Big Dragon (Bigdragon)

Capítulo 19

Hong estaba en la cocina, preparando una sopa para el desayuno. Su pequeño hijo, Aroon, jugaba en la sala, mientras que el más pequeño dormía plácidamente en su cuna, cerca de su padre Dragón; quien estaba concentrado en su teléfono mandando algunos mensajes de texto.

Dragón: ¿Ya estás despierto?

Dragón estaba sentado en el sofá, mientras sus pies estaban estirados sobre la mesa.

Big: Ya.

Dragón: ¿Algún plan para hoy?

Hong pasó por ahí, y se percató de la sonrisa que su esposo tenía en el rostro. Hong no se sorprendió, para ella no sería sorpresa si había alguien más entrometiéndose en su relación, pero esta vez, no iba a ser la dulce Hong sorda y ciega; ella estaba cansada.

—El desayuno está servido.— Hong llamó dulcemente a su esposo.

Al ver que Dragón no respondía, ella fue del comedor a la sala.

—¿Mangkorn?

—Desayuna primero, no tengo apetito.— respondió Dragón mientras volvía a concentrarse en su teléfono, acto que molestó a Hong, pero lo dejó pasar.

—¿Entonces irás con nuestros hijos a un paseo?

—¿Para qué más estaría aquí?

La relación entre Dragón y Hong no era buena, si no fuese por sus hijos en común, ellos no se verían más las caras.

Después, cuando Dragón subió a arreglarse, había olvidado su teléfono en la sala. Hong iba a hacer la limpieza cuando se dió cuenta del teléfono de Dragón, inmediatamente ella lo tomó.

Lo primero que apareció en contactos fue aquel nombre *Big, y Hong supo inmediatamente de que se trataba del amor que tuvo en el pasado, Hong conocía la situación de Dragón. Ella fue entonces a mensajes, y se dió cuenta entonces que Dragón estaba saliendo con la persona que de verdad amaba, y que debido a eso, es que estaba sonriendo últimamente, cosa que Hong no lograba en él.

Hong estaba celosa ahora, escribió algo para Big y después dejó rápidamente el teléfono cuando unos pasos se escucharon. Era Dragón, quien se dirigió al baño. Hong rápidamente fue a buscar lápiz y papel, tampoco se atrevió a tocar el teléfono, y después de un rato, cuando Dragón salió y volvió a subir, Hong tomó el teléfono y escribió la dirección que Big le había enviado.

Después, Hong borró los últimos mensajes.

Dragón salió poco después al paseo con sus hijos, entonces Hong aprovechó para pedirle algunas cosas.

—¿Puedes pasar al supermercado? Necesito algunas compras.

—Está bien.

Hong le pasó una lista de compras a Dragón, con una dulce sonrisa, entonces él se fue y ella quedó en casa, planeando su próximo movimiento; ahora que sabía la dirección de su rival.

[ . . . ]

Big estaba en shock.

Aquel niño estaba llamando a Dragón por nombre “papá” y eso hacía una gran herida en el corazón de Big, tanto que no podía soportarlo y tuvo que agarrar su pecho.

—Déjame explicarlo...— Dragón comenzó a acercarse, Big inmediatamente dió pasos atrás —Por favor, Big, escúchame.— Pidió Dragón rogando con su voz.

—No hay nada que decir.

Big salió de ahí, conteniendo sus lágrimas, y sintiéndose tan estúpido. Se sentía humillado y usado, de tan solo recordar lo fácil que había sido acostándose con Dragón, y se sentía realmente mal por ello.

Big no quería darle una oportunidad a una persona que ya tenía una vida muy distinta a él, simplemente no eran compatibles, Big no podía engañarse con que todo estaría bien. Aunque Dragón fuese un padre soltero, no era un situación con la que Big se sintiera listo de aceptar y lidiar.

Después de todo, Big concluyó con que cada uno ya había elegido un camino, y aquel, solo había sido una pequeña coincidencia, pero los caminos seguían ahora por rumbos separados.

Dragón no tuvo chance de alcanzar a Big, y tampoco creía que fuese el mejor momento para explicar las cosas. Pensó entonces en ir más tarde para hablar las cosas, cuando el coraje de Big bajara pues estaba muy sorprendido por el momento.

Dragón llegó más tarde a casa, pero Hong no estaba para recoger a los niños. Dragón tampoco era capaz de dejarlos e irse, así que esperó por Hong. La hora en que debía ir a su cita con Big estaba pasando, pero Hong aún no llegaba, comenzó a desesperarse y a marcarle a Hong, pero el teléfono estaba apagado y comenzaba a dar señales de no aparecer hasta tarde.

Dragón no tuvo otra opción que faltar a su cita con Big.

Ya era tarde, y la cena que Big tenía planeado hacer para Dragón ya había sido cancelado desde hace mucho. Big tampoco se sentía muy triste, pero tampoco iba a hacer un berrinche, aunque no tenía apetito ni ganas de hacer nada.

Trató de dormir un poco, cuando el timbre sonó.

Enseguida pensó que se trataba de Dragón, y para nada estaba dispuesto a abrirle ni mucho menos escucharlo, pero mientras se iba acercando a la puerta, una voz femenina sonó del otro lado.

—¿Sr. Yai, se encuentra en casa?

Big abrió la puerta, encontrándose así con Hong.

—¿Usted es Big?

—Sí.

—Hay algo de lo que me gustaría hablar con usted, ¿Puedo pasar primero?

Big asintió con desconcierto, no sabía quién era la mujer pero ella, al parecer, sabía quién era él.

—¿Usted es...?

—Hong...— ella extendió las manos —La esposa de Dragón.

Big estaba nuevamente en shock, ni siquiera quiso darle la mano a la mujer frente a él, a ella no pareció importarle y simplemente la bajó.

Hong se sentó primero, después Big, ambos quedaron frente a frente.

—¿A qué se debe tu visita?

—Sé que tú y Dragón están saliendo, no lo niegues. Y se supone que ahorita, él debería estar aquí.

—Te equivocas, no estamos saliendo.

—Conozco un poco sobre ustedes, quizás a Dragón se le escapó alguna información mientras estaba ebrio.

—¿A dónde quieres llegar con eso?

—Solo vine a advertirte que te alejes de Dragón, él tiene una familia conmigo, estamos casados, no destruyes la vida de mis hijos ni destruyas su familia.

Big lo entendió, las cosas eran lógicas y claras, Dragón tenía una familia, la cual, no debía ser destruída.

—No te preocupes.

Hong se levantó para irse, no estaba cómoda viendo a Big a los ojos para fingir ser una mujer fuerte, pero no tenía otra opción, y no quería que Dragón se alejara de ella.

—Antes de que te marches...— Big habló —Quiero aclararte que no sabía sobre tí y tus hijos. Hoy ví por casualidad a Dragón, y supe que tiene dos hermosos hijos, me queda claro que debo alejarme, y es lo que hice.

—Te lo agradezco.

Cuando Hong se retiró, Big comenzó a llorar; no quería soltar a Dragón, le dolía hacerlo; pero era algo que debía hacer.

—Todo se acabó ahora.