Cómo un cuento de hadas.

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SeokJin se encontraba dando un agradable paseo por el bosque cercano a su casa, esa mañana en especial estaba agradable, durante la noche hubo una ligera lluvia por lo que el aire no estaba demasiado frío. Un día agradable que prometía ser bueno.

Mientras iba avanzando podía ver como algunas pequeñas ramas estaban rotas y algunos animales se movían en busca de algún lugar más cómodo para poder descansar.

-Tal vez debería adoptar una mascota-. Hablo al aire cuando pudo ver a los pies de un árbol un pequeño bulto azul y rojo en las raíces de este.
Curioso, pensando en que se trataba de un peluche olvidado se acercó con intenciones de levantarlo, aunque al ver que el pequeño "muñeco" respiraba, pues se notaba como su abdomen subía y bajaba, y una sustancia roja, al parecer era sangre, escurría por su brazo derecho, sus ganas de levantarlo disminuyeron considerablemente.

Si bien Jin jamás fue alguien demasiado valiente como para lanzarse a lo desconocido, el animalito, o lo que fuera, sufría.
Con mucho cuidado, y algo de miedo, lo levanto viendo que se trataba de un pequeño koala de nariz violeta, era muy lindo y demasiado raro. Movió su brazo sólo un poco, sangraba bastante para el tamaño que tenía el animal, de quince a veinte centímetros ya que cabía en su mano pero no podría decirlo a ciencia cierta.

Busco en su camisa una curita, hombre precavido vale por dos, con algo de dificultad pues sólo podía ocupar una mano y la coloco con la mayor suavidad posible en su pequeño brazo con intentando no lastimarlo más de lo que ya estaba, no era mucho pero considerando que el animal era pequeño, serviría para detener el flujo de sangre

Sin saber bien que hacer se decidió por llevarlo con él para asegurarse de que sus heridas se cerrarán completamente.

🌺✨

La mañana había pasado, Jin estaba preparando su almuerzo y se había preocupado de vigilar al koala, que dormía en el sofá de la sala, había gastado casi todo el tiempo de su mañana en asegurarse de las heridas del animalito, aunque no es como que le preocupara pues ese día no tenía Universidad y siendo viernes los dos siguientes tampoco.

Un ligero ruido de algo siendo tirado lo sobresalto, emprendió camino a la sala viendo el control del televisor en el suelo y ni señas del animal, tal vez haste fuera una cruza de koala y ratón, por eso era pequeño y escurridizo.

-Pequeño koala... ¿Dónde estás?-. Su vista viajo por la sala notando que el cojín en el sofá individual estaba temblando, la sensación desconcertante se no saber como llego el koala hasta allá lo hizo reír un poco, tal vez para acallar el poco de miedo que nacía en él, y al parecer su risa llamo la atención del koala pues este se dejó ver un poco al observar a Jin-. Oye, ven aquí-. Intentaba mantener su tono tranquilo para no asustarlo o que se notara su estado nervioso-. Tranquilo, no te pasará nada-. Jin no supo si se lo decía a él o al animal pero este ultimo salió de su escondite y con paso dudoso se acercó hasta el filo del sillón.

Jin lo miraba atento, cada movimiento mientras se le acercaba, estiró su mano lentamente y vio como este la olfateo un poco antes de tocarla, con un poco más de confianza se atrevió a cargarlo y este se dejó, no era muy diferente a cualquier otro animal pequeño.

-Eres muy lindo, ¿Tienes hambre?-. Pregunto sin esperar una respuesta razón por la que se sorprendió al recibir un asentimiento-. Vaya, eres muy listo y muy raro, vamos a que comas-. Jin, con el koala en manos, se dirigió a la cocina y lo dejo sobre la mesa-. ¿Y tu qué comes?.

El koala no lo miraba pues prestaba atención a su alrededor, cosa que a Jin le parecía adorable, ver a algo pequeño curioso por su alrededor siempre es adorable, y pudo ser testigo de como se levantaba a oler las orquídeas que adornaban su mesa.

-¿Qué tal sigue tu brazo?, ¿Te duele?-. El pequeño animal negó-. Sigo sin saber que comes. Dímelo animalito apenas identificado pero que al parecer es un koala en miniatura que ni siquiera sé que hace en corea.

El koala se acercó al borde de la mesa y con su brazo bueno señaló la olla.

-Ohh, ¿Quieres probar eso? Supongo que puedes, se nota que no eres normal aunque más anormal soy yo, estoy hablando con lo que podría ser un peluche poseído-. Se encogió de hombros y giro para comprobar cuanto le faltaba a la sopa de algas-. La sopa estará lista en unos diez minutos tal vez, mientras creo que deberías...

Sus palabras quedaron al aire cuando vio al animalito saltar y caer de pie. Él realmente pensó que terminaría más lastimado de lo que ya estaba, comenzaba a considerar seriamente que fuera un peluche poseído.

- Que susto me das-. Jin terminó por reír, se sentía tan raro por hablar con aquel animal aunque este no pudiera responderle sobretodo porque este era tan raro y adorable que le daba escalofríos-. Ten cuidado con acercarte a mis pies. Podría pisarte.

Se acercó a la estufa para comprobar la sopa-. Esto está listo, ven aquí-. Se agachó y colocó su mano frente al koala para que subiera, gesto interpretado con mucha facilidad.

🌺✨

El fin de semana paso rapidísimo y, Jin aprendió algunas cosas de su nuevo y muy raro acompañante.

Podía cambiar su tamaño, siendo esto lo más raro fue lo que menos le sorprendió, incluso lo agradeció ya que no tendría que estar poniendo atención a sus pies todo el tiempo para no pisarlo y aún así le sería fácil salir con el pues podría ponerlo en su bolsillo delantero en sus camisas y todos lo confundirían con un llavero.

Sabía leer y escribir. Esto aunque no fuera tan raro, ya que el koala entendía bastante bien, fue lo que más lo extraño, porque lo que más escribía eran preguntas de para que servía cada cosa y los canales de las caricaturas que veía mientras Jin cocinaba, como si no conociera nada de esa época, aunque considerando que es un animal... Aunque era muy listo, era raro todo a fin de cuentas.

Era extremadamente inteligente. Esto lo noto cuando estaba haciendo su tarea y vio al animal escribir sus ejercicios de matemáticas y resolverlos, incluso le preguntó a YoonGi, uno de sus mejores amigos y mejor en esa materia que él, si estaba correcto y este incluso le agradeció por pasarle la respuesta. Este simple hecho hacia que pensara cosas raras del animalito, aunque todo terminaba descartado, ya le habría hecho algo malo o raro si fuera así, sus teorías no eran muy acertadas.

Comía carne, lo cual no le sorprendió mucho ya que al no saber mucho sobre los koalas, supuso que era normal y aquel animal no era normal, no se sorprendería porque coma carne.

Le gustaba mucho que lo cargara y también dormir con él en las noches, Jin lo ocupaba como peluche y el lo ocupaba como almohada y cobertor humano, eso hacía que los pensamientos raros sobre el animal se fueran perdiendo en lo profundo de su mente.

No dormía mucho pero cuando lo hacia era muy difícil despertarlo, parecía caer en coma temporal cada noche.

Su nombre era Koya, cuando quería era muy travieso, como cuando oculto las llaves de la moto y la casa para que no salieran.

Y tendría que llevarlo con él a la universidad, después de todo no podía dejar solo a aquel pequeño, no hasta saber que era realmente o los secretos que este escondía.

Unos días y su vida cambiaba de forma tan rara y desconocida, habrían muchas cosas que serian un desastre sin duda.

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