Canario

Capítulo 27 : El problema con la fama

Cuando no sabes cómo deletrear la palabra 'panfleto' y terminas escribiendo 'panflip' y esperas que el corrector ortográfico hable el mismo idioma que tu cabeza.

Conclusión: no lo hace. nunca lo hace La ortografía es un oficio oscuro en el que no soy experto.

Pero Internet parece entender qué diablos significa panflip, así que eso siempre es bueno... Por otra parte, eso parecería implicar que un buen número de mis congéneres humanos tampoco pueden deletrear panflip panfleto.

Dios mío, mi gato está sobre mi cabeza, está sobre mi cabeza, ¿qué diablos?

¡DE TODOS MODOS de vuelta a Canarias!

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El uniforme de la UA es demasiado reconocible. Midoriya sabía que Iida no estaría complacido cuando descubriera que Midoriya había estado metiendo su blazar en su mochila y reemplazándolo con su gran sudadera con capucha amarilla, pero no tenía muchas opciones. Era demasiado reconocible. Érase una vez, Midoriya se consideraba bastante simple, especialmente en un mundo de Quirks. Sin embargo, su tupido cabello verde y el pájaro de color similar que anidaba dentro de él, aparentemente eran una característica más identificable de lo que inicialmente pensó. Ahora, ese cabello estaba escondido debajo de su capucha, y Siren había llegado a apreciar la comodidad del bolsillo de la capucha, siempre y cuando no estuviera aplastada.

Midoriya soltó un suspiro de alivio cuando finalmente salió a trompicones del atestado vagón de tren, se bajó la capucha sobre la cara y se abrió paso entre la gente mientras subía la colina hacia la UA.

Le picaba la mejilla. Fue su única lesión real, excluyendo un par de cortes y contusiones y, por supuesto, el agotamiento de Quirk, si eso contaba. Hicieron todo lo posible para curarlo (sin el uso de Quirks, ya que nadie lo suficientemente fuerte, como Recovery Girl, estaba disponible), pero por alguna razón, la forma de grieta persistió en estropear un lado de su cara. Dijeron que la cicatriz podría desaparecer, con el tiempo. Sin embargo, a Midoriya no le importó demasiado. Estaba justo fuera del centro de la forma de diamante que formaban sus pecas, sin llegar a todas. Era solo otra característica que lo haría un poco más reconocible, si decidiera no desaparecer, eso era.

Miró su teléfono y apagó la aplicación de música que emitía los sonidos a través de su nuevo par de auriculares inalámbricos (había desarmado los últimos para ver cómo funcionaban y usó muchas de las partes para construir el juego que había creado). utilizado en el Festival de Deportes. El otro par era específicamente para su disfraz de héroe, lo que significaba que ahora necesitaba un nuevo conjunto para el ocio) y bloqueó el resto del mundo. Su dedo se cernía sobre su aplicación de redes sociales mientras continuaba avanzando.

Habían pasado unos días desde que fue dado de alta del hospital. el lunes, y el incidente con Stain había vuelto el miércoles pasado. Durante el resto de la semana, Midoriya estuvo encerrada en casa. Shinso también lo había hecho, así que hablaron un rato por teléfono, tratando de matar el tiempo. Pero ambos habían evitado deliberadamente las noticias durante la totalidad de su... encierro , a falta de una palabra mejor.

Alguien lo agarró del hombro. Midoriya casi se cae de la sorpresa cuando alguien familiar se bajó la capucha y se quitó los auriculares de las orejas.

"Te llamé al menos tres veces", suspiró Jiro. Bajó la mirada a los auriculares, ahora en sus manos. "Oh, oye, ¿tú también escuchas cosas japonesas?"

Midoriya apagó la música y se quitó los auriculares tímidamente. Ella debe haber podido escuchar la canción, a pesar de no usar los auriculares, debido a su Quirk. Eso, o la música estaba lo suficientemente alta como para escucharla de todos modos. "S-Sí, por supuesto", tartamudeó Midoriya, doblando los auriculares y metiéndolos en su bolso, sacando el blazar después de pensarlo dos veces y reemplazándolo rápidamente con su sudadera con capucha, después de que Siren se hubiera desenredado, por supuesto, y regresado. a su posición favorita: sobre su cabeza.