano.

"No, tú eres la dueña".

"¿Tú crees?" Adele abrió mucho los ojos ante las palabras de Noah ..

que ella no podía entender.

Un sirviente, que llevaba una bandeja de plata, se acercó a la mesa y dejó un tazón grande que estaba cubierto con una tapa, "Esto es carne de venado joven asado".

Cuando el sirviente abrió la tapa, apareció un gran trozo de venado joven asado.

Adele, que era sensible a la carne cazada, frunció el ceño reflexivamente.

Pero no olía a carne. El sirviente miró a Noah y dijo con cuidado: "Lo enfrié como ordenaste. Pero si lo comes así, no sabrá tan bien".

"Esta bien gracias."

El sirviente tomó un tenedor y un cuchillo grandes y Noah movió su dedo, indicándole que se los diera.

Fácilmente cortó la carne y colocó un poco en su plato y Adele no pudo evitar mirarlo fijamente mientras la masticaba.

Debía ser porque aún era temprano, que tenía los ojos entrecerrados y ella notó sus largas pestañas, bajo las cuales se movía una nariz cincelada.

A pesar de la atmósfera estética, un par de botones de su camisa estaban abiertos, dándole una sensación extraña.

Por su culpa, muchas chicas jóvenes no podían dormir por la noche. ella miraba a él sin comprender.

Recuperándose, se dio cuenta de que había estado mirando mucho tiempo.

Noah se dio cuenta de esto cuando bajó su cabeza para ver el cuenco de su sopa,

"Cuñada."

"Sí."

"¿Te gustan las flores?"

Parecía molesto por la cerca ahora y Adele asintió con una sonrisa,

"Sí. Me gustan las peonías. A él le gustan, así que a  mi gustan. Cuando te vayas, las plantaré allí.  Y Él podrá verlas cuando él regresa."

Se escuchó el sonido agudo de un cuchillo raspando el plato y ella parpadeó asustada, preguntándose si había dicho algo que a él no le gustó.

Frunciendo el ceño, bebió el agua del vaso y luego dijo: "Antes de regresar al campo de batalla, estaba pensando en hacer un estanque en el jardín".

"¿Un estanque?" Era una molestia mantener el estanque, por lo que había sido vaciado hace un año. ¿Por qué quería volver a llenarlo?...

Adele inclinó la cabeza y preguntó: "¿Tienes una razón para eso?".

"Si hay un estanque, entonces florecerán las nomeolvides".

"¡Ah! ¿Así que a ti  te gustan las flores las nomeolvides? Es la primera vez que las veo".

Adele, a quien le gustaban las flores, aunque finalmente tenía algo de qué hablar, y sonrió brillantemente.

inmediatamente, los ojos de Noah se abrieron cuando movió su cuchillo nuevamente y dijo sin rodeos: "No, no me gustan".

"¿Perdóneme?" Dijo ella, luciendo confundida. Entonces, ¿por qué quería hacer un estanque?

De repente, un sirviente que había entrado por las puertas de la ciudad, corrió apresuradamente al comedor, interrumpiendo su incómoda conversación, “¡Señora! ¡Joven maestro!"

Preguntándose qué pasó, tanto Adele como Noah se giraron para mirar ala sirvienta. El rostro del sirvienta estaba pálido.

"¡El maestro!" Ella gritó.

Adele, ansiosa al ver los ojos llorosos del sirviente, preguntó:

“¿Qué le pasó? ¡Dime!"

“Creo que deberías ir al puerto de inmediato”, respondió mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

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