Operación: ¡me gustas! - [Jian Yi x Zhan Zheng Xi]

Operación final: Novios

Ambos esquivaban con facilidad al alumnado que caminaban tranquilamente durante el receso. Jian Yi guiaba de la mano a su ahora novio, estaba emocionado, quería gritarle al mundo que Zhang Zheng Xi era su novio. Pero el recién nombrado sólo le permitió decirle a He Tian y Guan Shan, puesto que aún no se sentía preparado para las miradas de la gente.

Con impaciencia buscaba al pelinegro, pero no lo veía por ningún lado, incluso se atrevió a preguntarle a su grupo de fans, quienes negaron haberlo visto. Hizo un puchero pensativo, ¿dónde podría estar ese idiota? Un foco pareció iluminarle las ideas. El grupo de amigos de Mo, por lo general, ellos sabían donde estaban.

Con rapidez y sin decir una palabra, se dirigió al lugar secreto no tan secreto en el que solían reunirse. Y bingo, el par estaba ahí, con el pelirrojo tratando de comer en paz su sándwich con He Tian intentando robárselo y el resto de espectadores, los cuales ninguno se atrevía a rescatar a su jefe.

Jaló nuevamente a su novio hasta llegar a su destino. Xi ya no sentía el brazo de tantos jalones, pero aún así no le reprochaba nada, no quería arruinarle su felicidad con algo tan tonto. Todos los presentes los miraron, era raro que ellos se acercaran. Esperaron un minuto, dos y hasta tres minutos, pero nadie dijo nada. Algunos de los chicos comenzaron a sentirse incómodos con la pareja simplemente ahí parada, por lo que poco a poco comenzaron a irse con alguna excusa de por medio.

Ahora, sólo quedaban He Tian, Guan Shan y su calvo amigo, que a pesar de estar incómodo, su curiosidad le obligó a quedarse y escuchar sea lo que sea que iban a decir.

Jian Yi elevó sus manos entrelazadas y se las presumió al pelinegro. Al principio, ninguno comprendía lo que estaba sucediendo. Estaban tomados de la mano, pero, ¿qué había con eso? Los tres espectadores le miraron con una ceja alzada pidiendo una explicación. Yi suspiró con frustración.

—¡Estamos saliendo! —exclamó emocionado mientras agitaba sus manos.

He Tian se incorporó de un salto al oírlo, ahora todo tenia sentido para él. Se acercó feliz a sus amigos, abrazándolos y felicitándolos de la manera más sincera.

Por otra parte, el otro par de amigos no entendían nada. Se miraban entre sí buscando alguna respuesta, pero nada.

—Esperen —habló Guan Shan—. Todo este tiempo creí que eran novios —comentó ganándose la mirada confundida del trio de idiotas, como él los llamaba.

—Opino lo mismo —apoyó el calvo.

Nuevamente nadie decía nada. La pareja se miraba buscando alguna respuesta coherente ante lo dicho por el pelirrojo y su amigo.

—¿Cómo llegaste a esa conclusión? —Inquirió Zheng Xi.

—Siempre están actuando como una puta pareja —señaló con obviedad—. De seguro no debo ser el único que lo vio así —nuevamente su amigo apoyó lo dicho asintiendo con la cabeza.

El trío de amigos se miró entre ellos, no entendían nada. He Tian obviamente siempre supo lo que sucedía entre ellos dos, por lo que nunca lo vio de otra manera. Al parecer, desde afuera, Jian Yi y Zheng Xi parecían una pareja hecha y derecha, y es que lo dicho por Mo era verdad. Todos creían que estaban saliendo y por eso su comportamiento, claro que nunca los habían visto besarse, pero le atribuían a una posible vergüenza de mostrarse demasiado en público.

Nada más alejado de la realidad, esos idiotas no llevaban ni veinticuatro horas de novios, lo que sus compañeros habían visto era sólo su extraña amistad.

—Pelirrojo, ¿no te cansas de decir estupideces? —le preguntó el peliblanco.

El enojo del nombrado se hizo presente y frunció aún más el ceño.

—Como sea —chasqueó la lengua y se fue de allí con su amigo por detrás.

He Tian estaba a punto de ir por él, pero una mano se lo impidió. Miró a Jian de mala gana, nadie le impedía ir por su pequeño Mo.

—Tu plan funcionó a la perfección, aunque ocurrieron algunos inconvenientes —sonrió y abrazó a Xi por los hombros atrayéndolo aún más a él.

—¿Inconvenientes? —Su atención se movió rápidamente al peliblanco, dejando a Guan Shan ser libre.

—Sip, al final si me enojé —frunció los labios.

—¿De qué plan están hablando? —Zheng Xi quien aún no había hablado, preguntó algo molesto al ver que la discusión del día anterior había sido planeada por esos dos.

—Pues, veras…