Cómo un cuento de hadas.

11

Jin entró a la habitación intentando no hacer ruido para despertar al
moreno, aunque suspiro cuando miró que este estaba despierto y
envuelto en las mantas de la cama.

-Namjoon.

-¿Que quieres Seokjin?

-Que... quiero que vuelvas conmigo a casa...- . La voz de Jin salió bajita y Namjoon lo miró.

-No deberías de decir cosas si después te vasa arrepentir de hacerlo, ya me echaste y si te molestó no volveré, es mejor así, ya no voy a causarte más problemas que no necesitas.

-Yo... No sé porque relacione así, fue muy, impulsivo de mi parte-. Admitió-. ¿Qué piensas hacer?-. Jin intento mantener un tono calmado al
hablarle, lo que menos le gustaría es entrar en otra discusión.

-Voy a trabajar y el próximo mes veré donde vivir tranquilo.

-¿Vas a vivir sólo? Namjoon, ni siquiera sabes preparar huevos revueltos, ¿Cómo lo lograrás?

-Pues aprenderé a hacerlo, no creo que sea tan difícil, me voy a inscribir
en el taller de cocina de la universidad si hace falta-. Los ojos de ambos picaron e intentaron mantener la mirada en el otro.

-Vamos Nam, podemos resolver esto y volver juntos a casa, podemos
hacerlo, podemos intentar..

-¿Y para qué? Para seguir causándole molestias, ya me haz dicho, en más de una ocasión, que sólo soy un problema en tu vida y si te molestó esta bien, no volveré a molestarte Seokjin.

-Kim Namjoon, escucharme bien, ahora te levantarás y volverás a casa
conmigo, me dijiste que teníamos un lazo que nos unía, debes quedarte conmigo.

El moreno se levantó sólo para poder encarar a su mayor con más-. ¿Y qué? Sólo es un maldito lazo que en todas tus vidas has decidido
ignorar, puedes hacerlo ahora también, no creo que te resulte tan
difícil.

-¡No me compares! Puede que eso hayan hecho mis otras vidas pero yo
no soy igual.

-Te equivocas, lo único que ha cambiado es que no me he dejado
después de aquella vez, lo único que mantiene ese lazo es el maldito
pendiente, ni tus sentimientos o los míos pretenden ser demasiado
fuertes para aquello-. Un suspiro se dejó escapar de los labios del alto y su color de cabello comenzó a cambiar, una mezcla de verde limón y azul.

-Namjoon...

-No hyung, Namjoon nada, esto me tiene cansado

-¿A qué te refieres?-. Pregunto, algo asustado de la posible respuesta.

-Me arte hyung, he estado luchando tanto que ya es momento-. Sostuvo su oreja quitando el pendiente-. Esto me tiene arto, no tengo porque pasar tantas veces por lo mismo... no merezco todo esto Seokjin, he sido lastimado muchas más veces de las que puedes llegar a imaginar-. El silencio se formo y los ojos del moreno se aguaron, a pesar de todo el dolor que ha tenido a lo largo del tiempo esto era lo que más le dolía,
dejar ir dolía en el alma, soltar era mucho más difícil de lo que pudo
haber imaginado antes.

Se quedó en silencio con una extraña sensación invadiéndole el pecho, miro el pendiente en su mano y suspiro.

-Hyung... ¿De que color ves el pendiente?

Jin lo miró confundido cuando le mostró el pendiente, ¿Que tipo de
pregunta era aquella?-. Es púrpura y azul... Es como Koya, tiene los colores de Koya.

Namjoon se dejó caer de rodillas y sus lágrimas se liberaron-. Justo ahora... Tenía que pasar ahora.

Seco sus lágrimas con cuidado y Jin se arrodilló junto a él-. ¿Qué pasa...?