Confesión

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Flower fruit island, un pedazo de cielo en tierra, con bellos paisajes y deliciosa fruta, hogar de dos jóvenes mono, Sun Wukong y Macaque, ambos monos habían sido amigos desde siempre, donde encontrabas a uno se veía al otro , en tantos años juntos no era de esperarse que algo llegará a pasar, que esa amistad se convierta en algo más y eso le estaba pasando al mono dorado, Sun Wukong, hacia poco empezó a sentir cosas por su mejor amigo, cuando lo abrazaba o cuando se acurrucaban juntos hacían que el corazón del dorado saltará de alegría.

-Asi que, podrían ayudarme a poder confesarme-

Pedía el joven mono a un grupo de monitos que lo miraban con duda pero totalmente dispuestos a ayudar a su rey, los pequeños deban muchas ideas de cómo el rey podría conquistas al mono de seis orejas.

<<Primer paso para salir con Macaque: alagos>>

Los pequeños convencieron al dorado de empezar con breves coqueteos antes de lanzarse a la acción, mostrar al de pelaje blanco su interés en él.

Luego de prepararse mentalmente, estaba sumamente nervioso pero se sentía listo, caminó hacia el de seis orejas, el cual hacia coronas de flores para los monitos más pequeños.

-Buenos guapo,como está el más días-

El mono albino lo miró dudoso, el rubio al darse cuenta de la tontería que había dicho salió corriendo, dejando con más dudas al de seis orejas y con mucha vergüenza al dorado.

<<Segundo paso para salir con Macaque: regalos>>

El rubio se sentía incapaz de volver a alagar a Macaque sin decir alguna tontería, pensó mejor en un regalo hecho por las manos del gran Sun Wukong.
Pasó toda la tarde pensando en algo para regalarle a su amado, quería que fuera especial, pero posible de hacer por el mismo, cuando le llegó una idea perfecta, una corona de flores, Macaque se las regala a todos en la isla, pero nadie le regaló una.
Wukong se pasó unas horas recogiendo las mejores flores que pudo ver, se sentó y empezó a hacer la corona.

Llevaba como veinte intentos, algunas se deshacían, otras parecían de todo menos una corona de flores, el rey se estaba desesperando ¿Porque el albino lo hacía ver tan fácil?

El cielo empezó a oscurecerse para cuando Wukong hizo la corona de flores más decente entre todos sus intentos, el mono dorado se sentía orgulloso de su trabajo, se levantó y fue en busca del contrario, el cual estaba comiendo una de las deliciosas frutas que ofrecía la isla.

-Oh, Wukong hola-

El albino le sonrió al rubio, esa sonrisa que el más claro amaba.

-Amm... Macaque, hice esto para ti, digo, no es tan linda como las que haces tú, pero me demoré mucho! Es la que mejor salió...-

Este dejó la corona en manos del peliblanco, este miró la corona, algunas flores parecían que se saldrían en cualquier momento, pero para él era el mejor regalo que le habían dado.

-Sabes que! Mejor damela, digo, podrías hacer una el doble de linda y...-

-Wukong, me encanta, gracias-

Wukong sonrió tontamente, feliz que su regalo fuera del agrado de su amado, este se sentó a su lado, disfrutando la compañía del otro hasta que cayó la noche y fueron a descansar.

<<Tercer y último paso: confesarse>>

El rubio se sentía listo, unos monitos le daban porras, ¿Que estaba pasando? Simple, Wukong se sentía listo para confesarse al de seis orejas, en su mente rondaban mil y un cosas que podrían fallar, en un abrir y cerrar de ojos estaba  a pocos pasos del mono de pelaje blanco.
Quedó frente a este, el cual lo miraba extrañado.

-Wukong, pasa algo? Llevas días comportándote... Más raro de lo normal-

-Bueno... Macaque yo- quería hablar de algo contigo, no quiero que me odies o que arruine nuestra relación-

-Wukong, me estás preocupando-

El rubio tomo aire como un intento de calmarse.

-Laverdadesquemegustasmuchoymegustariaseralgomasqueamigoscontigo-

El rubio soltó todo de golpe, dejando confundido al peliblanco.

-Podrias repetirlo?-

-SABES MACAQUE! OLVIDALO SI!... Es, solo una tontería -

Este bajó la mirada, no pudo hacerlo, tenía tanto miedo que saliera mal, de perder a Macaque.

-Bueno, ya que estás aquí, yo quería decirte algo-

El dorado miró atento al albino, solo faltaba que alguien más tuviera el corazón de su amado Macaque, porque conocía ese rostro avergonzado y el movimiento nervioso de manos.

-Wukong, todos estos años a tu lado me han hecho muy feliz, te quiero y se que tú me quieres a mí, por eso yo... Quería decirte que me gustas, no como amigos sino algo más romántico-

Wukong tenía los ojos como platos, su cola no dejaba de moverse rápidamente de un lado al otro y su rostro estaba completamente rojo -

-Si tu... No sientes nada por mi, fingamos que nunca pas-...-

El peliblanco no pudo terminar de hablar pues sus labios fueron sellados por un beso del contrario, un beso inocente, el primer amor de ambos.
Cuando se separaron, sus rostros eran un poema, todo su rostro ardía y una sonrisa tonta se dibujaba en el rostro de ambos.

-Eso era lo que te iba a decir Macaque!-

-¿Y porque no lo hiciste?-

-Porque tenía miedo que si no sentías lo mismo, te sintieras incómodo conmigo y te alejaras -

El mono blanco dejó un beso en la nariz del contrario.

-Nunca me alejaría de ti Wukong-

El mono dorado abrazo al contrario, su corazón latía rápidamente y sus colas se enlazaron, ambos se veían con amor mientras caminaban para contarles a los monitos que ahora eran pareja, pasando todo el camino dándose mimos y besos como el par de tontos enamorados que son.

FIN

✿Shadowpeach✿One-Shots☆゚.*・。(LMK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora