♡ Conocer a ciegas ♡

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- No quiero estar aquí, Juan. 

- ¡Es tu oportunidad, wey! Bueno... nuestra.

Se encontraban en un evento que se celebraba cada año en el parque central donde se reunían personas solteras. Las personas interesadas en encontrar una cita ya se estaban comenzando a inscribir. 

Juan dejó su nombre y número de teléfono en una pequeña hoja, dejando ahora oportunidad a su amigo. 

- ¡Vas, rey! - exclamó Juan acercándole una pluma. 

- Creo que vine a perder mi tiempo. Pero pa' que dejes de chingar. - dijo tomando la pluma a regañadientes y empezando a escribir. 

En el centro del parque había un kiosco iluminado con tiras de pequeñas bombillas. Música suave sonaba de fondo cuando 2 amigas venían corriendo a formarse. 

- Apenas llegamos a tiempo. ¡Qué bueno que te hice correr! - dijo Abril.

- Casi escupo las anginas por tu culpa. ¡Me debes una! - gritaba Samantha recuperando el aliento.

- Mira el lado bueno. Tu príncipe azul podría estar aquí.

- Eso no existe. Déjate de cursilerías baratas. - dijo Samantha algo molesta.

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A cada participante le habían dado un número al azar y se encontraban caminando alrededor del parque cuando el evento al fin dio inicio.

- ¡Bienvenidos sean todos a nuestro evento anual! A todas las mujeres solteras, les pediremos que tomen asiento en la silla que nuestro staff les asignará. Una vez que estén todas en su lugar empezaremos con las citas exprés.

- ¡Vamos Rivers! - gritó Abril.

La chica no compartía el entusiasmo de su amiga. Se limitó a seguir las indicaciones del personal y sentarse. 

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- Para comenzar, los chicos deberán formarse en el orden que se les indique y tendrán un total de 5 minutos para hablar con la chica de cada mesa a la que pasen. ¿Están listos?

- ¡SÍ! - gritaron todos al unísono.

Cada hombre fue sentado en una mesa frente a una chica. Todos se intentaban mirar fijamente, pero los nervios se los impedían.

- 5....4...3...2...1.... ¡empezamos! - gritó la presentadora. 

Juan estaba en plena conversación con una chica alta de cabello rizado que también parecía disfrutar su charla. 

A 2 mesas de distancia se encontraba Osvaldo con una chica que no lo dejaba hablar.

- Y como yo me considero una persona muy social, me encantan las fiestas y tomarme fotos, espero a alguien que disfrute desvelarse, tomar, que haga un esfuerzo por llevarse súper bien con mis amigos...

"y alguien que sólo escuche y no hable ¿no?" - pensó Osvaldo.

- también debe ser lo suficientemente paciente como para esperarme las horas que tardo en ir de compras, cuidar de mi perrito "wini" cuando salgo de viaje y sacarme a pasear siempre que me vea triste.... ahora sí ¿qué es lo que buscas tú? - preguntó la chica.

Justo en ese momento sonó una pequeña campana avisando que la primer cita exprés había terminado.

- Un gusto... ah ¿Cómo te llamas?

Enserio, la chica ni siquiera lo había dejado presentarse.

- Osvaldo. ¡Nos vemos! - expresó alejándose de ahí.

+ QUE UNA AMISTAD - El Mariana x RiversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora